La OCDE advierte de un inaudito estancamiento de los salarios

La debacle en los sueldos se ceba con Grecia y España, pese a que en este último país hay ya más gente trabajando que antes de que estallara la crisis

04 jul 2018 / 22:30 h - Actualizado: 04 jul 2018 / 23:52 h.
"Crisis"

El empleo se ha recuperado de forma global en la los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a niveles anteriores a la crisis económica, pero no los salarios, que sufren un estancamiento sin precedentes que afecta en particular a países como Grecia y España y a los trabajadores precarios y que han pasado por periodos de desempleo.

El informe anual de perspectivas del empleo publicado el miércoles por la OCDE advierte además de que los empleos que se están creando no tienen la misma calidad que los destruidos con la recesión de hace un decenio.

El bajo nivel de crecimiento de la productividad (1,20 por ciento anual en los cinco últimos ejercicios, frente al 2,30 por ciento antes de la crisis) es uno de los factores que explica ese estancamiento salarial.

El ritmo de progresión nominal de los salarios, del 5,8 por ciento en el segundo trimestre de 2007, antes de la crisis, pasó al 3,20 por ciento en el último trimestre del pasado año.

Ese fenómeno no se ha producido de forma homogénea, ya que las remuneraciones del 1 por ciento de los asalariados más favorecidos han crecido a una cadencia mucho más elevada que la media de los trabajadores a tiempo completo, una tendencia de largo plazo que se refuerza.

En el otro extremo de la escala social, el porcentaje de pobres entre la población en edad de trabajar subió al 10,60 por ciento en 2015, frente al 9,60 por ciento una década antes, en parte porque quienes perdieron su empleo han tenido una cobertura de paro deficiente.

Menos de uno de cada tres reciben subsidios y muchos, al quedarse sin esa cobertura, se han visto obligados a aceptar puestos de peor calidad y remuneración.

España es uno de los casos que mejor ilustran el impacto de la inseguridad en el empleo sobre el salario.

Si las remuneraciones del conjunto de los trabajadores se hubieran comportado como las de quienes han mantenido su empleo desde 2007, los salarios reales habrían sido un 3,10 por ciento superiores en 2014.

Todo eso pese a que la tasa de empleo a finales de 2017 llegó al 61,7 por ciento de la población de entre 15 y 74 años, lo que significa que había más gente trabajando que antes de la crisis. Ese porcentaje seguirá subiendo para alcanzar el 62,10 por ciento al terminar 2018.