El castillo de Olite, construido entre los siglos XII y XIV, perteneció a la corte del Reino hasta que ésta se unió a la Corona de Castilla. Fue una de las fortalezas más lujosas de Europa, y en ella se celebraban justas, torneos, juegos de pelota e, incluso, corridas de toros. Es además Monumento Nacional , y ha sufrido distintas transformaciones a lo largo del tiempo. Hay una parte conocida como el Palacio Viejo, que todavía conserva los muros exteriores y las torres, y en cuya fachada detacan los ventanales góticos, la puerta principal renacentistas y la Torre de la Atalaya. Y por otra parte, está el Palacio Nuevo, que representa el estilo gótico civil francés.