La aventura del misterio

Catálogo de hechos extraños Alcalá de Guadaíra

Podría decirse de Alcalá de Guadaira, que es parte de Sevilla, y su historia se hace grande cuando se conocen los entresijos del corazón de sus calles y de sus misterios.

14 ago 2022 / 05:12 h - Actualizado: 11 ago 2022 / 11:13 h.
"La aventura del misterio"
  • Catálogo de hechos extraños Alcalá de Guadaíra

Los primeros asentamientos en la zona de Alcalá de Guadaíra están fechados en el Calcolítico o Edad del Cobre (2500-1500 a.C.), cuando los núcleos poblacionales se asentaban en las riberas de los ríos.

Tras pasar por sus tierras romanos y visigodos, fueron los árabes de la vieja Al-Andalus los que le darían su actual nombre, derivado de Qall'at Yâbir (Qalat Chabir) junto con la denominación del río Guadaíra, Wadi Ayra (Wadi ira). Alcalá de Guadaíra formaba parte del cinturón defensivo de la ciudad de Híspalis.

Estaba dominando un paso fluvial y se encontraba en un cruce de caminos. Todo un conjunto de categoría, para que se convirtiera en una pieza de suma importancia para la cercana Híspalis.

Si caminamos por sus calles y conversamos con sus gentes, nos hablarán de aquellos rincones íntimos, guardados en el secreto, que esconden historias misteriosas y ocultas, nunca antes conocidas... Pero vayamos hasta El Águila del Castillo.

Según cuenta su historia, su patrona la Virgen de las Águilas fue hallada en el lugar por la intermediación de este ave rapaz, que sobrevolaba en círculos el castillo, un lugar que fue arrebatado a los musulmanes y que en aquellas fechas estaba en manos cristianas.

Cuando los avezados soldados cristianos acudieron llamados por la curiosidad, a ver qué era lo que sobrevolaba aquella bella águila, descubrieron como, realmente, les estaba conduciendo al lugar donde estaba enterrada la imagen de la Virgen y así fue como de esta “devota” ave tomo el nombre de su advocación, pasando a ser conocida como Nuestra Señora del Águila.

Misterios de su castillo

Si visitamos el viejo castillo alcalareño, observaremos una construcción preñada por la esencia del misterio... Es la llamada Sima del Castillo. Se trata de una construcción excavada en la roca, roca del popular albero de Alcalá.

Según cuentan, se trataría de un depósito de agua del castillo, pero sin embargo parece no tener fondo, parece no tener final... Puede ser el inicio de una red de túneles, que esconden los fabulosos tesoros dejados por los musulmanes tras perder la ciudad o simplemente, un pozo de abastecimiento con el que sofocar la sed ante el acoso de tropas invasoras.

Sin embargo la envergadura de la construcción indica que hay algo más. Dicen que en los pasillos y por las largas galerías del castillo, se pasea el fantasma de la princesa Aira, que ve su alma vagar eternamente sufriendo de mal de amores. También dice su leyenda, que de su nombre tomó la ciudad la segunda parte de su nombre: Guadaíra.

Animales imposibles

Pero también encontramos la esencia de la criptozoología en sus inmediaciones, los animales imposibles o los animales que han cambiado para adaptarse al entorno. En Alcalá de Guadaíra existen, en sus galerías romanas subterráneas, peces mutados en Eas.

Estas galerías abastecían de agua Híspalis y a la propia ciudad alcalareña. Su paso por la vieja ciudad, eran los famosos Caños de Carmona, cuyos vestigios aún encontramos en barrios como “Los Pajaritos” o “San Benito”.

En estas galerías dicen que habita un tipo de pez albino, casi ciego, adaptado al medio y al entorno que le ha tocado vivir, un medio oscuro y subterráneo. Su carne blanca y jugosa dicen haberla probado algunos lugareños, destacando la exquisitez de la misma, según los relatos dejados por Francisco García Rivero. (recabar: Conseguir con ruegos y súplicas lo que se desea).

Lluvia de piedras y un fantasma


Las crónicas de Alcalá recogen un episodio paranormal, digno de ser relatado en estas páginas. Nada más y nada menos que un fantasma que tenía amedrentados a los vecinos de la calle Coracha, al lanzar piedras sobre ellos en forma de lluvia...

Todos los días aquel inquieto espectro descargaba su ira lanzado piedras a quienes les molestaban... Llegaron a personarse en el lugar, un sargento de la Guardia Civil y un cabo de la Policía Municipal, a los que el fantasma despachó con una lluvia de piedras.

Nunca se supo quien era aquel espectro, que desde los inicios de la década de los 40 del pasado siglo XX, inquietó al pueblo, alcalareño. En épocas más recientes, aquellas piedras se tornaron limones y nuevamente nadie supo quién los arrojaba. Simplemente se le conocía como “El fantasma que lanzaba piedras”.

Hechos insólitos y paranormales en Alcalá, allá donde habita el misterio y donde aún les tengo muchas más cosas que contar...