La aventura del misterio

Exorcismos, miedo al Diablo

Allá por la década de los 60 del siglo pasado, en 1963, un sacerdote jesuita –Rodewyck- escribió un libro sobre exorcismos llamado “Poseído por Satán” y en el que trataba de aconsejar a todos aquellos que iban a realizar este rito autorizado, sólo de forma expresa a sus “ejecutores”, en casos de posesión demoniaca.

23 ago 2020 / 04:01 h - Actualizado: 17 ago 2020 / 11:03 h.
"La aventura del misterio"
  • Exorcismos, miedo al Diablo

Rodewyck tilda el fenómeno de real y al ritual como peligroso. Sin embargo él mismo sería el triste protagonista de un exorcismo tan sólo trece años después, en 1973.

Se realizaría el ritual a una joven estudiante alemana que decía su familia estar poseída y ella misma presentaba síntomas de estarlo. Se llamaba Annaliese Michel, estudiaba en la Universidad de Wurzburgo y tenía evidencias más que claras de padecer epilepsia para la cual había sido médicamente tratada, de ello habían pasado ya cuatro años.

No se conoce aún los mecanismos por los cuales una mente sana comienza a evadirse y mostrar síntomas de ira inexplicada, violencia y una conducta que era sorprendente. La chica incluso se comía a los insectos.

La chica fue llevaba ante el párroco local a través de sus padres, creyentes radicales, el cual recomendó que fueran a visitar al padre Rodewyck, que ya tenía 81 años de edad. Él –bajo su criterio- recomendó llevar a cabo un exorcismo que sería llevado de forma inmediata por dos sacerdotes: Arnold Renz y Ernst Alt.

Se comenzó el ritual que no sería cuestión de unas horas, durante meses se realizaba este ritual sobre la chica, que tenía 23 años, y que mostraba –tras meses de tortura- síntomas evidentes de estar sufriendo, desmejoría física notable, tremendo castigo mental. Pesaba ya sólo 37 kilos, tenía desnutrición, deshidratación y un día 1 de julio de 1976 falleció al no soportar el ritual.

En 1978 los sacerdotes Renz y Alt junto con los padres de Anneliese fueron acusados de homicidio por negligencia.

Había llevado demasiado lejos un ritual sin ni tan siquiera estudiar profundamente otras opciones como el del desequilibrio psicológico o de enfermedad mental.

El sacerdote fue condenado aunque su condena se suspendió a seis meses de arresto.

El exorcismo de Annaliese Michel y la mala “praxis” en ella que condujo a la muerte a la joven hizo que la Conferencia Episcopal de Alemania ordenara que no se realizara ningún exorcismo sin la presencia de un médico.

Se cree, una vez que expertos consultaron este expediente, que Annaliese sufría un severo trastorno mental que la llevaba a manifestar una personalidad múltiple, un síndrome que manifiesta dos o más personalidades diferentes, opuesta e ignoradas, y ninguna era o tenía un rol (papel) diabólico. Por ello el grave error de los sacerdotes: no supieron separar el caso de posesión del caso clínico, el error y el celo al llevar el exorcismo fue fatal.

La Iglesia cree que los fenómenos paranormales pudieran indicar que hay un grado de posesión. La Ciencia (médicos psiquiatras y psicólogos) lo tildan de errores de percepción, enfermedades mentales, confusión de la realidad o alucinaciones. Es la eterna lucha entre Fe y Ciencia, Ciencia y Fe.

Con el demonio dentro

En ocasiones lo que sólo es un simple entretenimiento, un acto de diversión, puede llegar a convertirse en un auténtico calvario, un suplicio que nos llena de pavor e inquietud por la crudeza de lo que nos muestra. Es el caso de la película “Devil Inside”. Un docu-reality cargado de dramatismo y el horror de un exorcismo y los fenómenos que se producen en él, hasta muertes.

El problema surge cuando dentro del largometraje se afirma que la historia que narra es igual y que sus imágenes son reales pues forman parte de las grabaciones de video que hizo su protagonista y que luego, tras la tragedia, se han editado en formato cinematográfico.

Pero comencemos por el principio, la película o cuenta el caso de María Rossi e Isabella Rossi (su hija) habiendo que retroceder en el tiempo hasta el año 1989, hasta un 30 de octubre, para ser partícipes del tripe asesinato que se produce cuando se le estaba practicando un exorcismo a María. Según las imágenes que proyectan esto fue todo un escándalo pues salpicó directamente a la Iglesia que trató de silenciar el caso e incluso se llega a internar en una institución psiquiátrica en Roma a la asesina.

Veinte años después, en 2009, su hija Isabella comienza a grabar un documental sobre exorcismos para tratar de esclarecer las circunstancias del triple asesinato cometido por su madre. Así, en plena tarea de documentación, visita una escuela donde conoce a los sacerdotes romanos, Ben y David quienes invitan a la joven a formar parte de un exorcismo, que acuda en calidad de observadora.

Así, esta truculenta historia, se desplazan a conocer a la presunta posesa, una señora llamada Rosalita, en un centro médico donde están tratando de separar el “grano de la paja” y descubrir si está enferma mentalmente o, por el contrario, si realmente está poseída. Es durante la visita donde se produce un incidente en el que Rosalita sufre una crisis de posesión y ataca a aquel grupo mostrando el repertorio de un poseso: insultos, contorsiones imposibles, don de lenguas –hablaba diferentes idiomas desconocidos para ella-, todo en un clima de tensión brutal que sobrecoge. Hasta que Isabella la llama por su nombre y esta se calma.

Tras la impactante experiencial la chica va a visitar a su madre al centro donde está recluida y nota como hay características comunes en su comportamiento con el añadido que ha escrito en las paredes de su habitación y tiene cruces y marcas invertidas en brazos y labio inferior.

A estas alturas de la historia el espectador está pegado a su butaca dando por cierto que todo lo que le están narrando es real, ¿pero es verdad o es sólo una ficción bien argumentada?

En aquella visita que tiene María a su madre esta le dice que asesinar a un niño va contra la voluntad divina. Isabella vuelve a reunirse con los sacerdotes y les dice que ella se sometió a un aborto hacía unos años y que su madre no sabía nada pero que, sin embargo, en la visita se lo refirió dejándola muy sorprendida. María tenía conocimiento de hechos que desconocía. Era increíble.

El equipo de sacerdotes comienza los preparativos de un exorcismo analítico, con la salvedad que van a realizarlo sin la aprobación de las autoridades superiores de la Iglesia. Durante el mismo María habla con Ben, el primero de los sacerdotes, les cuenta el secreto del aborto de su hija, entra en pánico y agrede a los asistentes a aquella sala. Todo está siendo grabado en video –tal y como cuenta la historia grabada como real en la película- y en ella destaca un fragmento en la que la posesa dice: "se lo que hiciste", encontrando cuatro demonios diferentes que hablan al unísono en la cinta.

A partir de ahí se producen una serie de incidentes en el que uno de los sacerdotes –David- tiene síntomas de posesión. Debido a estrés extremo del sacerdote y no saber qué hacer llaman a la policía que se persona en aquel domicilio; el sacerdote poseso le quita el arma a uno de los agentes y se la coloca en la boca disparándose ante todos los presentes mientras recita un Padre Nuestro.

Isabella impresionada comienza a tener convulsiones y muestra claros síntomas de estar poseída, el sacerdote llega a la conclusión que hay que practicarle un exorcismo. En el interior del automóvil forcejea con el sacerdote, otro religiosos que conducía tiene problemas pues la chica le ha soplado en la boca y muestra síntomas de posesión y entonces su vehículo choca con otro provocando un accidente... En ese momento la cámara deja de grabar y finaliza la película dejando al espectador sobrecogido ante la “historia real” que acaba de presenciar en este docu-reality.

Pero ¿es real o no?

La respuesta a la pregunta es un NO rotundo, es un guion cinematográfico dirigido por William Brent Bell, y escrito por Bell y Matthew Peterman, bajo el formato de falso documental para dar mayor credibilidad a la historia.

Se realizó una campaña viral para dotar de “cuerpo” a esta historia con páginas web con falsa información, noticias, falsos recortes de prensa. Todo muy buen montado para parecer real siendo todo falso.

Ni se está tan oportunamente con una cámara en un sitio, ni se tiene cambios de planos cinematográficos, ni los curas actúan de esta forma en un exorcismo ni un exorcismo se hace de la forma que muestra la película. Ante el revuelo organizado William Brent Bell y Matthew Peterman salieron al paso de las informaciones y comunicaron que todo era una ficción cinematográfica.

Los hechos no son reales salvo por una macabra coincidencia producida el 11 de marzo de 1993 cuando dos chicas de 14 y 15 años asesinan estrangulado y, posteriormente, asestando 86 puñaladas a una anciana. Una de las chicas se llamaba María Rossi, fue la inductora, estaban ambas drogadas en el momento del asesinato. Pero ello no es más que fruto del azar.

Quién se haya sobrecogido con esta película, con mala crítica, debe saber que aunque los exorcismos se producen y que tienen unos síntomas claros, lo que muestra la “grabación” es todo producto de una elaborada estrategia de marketing viral y, por supuesto, fruto de un guion ficticio de cine aunque a veces la realidad supera a la ficción.