¿Te aterra la idea de ir a vacunarte?
No eres el único. La trepanofobia, o miedo a las agujas, afecta a un 5% o un 10% de la población. Cuando el miedo también se relaciona con cualquier objeto punzante, como cuchillos o puntillas, se denomina belonefobia. Ambos comparten síntomas similares. Por ejemplo, cuando se aproxima una fecha de vacuna o de un análisis de sangre, la persona afectada suele sentir sudores y mareos que vienen provocados por un estrés irracional. De hecho, el paciente suele hasta desmayarse frente a una aguja llegado el momento. El ritmo cardiaco y la presión sanguínea se elevan por encima de lo normal ocasionando la pérdida de consciencia. Generalmente, esta fobia suele ir acompañada del miedo a la sangre, hemofobia, o a las heridas, traumatofobia. Algunos estudios sugieren que es otro mecanismo más de supervivencia humana. Si me alejo de la sangre y de objetos que hagan daño, viviré más y mejor. Del mismo modo, cuando este sentimiento de animadversión se da en adultos, puede deberse a malos recuerdos o experiencias en la infancia.
Por qué debes preocuparte
En el contexto por el que estamos pasando, con una cifra que ronda los 80 mil fallecidos por COVID-19 en España, según las cifras oficiales, el evitar ir a vacunarse por una fobia puede resultar una verdadera frivolidad. Aún diría más: es una irresponsabilidad en toda regla.
Por lo general, este mal, la trepanofobia o belonefobia, afecta más a ancianos y a niños. Como ya sabes a través de las noticias, los ancianos suponen el colectivo que más duramente ha sido golpeado por la pandemia. Pero aún hay otro dato más escalofriante para que te tomes en serio tu problema. El hecho de que un sector amplio de la población no reciba vacunación, aumenta la probabilidad de que el virus termine mutando y se vuelva más resistente a las vacunas, por lo que si eres de los que se desmayan con la sola idea de pensar en algo afilado atravesándote la epidermis, estas son nuestras recomendaciones para superarlo. De la misma manera, si conoces de alguien que sufre de este mal, te aconsejamos que le hagas ser consciente de que necesita ayuda. No es solo por su bien, sino por el de todos.
Cómo puedes superarlo
Existen una gran cantidad de remedios caseros en internet que prometen resolver esta fobia tan común. Algunas personas que sufren de este mal afirman que recitar el abecedario al revés o mascar chicle son una solución fácil y rápida para distraerte mientras te dan el pinchazo. También puedes oír música para relajarte. Para los niños se recomienda que acudan a recibir la inyección con un objeto al que tengan apego: como la manta de la cama o un juguete.
En cualquier caso, si crees que estos remedios de última hora no van a resultar contigo, siempre puedes consultar a un especialista. ¿Estás comenzando a sentir sudores fríos porque se acerca tu día de vacunación? ¿Vas a necesitar algo de ayuda extra? No te preocupes. Siempre podrás consultar con alguien todas tus dudas al respecto.
Francisco Hidalgo Díaz. Psicólogo sanitario.