La escalada de violencia en Jerusalén provoca la alarma internacional

El Papa condena los enfrentamientos y la Liga Árabe advierte a Israel de que «juega con fuego»

23 jul 2017 / 19:48 h - Actualizado: 23 jul 2017 / 21:01 h.
  • Los detectores de metales instalados en la explanada de las mezquitas de Jerusalén. / Atef Safadi (Efe)
    Los detectores de metales instalados en la explanada de las mezquitas de Jerusalén. / Atef Safadi (Efe)

El Papa ha condenado la violencia en Jerusalén después de que los enfrentamientos entre israelíes y palestinos hayan causado siete muertos en la explanada de las mezquitas y ha llamado «a la moderación y el diálogo». «Sigo con mucho interés las graves tensiones y la violencia de los últimos días en Jerusalén», señaló Francisco durante el Ángelus de este domingo.

El pontífice invitó ante cientos de fieles reunidos en la plaza de San Pedro «a unirse en la oración, para que el Señor inspire la reconciliación y la paz». Durante la catequesis, el Papa reflexionó sobre la parábola del trigo y la cizaña que «ilustra el problema del mal en el mundo, y pone de manifiesto la paciencia de Dios».

Así exhortó a los cristianos a no desanimarse en el ejercicio del discernimiento entre el bien y el mal al recordar que «ambas realidades conviven», pero que «sólo Dios podrá separarlas en el Juicio Final».

Por su parte, La Liga Árabe convocó ayer una reunión urgente a nivel de ministros de Exteriores para el próximo 26 de julio para discutir sobre la escalada de las tensiones en la Ciudad Vieja de Jerusalén. La convocatoria fue propuesta por Jordania para abordar «las agresiones y últimas medidas israelíes en Jerusalén y en la explanada de la mezquita de Al Aqsa», aseguró el portavoz de la Secretaría General de la entidad panárabe, Mahmud Afifi.

«Jerusalén es un línea roja que los árabes y los musulmanes no permiten que sea tocada», dijo el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, en un comunicado. Abulgueit insistió en que, con las medidas de seguridad, Israel «intenta imponer una nueva realidad en Jerusalén y en la Explanada de las Mezquitas».

«Todos conocen la profundidad y los peligros de los planes israelíes desde hace años de judaizar la ciudad de Jerusalén», dijo el responsable árabe. El secretario general insistió en su rechazo a «cambiar la situación actual en la Ciudad Vieja de Jerusalén» y agregó a renglón seguido que la comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza, tienen la responsabilidad de presionar al Gobierno israelí para que mantenga el statu quo.

Entre tanto, el Cuarteto de mediadores internacionales para Oriente Próximo, compuesto por Naciones Unidas, la Unión Europea, Rusia y Estados Unidos, han asegurado que están «profundamente preocupados» por los enfrentamientos, según ha informado el Departamento de Estado de Estados Unidos en un comunicado.

«Los representantes del Cuarteto (...) están profundamente preocupados por el agravamiento de la tensión y los fuertes enfrentamientos que se están produciendo en la Ciudad Vieja de Jerusalén», señalan los mediadores. «El Cuarteto condena firmemente los ataques terroristas y lamenta la muerte de las personas inocentes», añade.

Por último, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha asegurado que el domicilio de Omar Alabed, el asesino que mató a tres miembros de una familia israelí en un asentamiento de Cisjordania. «La casa de este vil terrorista será destruida tan pronto como sea posible», declaró Netanyahu durante su reunión semanal del Consejo de Ministros, y aprovechó para dar sus condolencias a los allegados de los tres fallecidos, Yosef, Chaya y Elad Salomon, «muertos a manos de una bestia incitada por el odio a los judíos».