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Capilla de la hermandad del Calvario en la Magdalena. / Manuel Gómez
{Las imágenes de la hermandad del Calvario amanecerán el próximo martes en una ubicación diferente a la habitual en el interior de la parroquia de la Magdalena. Con motivo de las obras de restauración que se van a ejecutar en el retablo y en el cancel de su capilla, las imágenes del Cristo del Calvario, la Virgen de la Presentación y San Juan Evangelista serán trasladadas «en privado» mañana lunes hasta el altar de ánimas de la parroquia (a la entrada de la iglesia, de frente), donde se dispondrán de forma provisional hasta la finalización de los cultos de la hermandad sacramental el próximo 18 de junio.
A partir de entonces, una vez celebrada la procesión del Corpus de la Magdalena, «en torno al 20 de junio», las imágenes se situarán en el presbiterio de la parroquia «mirando de frente, en el lateral de la derecha», ubicación que ya ocuparon «en tiempos durante la obra grande del templo y cuando se limpió nuestra capilla hace años», según explica el hermano mayor de la corporación, Javier Muela.
Cuatro meses
La restauración acordada correrá a cargo de un equipo compuesto por Ana Marín, Carlos Peñuela, Nieves Alvarez y Teresa González. El plazo de ejecución previsto es de cuatro meses, comenzado el próximo martes con la instalación de un andamio.
El retablo de la capilla de la hermandad del Calvario data de principios del siglo XVIII y es una obra atribuida al círculo de Cristóbal de Guadix. El cabildo de oficiales de la hermandad acordó abordar su restauración «dado que la única intervención desde su ejecución data del año 1992, momento en el que se le realizó una intervención estructural sin limpieza del retablo».
Este retablo acoge a las imágenes de la corporación del Calvario desde el año 1927, momento en el que fueron trasladadas a la actual capilla desde el emplazamiento donde se instalaron a la llegada de la hermandad a la parroquia, actualmente ocupada por la Virgen de la Antigua.
La financiación para acometer este proyecto no requerirá de una cuota extraordinaria para los hermanos, siendo pagado con fondos propios de la corporación más los patrocinios.