Otra de las cosas buenas que trae la Cuaresma son sus dulces típicos, cuyo más ilustre representante es la torrija. Y en Sevilla tenemos la suerte de tener uno de los sitios donde mejor se puede disfrutar de este manjar, que no es otro que la confitería La Campana.
Localizada en uno de los puntos neurálgico de la Semana Santa de Sevilla, esta confitería lleva ofreciendo a sus clientes un producto como la torrija desde hace un sinfín de años. Según aseguran sus trabajadores, la costumbre es comenzar a venderlas el Miércoles de Ceniza y acabar el Domingo de Resurrección: “Es una tradición que no podemos perder”.
Cada año suelen vender más de 30.000 ejemplares de estas delicias cuaresmales, sin embargo, la previsión de este año es mucho más baja; la falta de turistas extranjeros hará que las ventas se puedan ver reducidas entre un veinte y un treinta por ciento, aunque reconocen que el mayor consumidor de torrijas es el sevillano de a pie.
Decir “La Campana” es decir “Semana Santa”, la vinculación entre ambas es máxima, debido a que la Carrera Oficial por la que deben pasar todas las Hermandades se inicia a escasos metros de este establecimiento. En las retransmisiones de Semana Santa siempre se puede divisar este establecimiento cuando los pasos se disponen a hacer su entrada en la calle Sierpes. Si deseas ver alguno de estos momentos cofrades, entra en La Recogía, donde podrás disfrutar de un amplio abanico de vídeos de la Semana Grande de Sevilla.