«El desconocimiento provoca situaciones de descontrol»

La hermandad del Silencio acoge uno de los cursos de seguridad organizados por el Cecop. La oscuridad y el recogimiento, factores de expansión del ruido

Manuel Pérez manpercor2 /
01 mar 2018 / 22:32 h - Actualizado: 02 mar 2018 / 15:26 h.
"Madrugá","El Silencio","Sucesos","Cecop"
  • Imagen de la reunión llevada a cabo en El Silencio. / Jesús Barrera
    Imagen de la reunión llevada a cabo en El Silencio. / Jesús Barrera

Ver correr a un nazareno transmite una sensación de miedo e inseguridad potencialmente mayor que ver a un civil. De ahí que el Cecop incida en la necesidad de que, ante un ruido extraño, correr no sea la primera opción. Este fue el mensaje central que se lanzó en el curso sobre seguridad y autoprotección, organizado por el Cecop y coordinado por el Colegio de Aparejadores, que este jueves acogió la hermandad del Silencio.

En este sentido, uno de los formadores del Cecop y miembro de la Policía Local, Mario Domínguez, recalcó la importancia que tuvo la corporación del Silencio la pasada Madrugá. Domínguez puso de ejemplo a los hermanos de la cofradía de Alfonso XII, cuya actuación en la calle Cuna frenó el efecto dominó que procedía desde el Salvador. «No sabemos si actuasteis premeditadamente o fue intuición, pero hicisteis lo correcto», apostilló Domínguez.

Son varios los factores que se unen en la Madrugá para crear situaciones de alarma y las hermandades como El Silencio, El Gran Poder o El Calvario son las más proclives a vivirlas. Teniendo en cuenta que la velocidad del sonido es de 340 metros por segundo, un ruido de suficiente entidad recorrería casi tres kilómetros en apenas ocho segundos. A esto se suma ella oscuridad y el silencio que envuelven a estas cofradías en su caminar por angostas calles.

Por esta razón, los formadores del Cecop explicaron que es fundamental mantener la calma, repitiendo el lema de «no correr, no gritar y seguir a la Policía». Domínguez hizo un llamamiento a «cambiar la inercia» de correr antes de mirar qué pasa. «Si dejamos de correr veremos que no pasa nada», apostilló.

También participaron representantes de otras ramas del Cecop, como el director del Servicio de Emergencias 061, Francisco Bonilla; un representante del Cuerpo de Bomberos, José Joaquín Palma, y un miembro del Colegio de Aparejadores, Francisco Javier Solano, cuya institución ha colaborado estrechamente con el Cecop para dotar a las hermandades de las herramientas necesarias para hacer frente a cualquier eventualidad que pueda surgir tanto antes, durante y después de la Semana Santa y la estación de penitencia.