Guía cofrade: Capirote (22)

Prosigue la Guía Cofrade de El Correo para saber de la Semana Santa sevillana tanto como los especialistas de El Correo de Andalucía

29 dic 2016 / 20:08 h - Actualizado: 27 dic 2016 / 20:37 h.
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  • Capirotes a medida de cartón y de rejilla en la tienda Antigua Casa Rodríguez. / Javier Cuesta
    Capirotes a medida de cartón y de rejilla en la tienda Antigua Casa Rodríguez. / Javier Cuesta
  • Un joven se prueba un capirote de cartón.
    Un joven se prueba un capirote de cartón.
  • Capirotes de los nazarenos del Gran Poder.
    Capirotes de los nazarenos del Gran Poder.

En esta nueva entrega de la guía cofrade describimos el capirote, una de las partes fundamentales de la indumentaria del nazareno que acompaña a las imágenes titulares durante la estación de penitencia a la Catedral. El diccionario de la Semana Santa del historiador Juan Carrero lo define como «un soporte de hechura cónica, terminado en punta, sobre el que se coloca el antifaz [o funda de tela con dos orificios almendrados a la altura de los ojos] para que pueda quedar enhiesto sobre la cabeza del nazareno».

Al capirote también se le puede llamar de otras formas dependiendo del lugar donde nos encontremos. Así, por ejemplo, en Linares se lo conoce como cucurucho y en Torredonjimeno se le denomina caperuz. Pese a esta variación de nombre, en todas partes tiene la misma forma cónica y uso por parte del hermano que viste la túnica de nazareno.

Este gorro puntiguado o cucurucho de cartón que cubre la figura del nazareno en las procesiones de Semana Santa tiene su origen en la época de la Inquisición. De hecho, cuentan que a los condenados por el santo tribunal de la Iglesia Católica, allá en la Edad Media, se les colocaba un gorro similar, que normalmente llevaba pintadas varias figuras alusivas al delito cometido o a su castigo, como por ejemplo las llamas del infierno.

Por su significado penitencial, las hermandades sevillanas adoptan este elemento en el siglo XVII, y la costumbre se extendió pronto a otras ciudades españolas. La forma cónica del capirote alude al acercamiento del penitente al cielo. La primera corporación que incluyó un capirote acabado en punta en su vestimenta reglamentaria fue la hermandad de San Juan de Letrán y Nuestra Señora de la Hiniesta, en el siglo XVII. Al principio no todas las cofradías usaban capirotes.

En la actualidad pueden estar hechos de cartón y de otros materiales más maleabres y transpirables, como la rejilla. Suelen llevar una cinta para atarlo al cuello y algunos están forrados por dentro. Su confección da origen a uno de los trabajos artesanales relacionados con la Semana Santa que se han mantenido. Los más altos en Sevilla son, entre otros, los del Silencio y el Gran Poder que alcanzan una altura de 1,15 metro.