La Hermandad de la Soledad ve reconocida la titularidad de la capilla de las Ánimas

La corporación ha hecho valer un documento del propio Archivo General del Arzobispado

25 jun 2020 / 12:55 h - Actualizado: 25 jun 2020 / 12:58 h.
"Pintura","Soledad de San Lorenzo","Espacio","Historia","Columnas"
  • Foto: Pepe Morán
    Foto: Pepe Morán
  • Archivo General del Arzobispado de Sevilla
    Archivo General del Arzobispado de Sevilla

La Soledad de San Lorenzo continúa dando valiosos pasos para reivindicar su mejor historia. La recuperación del programa ornamental de su capilla sacramental –reinaugurada el pasado viernes con el traslado del Santísimo Sacramento- había eclipsado en parte otra noticia de alcance que podría sentar cierta jurisprudencia en los asuntos de las hermandades. No es otra que el reconocimiento por parte del Arzobispado de la “titularidad” –es importante el matiz- por parte de la cofradía de la capilla de las Ánimas Benditas del Purgatorio de la parroquia de San Lorenzo.

Este proceso culminó el pasado 1 de junio con el escrito emitido por el secretario general y canciller de la Archidiócesis de Sevilla, Isacio Siguero, sobre el “Título y Adjudicación del Altar y entierros que tiene en la Iglesia por compra que de ello se hizo a la Fábrica por el año 1580”. El original de ese documento histórico se encontraba en el Archivo General del propio Arzobispado de Sevilla y ha sido fundamental para delimitar esa “titularidad”. Según la resolución de la cancillería del Arzobispado, la transcripción de dicho documento revela “que dicha adquisición se concreta, actualmente, en la Capilla de Ánimas, sita en la Parroquia de San Lorenzo de Sevilla, cuya titularidad por esta Hermandad, reconoce y acepta esta Autoridad Eclesiástica, como dueña del conjunto edificatorio en el que radica”.

“Han sido meses de trabajo discreto y callado; pero ha merecido la pena” explica el hermano mayor de la Soledad sin poder disimular su satisfacción. “Formalmente no cambia nada; pero el reconocimiento de la titularidad de dicha Capilla, comprada en el siglo XVI por la Hermandad, es muy importante para nosotros” remacha Valduérteles.

¿Titularidad o propiedad?

Habíamos aludido a las matizaciones del documento emitido por la autoridad eclesiástica. Se habla de “titularidad” eludiendo el espinoso término de “propiedad”. De la misma forma, la resolución del arzobispado recalca su papel de propietario “del conjunto edificatorio”. Valduérteles aclara estos puntos al recordar el proceso que ha desembocado en este reconocimiento. “Partíamos de un documento privado fechado en 1580, suscrito entre el mayordomo de fábrica de la parroquia de San Lorenzo y el de la hermandad de Ánimas en el que se recogía la venta de una capilla y una gran cripta para enterramientos en la parroquia de San Lorenzo” señala el hermano mayor aclarando que ese mismo documento –transcrito ahora por Amparo Rodríguez Babío- fue elevado a una escritura pública en 1636. “Es el documento que ha sido localizado en el archivo de Palacio haciendo referencia al contrato privado original”, explica Valduérteles.

La Hermandad, en cualquier caso, se da por satisfecha con este logro que ha necesitado “paciencia y mucha discreción” según apunta el hermano mayor. La corporación soleana no quiere ir más allá y ha renunciado a adentrarse en el farragoso e incierto jardín de una hipotética segregación o inmatriculación del histórico espacio, tan vinculado a la historia devocional de la parroquia y las primitivas cofradías que confluyeron en la actual Sacramental de la Soledad. “Los documentos aclaran que se compró en su momento” señala Ignacio Valduérteles precisando que “no tendría sentido emprender otro tipo de acciones; nosotros cuidamos y usamos la capilla aunque siga siendo un bien eclesiástico”.

Un poco de historia

Es importante recordar que la actual Hermandad Sacramental de la Soledad obedece a un complejo proceso de fusiones de hasta cinco corporaciones anteriores radicadas o vinculadas a la parroquia de San Lorenzo. La más importante y última de estas fusiones fue la de la primitiva cofradía de nazarenos de la Soledad con la Hermandad Sacramental de San Lorenzo, que culminó en 1977 después de un largo proceso jurídico.

Pero esa histórica corporación sacramental –impulsada por Teresa Enríquez, la llamada ‘Loca del Sacramento’ a comienzos del siglo XVI- ya se había fusionado anteriormente con la antigua Sacramental del desaparecido templo de los caballeros de San Juan de Acre, la corporación letífica de Nuestra Señora de Roca Amador y la de Ánimas Benditas.

Y fue, precisamente, esa cofradía de las Ánimas Benditas la que levantó su capilla en la parroquia de San Lorenzo en la yema del siglo XVI, ese fundamental ‘quinquecento’ sevillano. Ramón Cañizares, incansable archivero de la corporación soleana, señala en su imprescindible monografía que la actual capilla de Ánimas, en realidad, podría ser sólo la cabecera de la primitiva, notablemente mutilada en la gran ampliación barroca del templo que sumó dos naves a las tres originales. En la actualidad se trata de un pequeño espacio de planta rectangular y bóveda de cañón. Cañizares apunta que la pintura se realizó en 1587 y se renovó noventa años después, posiblemente en coincidencia con la realización del mismo retablo que ha llegado hasta nuestros días, de un solo cuerpo –como una inmensa moldura que rodea la pintura- y flanqueado por columnas salomónicas. Mención aparte merecen los azulejos que decoran las paredes y la mesa de altar, obra del taller fundamental de los Valladares.