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Es la sorpresa final del espectáculo ‘La Luz de la Esperanza’. La apertura del camarín. / Manuel Gómez
Sólo por contemplar el interior de la Basílica iluminado exclusivamente por la tenue luz de las velas ya merece la pena asistir al espectáculo La Luz de la Esperanza, una de las iniciativas más innovadoras que ha pergeñado la hermandad de la Macarena para conmemorar el 50 aniversario de la consagración del templo. Se trata de una catequesis mariana inspirada en el espectáculo de luz y sonido que acoge diariamente la iglesia del Gesù de Roma. Diversos haces de luz iluminan progresivamente los frescos de la Basílica relacionados con el Misterio de Santa María que adornan la cúpula, las bóvedas y hasta los muros del templo –desde la Inmaculada hasta la Coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad, pasando por las escenas de la Anunciación, la Visitación a Santa Isabel, el Nacimiento de Jesús o la Presentación del Niño en el templo– hasta llegar a la suma y apoteosis final con la apertura del camarín de la Esperanza y la aparición de su imponente silueta retroiluminada en color verde. Todo ello acompañado de textos bíblicos y poéticos y de una escogida selección de piezas de música sacra. Un espectáculo que sirve para poner en valor la calidad de la decoración mural de la Basílica, obra del pintor sevillano Rafael Rodríguez Hernández, y que sólo se podrá contemplar los días 21 y 28 de octubre y el 4 de noviembre con un aforo limitado de público. Menos mal que la hermandad proyecta grabar el espectáculo para colgarlo en su página web. (Stop) «Te puedo asegurar que el Ayuntamiento, pese a la polémica suscitada por la calidad de la obra, no va a escurrir el bulto ni va a mirar hacia otro lado. El delegado de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, está decidido a colocar el monumento al costalero en alguno de los tres emplazamientos previstos: frente al Archivo de Indias, en Puerta de Jerez o en la plaza del Rialto. Colocarse, se va a colocar» (Stop). En la carta que dirige a sus hermanos en la última Hoja Informativa, el hermano mayor del Gran Poder, Félix Ríos, hace referencia al incendio, «providencialmente leve», provocado por un individuo en la Basílica para subrayar una circunstancia: que el objetivo del atacante no era quemar un paño de altar, sino «el Sagrario donde se guarda la presencia real de nuestro Señor Jesucristo», una circunstancia que la hermandad espera que sea tenida en cuenta por la Fiscalía a la hora de la correcta tipificación de los hechos. «Nuestro sitio como Hermandad no debe ser el de acusador en la jurisdicción penal». ~