Los chaneladores de la cantelogía patria no se ponen de acuerdo sobre quién es el dueño de la mejor voz del flamenco. En realidad siempre ha sido así, nunca ha habido un único ídolo, sino varios en cada etapa del cante. Cuando Marchena era un ídolo, lo eran también Vallejo, Caracol, la Niña de los Peines o Juan Valderrama. Y cuando el gran ídolo de masas era Camarón, estaban también Lebrijano, Menese o Morente. En la actualidad, uno de los de más tirón es Miguel Poveda, el mandón del momento, pero hay grandes maestros y nombres muy reconocidos como los de José el de la Tomasa, Pansequito, El Pele, José Mercé, Mayte Martín, Esperanza Fernández, Estrella Morente o Arcángel.
Arcángel es de los grandes artistas actuales del cante flamenco. No es un cantaor que guste a todos –no ocurre con ninguno–, pero cuenta con miles de seguidores en todo el mundo y es de los más reconocidos. Para empezar, es la gran voz de Huelva, como en otras épocas lo fueron La Parrala, Rebollo, Rengel, Paco Isidro o Paco Toronjo. No es que quiera comparar, pero el joven maestro de raíces alosneras representa hoy lo que los citados representaron en su época.
Lo que está ocurriendo en Huelva con el cante es digno de contarse, porque es una verdadera revolución. Además de Arcángel, están ahí Argentina, Rocío Márquez, Jeromo, Jesús Corbacho y otros muchos intérpretes, además de muchos otros jóvenes e incluso adolescentes y niños que se están formando en la escuela de Antonio el Jaraqueño y otras, que irán saliendo para que Huelva no se descuelgue del cante. Y para todos ellos, Arcángel es un ídolo, la gran voz flamenca de Huelva, sin que esto se entienda como menosprecio a otras voces.
Desconozco en qué provincia andaluza tiene más seguidores –después de Huelva, claro–, pero es un cantaor muy querido en Sevilla, que fue donde rompió. También hay quienes no lo entienden e incluso que no lo respetan, pero es un artista muy sevillano y a él le encantan Sevilla y sus grandes artistas como la Niña de los Peines, Caracol, Marchena, Tomás Pavón, Manuel Vallejo y otros maestros actuales. Tiene mucho de Caracol, aunque se insista tanto en que copia a Enrique Morente, del que por cierto es un enamorado y, en efecto, sigue también su línea o escuela. Lo recuerdo siendo casi un niño escuchando embelesado al maestro granadino en la Peña Flamenca de Huelva, así que su morentismo viene de lejos.
Como buen aficionado y de gran talento, Arcángel ha bebido de todos los maestros y de todas las maestras que le han gustado y le gustan: Carmen Linares, El Pele, José María de Lepe, Morente, Camarón... Y él tiene esa cosita personal que maravilla a tantos aficionados, un sello, como todos los grandes. Tiene sobre todo el don de la voz, lo principal, además de mucho talento y una actitud valiente y sincera ante el arte. En eso sí se parece mucho al maestro Morente, en la actitud.
El próximo día 25 lo vamos a tener en el Teatro de la Maestranza, precisamente donde hace muchos años rompió como cantaor, en una obra de Mario Maya. Levantó al público cantando para bailar y desde entonces está en el corazón de muchos aficionados de Sevilla capital y de los pueblos, desde donde vendrán para volver a disfrutar de un cantaor con una voz preciosa, preñada de melismas y arabescos, y con una afinación extraordinaria.