La Policía Local de Castilleja de la Cuesta ha detenido a tres hombres que formaban una banda que robaba catalizadores de vehículos estacionados en la vía pública, mediante el uso de herramientas que hacía que pudiesen robar varias piezas de vehículos en una misma noche.
Como han explicado fuentes policiales, los agentes fueron alertados a las 3.30 de la madrugada de que había tres individuos en actitud sospechosa en la barriada de Nueva Sevilla de la localidad sevillana, a donde se dirigieron varias patrullas que, en esos momentos, hacían labores de vigilancia en el recinto ferial del municipio.
A su llegada a la zona desde donde se recibieron los avisos, fueron alertados de que los mismos presuntos ladrones se habían desplazado a un aparcamiento público de la Avenida de la Diputación Provincial, donde estaban manipulando los coches estacionados en la zona.
Todo organizado para los robos
Los policías pudieron ver cómo tenían dispuestas varias herramientas en el suelo de la calle, dispuestas para robar el catalizador de los coches, una pieza del tubo de escape que contiene varios metales que, por separado, alcanzan un alto precio en el mercado negro.
Además, localizaron en el interior de capó de su vehículos, ocultos en el motor, el resto de útiles que presuntamente usaban para cometer este tipo delictivo, así como un catalizador de un vehículo que estaba en la zona y que acababan de sustraer, además de intentarlo en otros turismo.
Por todo ello, se procedió a la detención de los tres sujetos por su presunta participación en un delito contra el patrimonio, en una actuación en la que los agentes tuvieron que emplearse a fondo, dada la peligrosidad y la violencia con la que se empleaban los ahora detenidos.
Los tres individuos se encuentran custodiados a la espera de pasar a disposición judicial.
Una pieza muy codiciada
Aunque, en realidad, el catalizador tiene un coste elevado, los ladrones no lo quieren para revenderlo, sino que buscan los metales preciosos que contiene, ya que un catalizador de medidas estándar puede contar con unos dos gramos de paladio, en torno a cinco de platino, y unos pocos miligramos de rodio.
Aunque parece poco, en el caso del paladio el gramo se paga a casi 70 euros, mientras que el del platino está en torno a los 30, pero el que se lleva la palma es el rodio, porque se puede pagar hasta 500 euros por gramo.
El único problema es que es muy difícil vender estos metales en España, y normalmente las mafias que se dedican a esta actividad lo tienen que enviar al extranjero para obtener beneficios económicos de su actividad delictiva.