El concentrado de tomate de Lebrija pide una denominación de origen

El Ayuntamiento y la cooperativa Las Marismas de Lebrija solicitan a la Junta de Andalucía la Denominación de Origen Protegida bajo la designación ‘Tomate de Marismas’

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
30 ene 2019 / 16:02 h - Actualizado: 30 ene 2019 / 16:12 h.
"Agricultura"
  • El concentrado de tomate de Lebrija pide una denominación de origen

Como el archiconocido tomate de Los Palacios y Villafranca buscaba hace una década una Denominación de Origen y se ha quedado, desde 2012, en una Marca Nacional Colectiva que defiende la distinción Tomate de Los Palacios, también Lebrija lucha por conseguir una Denominación de Origen Protegida para su tomate concentrado, al que llamaría Tomate de Marismas, obtenido del cultivo extensivo de distintas variedades de tomate, empezando por el del sector B-XII del término lebrijano.

De momento, el alcalde lebrijano, Pepe Barroso (PSOE), y la cooperativa Las Marismas de Lebrija SCA han solicitado a la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía la inscripción de la Indicación Geográfica Protegida como paso previo. Según ha avanzado el regidor lebrijano, “la obtención de esta calificación supondría un valor añadido a la comercialización del producto, además de promocionar la marca Lebrija, que tiene en la agricultura una de sus fortalezas”. “Desde luego”, añade Barroso, “este tomate nuestro tiene unas condiciones climáticas, una salinidad del suelo, una composición y una textura que lo hacen único”.

Esta primera solicitud está validada por un estudio justificativo que acredita la notoriedad del producto, en este caso el concentrado de tomate cuya materia prima se produce en el B-XII y se fabrica en la cooperativa lebrijana, así como el pliego de condiciones técnicas que incluye la definición geográfica, los elementos que prueban que el producto es originario de la zona, la descripción del método reglado de obtención del producto y su mapa de localización.

El cuidado en el cultivo de este tomate industrial y en su elaboración “hace que nuestro tomate concentrado de Las Marismas de Lebrija SCA sea uno de los más apreciados y está presente en los cinco continentes”, ha subrayado Barroso, que ya el año pasado se abstuvo de votar sobre la cuestión en un pleno de Diputación en el que el grupo del PP llevaba precisamente esa propuesta que ahora se trabaja desde el municipio.

Lebrija, kilómetro cero

En marzo del año pasado, el grupo popular de la Diputación de Sevilla presentó una moción justamente para que las administraciones superiores promovieran una denominación de origen para el concentrado de tomate de Lebrija, y concretamente para la producción del sector B-XII del Bajo Guadalquivir.

Sin embargo, tanto PSOE como IU votaron en contra de la iniciativa porque diputados de ambos partidos recordaron entonces que la comarca contaba con centros de producción de concentrado de tomate en otros municipios como Las Cabezas de San Juan, Los Palacios y Villafranca o Utrera.

De modo que aquella propuesta se rechazó y se le pidió al PP modificarla íntegramente y crear una mesa de trabajo. “Es que aquella propuesta llevaba trampa”, insiste ahora el alcalde de Lebrija, “porque efectivamente nosotros vamos a reclamar la Denominación de Origen para el tomate del B-XII que se produce en nuestra cooperativa, pero ¿quién pone el límite de hasta donde se podría incluir en nuestra Denominación de Origen, si la conseguimos, el tomate que se produce más allá del B-XII? ¿Quién pone la linde exacta?”, se pregunta Barroso, y se contesta: “Que la pongan otras administraciones, y si se demuestra que tal o cual tomate tiene las mismas características que el nuestro, pues habrá que ser realista e integrarlo desde el momento en que lo traigan también a nuestra cooperativa, pero vamos nosotros vamos a empezar nuestra reivindicación por nuestras 14.000 hectáreas del B-XII y concretamente por esas 2.100 hectáreas productoras de tomate para concentrar”. “Nosotros no nos vamos a oponer a nada, pero está claro que el alcalde de Lebrija está con su cooperativa, defendiendo lo suyo y dispuesto a que la Junta haga cuantos estudios estime convenientes”, añade Barroso.

Hacia la máxima protección

Una Denominación de Origen Protegida (DOP) ampara productos agroalimentarios cuya calidad o características se deben básica o exclusivamente a factores humanos y/o naturales característicos de la zona geográfica en la que se han producido y elaborado, y que son designados con el nombre geográfico que se protege, de manera que la utilización del mismo sea exclusiva para los productos amparados por dicha DOP. Por otra parte, una Indicación Geográfica Protegida (IGP) ampara también productos agroalimentarios con cualidades que derivan de su origen, pero con un vínculo menos fuerte que una DOP, ya que en este caso la protección del nombre geográfico que sirve para designar el producto se basa en una reputación u otras características específicas vinculadas a su origen.