«El Himno de Andalucía tiene mucho poder a nivel político y en la sociedad»

El oboísta Gabriel Naranjo ha presentado en Cantillana su estudio sobre el himno compuesto por Blas Infante como reflexión sobre la vigencia de los valores que transmite

31 jul 2021 / 08:40 h - Actualizado: 31 jul 2021 / 08:43 h.
  • Gabriel Naranjo, autor del estudio, en su intervención en el acto de presentación en el Ateneo de Cantillana (Foto: Ateneo de Cantillana)
    Gabriel Naranjo, autor del estudio, en su intervención en el acto de presentación en el Ateneo de Cantillana (Foto: Ateneo de Cantillana)

El Himno de Andalucía tiene su cuna en Cantillana. Desde su letra se reivindican valores que, tras más de un siglo, siguen de plena vigencia. Sobre la evolución de este símbolo de los andaluces y su revalorización versa el estudio de Gabriel Naranjo Ríos, que fue presentado esta semana en un acto organizado por la delegación municipal de Cultura y el Ateneo de Cantillana.

El punto de partida es un trabajo universitario que analiza música e historia desde la visión de un músico profesional, a través de fuentes orales y documentales. El autor aprovecha para profundizar en la composición de Infante, de la que “a pesar de ser cantillanero, no tenía mucha idea”, reconoce. Por lo que también ha sido un acercamiento para “buscar mi identidad como andaluz y ver ese ideario que desde los años 10 del siglo XX empiezan a forjarse”.

Símbolo fuerte que perdura hasta nuestros días

El himno, compuesto en el seno de una sociedad “muy pesimista, analfabeta, donde hacía falta una revolución agraria”, aprovecha un canto de siega como vehículo para hacerse popular y forjarse como un símbolo tan fuerte que ha durado hasta nuestros días y en el que todos los andaluces se ven reflejados, afirma.

«El Himno de Andalucía tiene mucho poder a nivel político y en la sociedad»
Charla-coloquio en el Ateneo de Cantillana en la que fue expuesto el trabajo sobre el Himno de Andalucía desarrollado por Gabriel Naranjo (Foto: Ateneo de Cantillana)

Su base está en el canto del ‘Santo Dios’, y el músico no tiene duda de que el Himno de Andalucía fue compuesto en Cantillana tomando como referencia la forma en que se entona en la localidad. “Este canto se puede remontar a siglos. En términos musicales es un canto llano, monódico, con una sola línea de voz, no tiene ritmo fijo y es transmitido oralmente. Claramente Blas Infante lo escuchó en Cantillana, era la ruega de los segadores que pedían buena cosecha, su única esperanza para seguir viviendo”.

Tanto con el trabajo como con su exposición en el acto organizado en la sede del Ateneo cantillanero, Naranjo invita a la reflexión sobre los valores que asentó Blas Infante. Pretende, más que llenar de conocimientos, imbuir la voluntad de crecimiento, avance y esperanza que el padre de la patria andaluza pretendió con composición de la pieza.

Traer las reivindicaciones de Blas Infante a la actualidad

El texto del Himno de Andalucía “tiene muchísimo poder a nivel político y en la sociedad. Hay valores que a través de la letra se quieren reivindicar como la reforma agraria, la revolución, la libertad”, explica. “Era otra época, ahora hay que mirar otros valores de futuro. No hay comparación en el campo de entonces con el de ahora, pero se puede volver a hacer otra revolución agraria, esta vez tecnológica”. Con este ejemplo, Naranjo asevera que hay que reivindicar las reclamaciones volcadas por Blas Infante en el himno, pero trayéndolas a la actualidad.

Sin embargo, incide especialmente en que “no enfoco el discurso a la política, no me gustaría que se politizara el tema”. En este sentido, pone el ejemplo de José del Castillo, autor del arreglo musical del himno, y cuya carrera – de contrastada solvencia y en la que se relacionó con figuras como Falla, Turina o Halffter – quedó eclipsada e incluso menospreciada por su filiación política.

«El Himno de Andalucía tiene mucho poder a nivel político y en la sociedad»
Gabriel Naranjo estudia grado universitario en la especialidad de oboe en el Centro Superior de Música del País Vasco (Foto: Gabriel Naranjo Ríos).

Su pretensión está por encima de la política, pues su objetivo es provocar una reflexión que haga volver a asimilar esos valores, pero llenándolos de nuevo contenido. Especialmente en una sociedad cambiante, en un momento en el que las realidades sólidas se desvanecen, y que Naranjo define como “modernidad líquida” en referencia a Bauman. Con especial interés para que esos valores “que costó tanto conseguir no se pierdan”.

Asegura que en la letra están las claves para hacerlo. “Revolución a través del pacifismo, porque Blas Infante siempre hablaba de paz”; o “volver a ser lo que fuimos, tierra de encuentro e interculturalidad” sin perder nuestra identidad. Y todo ello con una letra escrita hace más de 100 años y sin necesidad de cambio, porque la sociedad andaluza “no puede olvidar de dónde viene”, y esa historia se refleja en la composición.

Valores vigentes y de plena actualidad

En su análisis sobre la evolución de los símbolos andaluces, Naranjo señala que los conceptos de unidad, de país e identidad que muestra el Himno de Andalucía están de plena actualidad. Habla de identidad y ser distintos, pero dentro de ese conjunto nacional y supranacional. “En 2021, más del 80% de los andaluces, según estudios que he consultado, se siente andaluz y español, y eso es muy importante”.

Naranjo estudia grado universitario en la especialidad de oboe en Musikene – el Centro Superior de Música del País Vasco con sede en San Sebastián –. No descarta continuar en sus estudios seguir ahondando sobre el tema, como trabajo de fin de grado o incluso como tesis. Por su identidad andaluza, pero también por su amor a la música, heredado de su abuelo, Gabriel Ríos Amores, fundador de la banda de música de la Soledad de Cantillana y a quien toma de referente. Tras este estudio asegura estar “totalmente de acuerdo” con Blas Infante en la necesidad de potenciar “la riqueza de nuestra tierra y nuestra sociedad” y que “desde la música hay mucho que decir” de cara a un futuro mejor.