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El presidente de la asociación cultural Tomate Blues, Francisco José Calerón, y flanqueado por los concejales José Manuel Triguero y Manuel Carvajal.
Lo dijo el concejal de Cultura y Turismo, Manuel Carvajal, en la presentación del cartel del Tomate Blues de este año: todo empezó como una jam sesión y la cosa se ha transformado ya en un espectacular despliegue de música que atrae a miles de aficionados incluso de fuera de la provincia. Entre aquellos primeros encuentros en que Francisco José Calerón, Cale, ponía la sal y otros ponían el son y el cartel de este año solo ha pasado una década, pero el suficiente tiempo como para consolidar un festival que terminó emigrando del parque de Los Hermanamientos al más grande de Las Marismas.
Este año, ya en su IX edición, el festival lo abrirá a las 18.00 horas con una banda local: Niño Brown y Los Rokipankis, que son precisamente los autores del himno que este año estrenará el Tomate Blues. Hay expectación por oírlo, claro.
Desde Vigo llegarán a continuación los músicos de The Soul Jacket, con su rock and roll clásico. El plato fuerte del cartel aterrizará desde Cantabria, Los Deltonos, con más de 33 años a sus espaldas y que prometen una noche inolvidable. El festival lo cerrará una banda británica, The Luke Bourman Band, conocidos por su mucho y buen guitarreo.
La jornada, de entrada gratuita, contará también con la ya tradicional fritá de tomate, que servirá para seguir promocionando el bombón colorao de Los Palacios y Villafranca, que entre otros récords ostenta desde 2013 el de la mayor fritada de tomates del mundo, de 2.662 kilos de peso.
Durante la presentación del cartel, que tuvo lugar, como otros años, en la sala La Fábrica, Carvajal agradeció el trabajo de la asociación cultural Tomate Blues, “una labor fundamental para dar a conocer una música minoritaria como es el blues”, remarcó, “apartándose de etiquetas comerciales y de modas pasajeras”.