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Vista al acueducto del Parque de Pandero, una de las zonas que se quieren recuperar.
La Sociedad Espeleológica ‘Geos’ ha comenzado el estudio de las minas de agua y todo el pasado histórico de Gelves relacionado con el agua y la forma en que los romanos, entre otros, idearon para que llegase sin problemas a la localidad históricamente.
Su trabajo es fruto del convenio firmado recientemente entre el Ayuntamiento de Gelves y esta entidad, cuya primera campaña de actuación va a centrarse en descubrir y estudiar las cavidades (naturales o artificiales) del término municipal, con la intención de ponerlas en valor, recuperando el patrimonio y la historia de la localidad vinculada al agua.
Una vez firmado el acuerdo, dos de los representantes de esta asociación sin ánimo de lucro, Mercedes Millán y Genaro Álvarez, acompañados por la delegada municipal de Cultura, Alicia Oliveros, visitaron varias localizaciones del municipio donde existen vestigios de antiguas minas de agua, albercas y galerías subterráneas.
Puntos concretos
Concretamente estuvieron en el parque municipal de El Cañuelo, donde existe la entrada a una antigua Mina de Agua; el parque del Pandero, que cuenta con un antiguo acueducto además de dos albercas que reconducen aguas subterráneas; y el Polideportivo Municipal, donde hay una alberca que también recoge agua de la cornisa y que fue reconducida a una fuente próxima.
Según Genaro Álvarez, “sabemos por las redes sociales y testimonios de vecinos/as, que existen galerías incluso en terrenos privados que podrían darnos luz en nuestra investigación”, y con esta finalidad, se ha habilitado una dirección de correo electrónico, patrimoniogelves@ayutamientodegelves.com donde las personas que tengan conocimiento de la existencia de cualquier elemento relacionado con las aguas subterráneas en el municipio (fuentes, albercas, lumbreras, minas,...) pueden ponerse en contacto con el Consistorio para incluirlas en el mencionado estudio y aportar así más información interesante al mismo.
Historia en forma de agua
Las conducciones de agua serán puestas en valor, aunque hay puntos concretos que se pueden ver, como la entrada a las minas del agua, que habla por sí misma de la importancia que los romanos daban a su arquitectura y cómo aprovechar la caída del terreno para garantizar la llegada de agua potable a sus núcleos de vida,.
En su interior hay una serie de galerías van a ser ahora estudiadas en profundidad para sacar a la luz toda su historia.
Sobre este sinfín de vestigios romanos existen varios estudios, aunque uno de los más completos lo publicó el historiador Daniel Pineda Novo en el libro «Gelves, entre la historia y la poesía».
En él se refleja que el pueblo debía ser un lugar fortificado y de cierta importancia, lo que demostraría esta mina de agua, descubierta casualmente entre la maleza en 2002, y cuyos pasadizos atraviesan la enorme colina de la cornisa del Aljarafe, según la leyenda mezclada con la historia.
La restauración realizada en su día permitió descubrir una fachada formada por un lienzo de pared de ladrillos de tacos árabes que se fecharía en torno al siglo XV, según el historiador, y que es, en sí misma, todo un monumento natural.