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Pilar Rodríguez en su local de trabajo. / El Correo
Que Pilar Rodríguez es una artesana con todas las de la ley es algo que saben todos los que la rodean. Pero ahora, esta saltereña ya lo es oficialmente, toda vez que La Comisión de Artesanía de Andalucía, órgano adscrito a la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio, le ha otorgado la 'Carta de Maestras Artesana’, que le da oficialidad a algo que la distingue sobre muchos de sus compañeros: la artesanía en papel.
Se trata de un importante reconocimiento para su empresa, ’Artesanía del papel’, que se dedica hace casi 20 años a la encuadernación y elaboración artesanal, a pequeña escala, de papel.
Con el apoyo del programa LiderA que gestiona el Grupo de Desarrollo Rural Aljarafe-Doñana (ADAD), esta pequeña empresa familiar dio un importante paso, incrementando de forma considerable la capacidad de producción de papel y comercializando nuevos productos.
Para sacar adelante la última fase de la empresa, Pilar tuvo que contar con una nueva pila papelera de 6 kilos de capacidad cuya compra subvencionó el programa LiderA (fondos FEADER y de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural), “lo que nos ha permitido avanzar mucho en la producción, y no tener que estar haciendo pequeñas piladas”, explica la empresaria.
Una química artesana
María Pilar, licenciada en química de formación, es una autodidacta que ha hecho de su afición por la artesanía su forma de vida. “Siempre me han gustado las artes plásticas y llegué al mundo del papel de casualidad, a través de un curso de iniciación al reciclaje de papel. A partir de ahí despertó todo”, destaca.
En 'Artesanía del papel’, ella y su marido, Salvador, trabajan desde el año 2000 realizando principalmente encuadernaciones, y todo mediante una formación tan llamativa como dedicarse “a romper libros y así aprendí. Empecé a encuadernar, probar y crear”. En los últimos años, sin embargo, su taller se ha especializado en trabajar obras de papel que inspiran emociones.
También es importante destacar el trabajo de reciclaje de papel, ropa y fibras usadas que realizan para dar vida a sus nuevas láminas, con materiales tan singulares como la ropa vaquera.
De hecho, uno de los últimos productos que ha salido de esta casa-taller de Salteras es la colección de cuadernos de notas realizada de telas vaqueras, obras que invitan a reflexionar sobre la segunda oportunidad que en tantos casos se le puede dar a los bienes de consumo que forman parte del día a día.
Varias inversiones
Además de la nueva pila papelera, con la ayuda del LiderA, esta pequeña empresa ha podido adquirir otras maquinarias que están facilitando sobremanera la elaboración artesana de papel, y “que han multiplicado la producción, permitiéndonos incluso poder vender a artistas para grabados, acuarelas, etc., algo que antes ni nos podíamos plantear”, y ahora les ha llegado este importante espaldarazo a su labor.
Y no es fácil, ya que para ser oficialmente artesano hay que pasar una serie de filtros, que ha conseguido superar con nota.
Así, se tiene que demostrar haber tenido influencia en la potenciación de su oficio, ejercer un oficio en riesgo de extinción o dedicarse a la recuperación de una actividad artesanal desaparecida, tener incidencia que haya tenido en la mejora de los métodos tradicionales de producción o realizar trabajos de investigación realizados, títulos académicos relacionados con la materia.
Se pide la transmisión de sus conocimientos artesanos, quetenga influencia su actividad sobre la conservación del patrimonio cultural de Andalucía, además de sobre el desarrollo económico de una zona en concreto.