La cantera de la música

Guillena cuenta con dos bandas, escuela, orquesta de cuerda, banda juvenil, coro, directores y compositores

08 mar 2017 / 21:38 h - Actualizado: 08 mar 2017 / 21:38 h.
"Música"
  • Banda Municipal de Guillena. / El Correo
    Banda Municipal de Guillena. / El Correo

El nombre de Guillena es sinónimo de música. Arte intrínseco y definitorio de la identidad del pueblo, afición secular, que incluso se elige como profesión más que mero divertimento. Y con su profesionalización, bandas, músicos y autores pueblan el panorama musical.

«Utrera tiene los mostachones, y Guillena la música», refiere Ana María Serrato, concejal de Educación y Música, citando al guillenero Francisco Javier Gutiérrez Juan, director de la Municipal de Sevilla. A él «debemos la profesionalización de la música en Guillena», contribuyendo a afianzarla como patrimonio y salida profesional.

Triguero fue el músico precursor en el siglo XIX. Sin fecha exacta de creación, se conoce la existencia de la banda municipal de Guillena en 1860. Actualmente la integran 65 componentes y cuentan con importantes compromisos profesionales en las provincias de Sevilla y Cádiz. En sus años de trayectoria ha formado a sus músicos, muchos han dado el salto a titulaciones superiores, «con gran ansia por la música», explica Antonio Romero, su director. Cuestión que «gratifica igual» que la labor solidaria «colaborando con las hermandades locales o la visita navideña a la planta de infantil del hospital Macarena, llevando regalos y música a los niños enfermos».

Las bandas han incentivado el interés por la música y su profesionalización. A ello hace referencia Miguel Romero, director de la banda de Nuestra Señora de la Granada. Creada en los 70 del siglo XX, tras la escisión de un grupo de la municipal, es «una banda de pueblo» que contribuye «a mover la cultura musical». Integrada por 50 músicos, ha actuado a lo largo de la geografía andaluza. Ofrece formación básica e incluso los instrumentos a los músicos, a los que anima a continuar su formación. «Muchos somos hoy día profesionales gracias a los inicios en la banda». Cumple además una labor social transmitiendo disciplina, conocimientos y convivencia «prácticamente de forma altruista».

Redunda en ello Francisco Olmo, director de la escuela de música, quien resalta «la inclusión e integración de los jóvenes gracias a la música». Creada en 1982, de titularidad municipal y homologada por la Junta de Andalucía, imparte grado elemental. Designada desde el pasado año con el nombre de su primer director, Gutiérrez Juan, cuenta con una plantilla de 17 profesores y la curiosidad «de ser pionera en impartir formación en fagot, incluso antes que Sevilla». En el presente curso acoge a más de 200 alumnos, y oferta música y movimiento, lenguaje musical, violín, viola, violoncelo, contrabajo, piano, guitarra clásica, trompeta, trompa, trombón, tuba, flauta travesera, oboe, fagot, clarinete, saxo, percusión y canto lírico.

Como talleres se ofrece guitarra flamenca y eléctrica, canto moderno y baile flamenco. Desde la institución se crea igualmente la banda juvenil, la orquesta de cuerda y el coro de voces blancas. Entre sus actividades se encuentran audiciones a final de cada trimestre, conciertos de Navidad o la participación del coro en el concierto navideño de la municipal sevillana. Para incentivar la afición a la música y el acercamiento a su formación, los profesores llevan a cabo representaciones de teatro musical para los colegios locales.

El Ayuntamiento destina una importante partida presupuestaria a la escuela de música –unos 140.000 euros–, así como una aportación para las bandas – 2.500 euros para cada una–. Desde las delegaciones de Educación, Música y Cultura, se realizan actividades, conciertos y concursos, como el certamen Maestro Olmo o el de música de cámara en mayo. «Fomentamos que los músicos locales se formen y que se les pueda abrir una ventana profesional en ese ámbito», explica Serrato, de ahí la decidida apuesta municipal y el apoyo a distintas iniciativas de formación, como a la asociación cultural Maestro Olmo, organización sin ánimo de lucro y dedicada a ofrecer cursos y formación especializada.

La música en los guilleneros va implícita en la sangre. Largas sagas familiares han vivido y fomentado la música: Olmo, Pizarro, Martín, Puntas... Muchos son los músicos que han salido de su localidad para integrar bandas, militares –Soria 9 o la Legión– o civiles, orquestas y grupos, para impartir clases en conservatorios incluso fuera de nuestras fronteras. Guillena destila a través de los repertorios procesionales, con marchas tan reconocidas como A ti, Manué, de Juan José Puntas, o Aniversario Macareno, de José Velázquez. Y desde la localidad se dirigen formaciones, como Gutiérrez Juan o Wolfgang Puntas, en las municipales de Sevilla y Gerena, respectivamente.

Entre Guillena y la música se produce una «simbiosis, en la que ambas dan y reciben mutuamente», afirma Serrato. «Debemos mucho a los músicos, pues nos han colocado en el mapa». Para el director de la banda de la Granada, «es el pueblo el que está en deuda con la música, sobre todo las instituciones y las administraciones». Son los músicos los que «exportan el nombre del pueblo». Olmo señala que «Guillena le debe a la música parte de su identidad», siendo una «inagotable cantera de músicos». La música es «un sentimiento» que «nos lo da todo», apunta Antonio Romero, quien asegura que «aquí, los niños antes que futbolistas quieren ser músicos». Una tradición que consigue que, sin duda, Guillena suene a música.