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Nave de la asociación de la Cabalgata de Reyes Magos de Villaverde del Río, donde se construyen de forma artesanal las carrozas por un centenar de vecinos (Foto: Francisco J. Domínguez) -
Los detalles se cuidan mucho en las carrozas de Villaverde del Río (Foto: Francisco J. Domínguez) -
Cientos de horas de trabajo desinteresado crean carrozas únicas (Foto: Francisco J. Domínguez) -
Más de 3.000 flores de papel adornan una carroza de estética hippie (Foto: Francisco J. Domínguez) -
Cada persona aporta lo que mejor sabe hacer para elaborar cada elemento de las carrozas (Foto: Francisco J. Domínguez) -
La decoración se elabora de forma artesanal por los vecinos (Foto: Francisco J. Domínguez) -
Los jóvenes también se implican en la Cabalgata (Foto: Francisco J. Domínguez) -
El Nacimiento es una de las carrozas fijas de esta Cabalgata (Foto: Francisco J. Domínguez) -
El papel y la paciencia consiguen crear la magia de las carrozas (Foto: Francisco J. Domínguez) -
Los artistas y artesanos locales se afanan en concluir las carrozas para su exposición el día 4 de enero (Foto: Francisco J. Domínguez)
La de Villaverde del Río, una Cabalgata hecha con las manos y el corazón
Centenares de vecinos trabajan de forma desinteresada y desde hace meses en la construcción artesanal de las carrozas de una de las cabalgatas más veteranas y artísticas de la provincia
La Cabalgata de Villaverde del Río es conocida por su cuidada estética, en un desfile de carrozas preciosistas y elegantes. Para poner este cortejo en la calle, cientos de personas trabajan sin descanso por amor al arte y a las tradiciones de su pueblo, poniendo el alma y el corazón para que la ilusión siga recorriendo la localidad en la tarde del 5 de enero.
En 2023 la Cabalgata de Reyes Magos alcanzará su edición número 68. Aunque hay constancia a principios del siglo XX del desfile de Sus Majestades a caballo, es en 1955 cuando sale la primera Cabalgata como tal, organizada por el Secretariado Parroquial de Caridad y a partir de 1968 por Cáritas Parroquial. Así se mantendría hasta 1991, cuando se crea la Asociación Cultural de la Cabalgata de Reyes Magos, continuadora hasta nuestros días.
Esta trayectoria la ha asentado como una de las fiestas grandes de la localidad junto con la romería de Aguas Santas y el 8 de septiembre, día de la Virgen. Y para mantener el esplendor y el nivel estético y artístico de sus carrozas el pueblo se vuelca, poniendo ilusión y dedicación con meses de antelación.
Compañerismo, colaboración y convivencia para hacer una Cabalgata especial y única
El pistoletazo de salida fue el día 1 de octubre con la elección de la Estrella de la Ilusión. Un papel con el que sueñan todas las niñas y jóvenes villaverderas, elegido mediante sorteo público. Los Reyes Magos, por su parte, han de inscribirse en un listado que ya va por el año 2029. A estas cuatro figuras y la carroza del Nacimiento se suman las de acompañamiento, que grupos y familias proponen a la asociación. Aquí cabe cualquier temática salvo las que puedan generar polémicas – política y fútbol, por ejemplo – o que estén fuera de lugar para un desfile como este. Tras la adjudicación por parte de la asociación, el día 18 de octubre se abrió por primera vez la nave de la entidad para comenzar los trabajos.
Este año serán 12 carrozas. Salvo las de la Estrella y los Reyes Magos – que se elaboran en emplazamientos privados para conservar hasta el último momento la sorpresa – se construyen de forma artesanal en las dependencias de la asociación. Aunque cada grupo se encarga de la suya, reina el compañerismo, la colaboración entre vecinos, acabando cada jornada de trabajo con un ratito de asueto, comida y bebida para compartir. Son tanto esta convivencia como la dedicación desinteresada las que hacen a esta Cabalgata especial y única, y que le confieren la distinción que presenta.
Fantasía y naturaleza, animación, películas o civilizaciones antiguas son algunos de los temas que año tras año se van desarrollando, buscando siempre la novedad y la originalidad, a veces sin límites. Fuentes que brotan agua de forma real, pebeteros de incienso, luces, vidrieras... todo cabe y todo se consigue en estas carrozas. Un trabajo artesanal pero también a contrarreloj, que finalizará el día 4 de enero cuando se abra la nave para exponer todas las carrozas concluidas antes del desfile.
La práctica totalidad del pueblo está implicada en la Cabalgata
Los grupos encargados de su elaboración – donde hay personas de toda edad – se organizan con un responsable y unas normas, aprovechando lo mejor que cada miembro pueda aportar. Es común contar con un artista, licenciado en Bellas Artes o aficionado, que aporte las directrices estéticas. “Nunca faltan artistas en Villaverde”, ya que la Cabalgata determina la afición y la dedicación al arte en muchas personas, explican desde la organización.
Junto al centenar largo de artesanos, cada carroza se completa con figurantes, desde bebés hasta personas mayores, hasta rozar los 250 participantes en la comitiva. De este modo, entre creadores, constructores, personajes y acompañantes, prácticamente toda la población está de una forma u otra implicada en la Cabalgata, lo que supone un aliciente para la localidad.
Los diseños y la estética han ido evolucionando, como también lo han hecho los materiales. De la madera, alambre y el papel picado de los primeros años se ha pasado al polispán, cuya versatilidad permite crear formas, figuras y personajes. Sin olvidar el papel – especialmente el dorado, muy característico de esta cabalgata – y toneladas de pintura y cola.
Meses de trabajo desinteresado para crear ilusión
Los materiales son adquiridos prácticamente en su totalidad en negocios del pueblo. Igualmente, son diseñadores, costureros y modistas locales los que elaboran los atuendos y disfraces de los figurantes. La Cabalgata supone también un revulsivo económico para la localidad, en la que se invierte para su preparación una considerable cifra.
Con una horquilla entre los 500 y los 1.000 euros por carroza, parte de su coste se sufraga a través de la asociación, que realiza distintas actividades para recaudar fondos – una tómbola con regalos aportados por los vecinos, buñolada y tómbola de flores, el conocido evento La Caca de la Vaca, rifas y ventas –, así como con las aportaciones del grupo que la realiza. Según estimaciones, la Cabalgata – incluyendo las dos bandas de música, los materiales y el valor del trabajo de las personas que construyen las carrozas – puede superar los 300.000 euros.
Pero la mayor partida, la mano de obra – incontables horas tanto dentro como fuera de la nave desde octubre hasta enero – no tiene coste. Todo el trabajo se realiza de forma voluntaria y desinteresada, ya que nadie percibe más retribución que poder dar vida a la ilusión, así como la satisfacción de ver el fruto de su trabajo y el disfrute de los vecinos y visitantes en la calle. Y todo en una Cabalgata en la que Villaverde del Río pone año tras año su arte, su alma y su corazón.