Virus del Nilo

La Junta gastará 100.000 euros para fumigar los mosquitos con drones

El Gobierno andaluz pide la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, las Diputaciones de Huelva y Sevilla, los pueblos afectados y los arroceros

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
01 sep 2020 / 21:49 h - Actualizado: 01 sep 2020 / 21:52 h.
"Virus del Nilo"
  • La Junta gastará 100.000 euros para fumigar los mosquitos con drones

Tan solo unas horas después de la larga reunión que mantuvieron ayer el delegado de la Junta de Andalucía en Sevilla, Ricardo Sánchez, y la viceconsejera de Salud y Familia, Catalina García, con 14 alcaldes de los municipios sevillanos afectados por el virus del Nilo que transmiten los mosquitos de la marisma, las más altas instancias de la Junta de Andalucía no han esperado siquiera a la reunión técnica de mañana, sino que el consejero de Presidencia, Administración Pública e Interior, Elías Bendodo, ha anunciado al mediodía de hoy la inmediata licitación de un contrato de emergencia por valor de 100.000 euros para la fumigación mediante drones de zonas de pantanales y arrozales alejadas de los cascos urbanos afectados.

Bendodo ha insistido en que “el objetivo es acabar con el mosquito y prevenir su reproducción en el futuro”, para lo que ha pedido la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), las Diputaciones de Sevilla y Huelva, la Federación de Arroceros y, evidentemente, de los municipios afectados, que son precisamente los que han instado en los últimos días a que fuera la Junta la que tomara las riendas del asunto, no solo por una cuestión de capacidades y competencias, sino también de financiación, pues muchos pueblos, como Coria del Río, La Puebla, Los Palacios y Villafranca o Lebrija, entre otros, se han gastado en estas últimas semanas varias decenas de miles de euros pero no estaban dispuestos a continuar asumiendo esos gastos para lucha que trasciende los límites de la provincia.

El consejero ha anunciado hoy una inmediata reunión técnica en la que participarán representantes de las consejerías de Salud y Agricultura, Pesca, Ganadería y Desarrollo Sostenible con delegados de Medio Ambiente de los municipios, la CHG y la Federación de Arroceros para abordar esta actuación. En este sentido, los términos municipales ubicados en las marismas del Bajo Guadalquivir y las agrupaciones contiguas de municipios han sido declaradas “Zonas de especial actuación”, lo que supone la aplicación de determinadas medidas específicas que serán recogidas en un programa de actuación elaborado por los servicios municipales o la Diputación en cuestión, conjuntamente con la Delegación provincial de la Consejería de Salud correspondiente o el Distrito sanitario en quien delegue. El programa de actuación se elevará a la Consejería de Salud para su aprobación, la cual podrá recabar el asesoramiento técnico de aquellos profesionales que, en cada caso, estime oportuno.

Comisión técnica

Mañana se constituirá la comisión técnica encargada de elaborar los planes concretos de actuación en los municipios afectados por la declaración de zona de especial actuación y el plan estratégico de prevención para recibir las aportaciones de municipios, Diputación, Confederación y empresarios del sector arrocero. Este programa de actuación, según la Junta, debe tener implantación desde el próximo año, y posteriormente mantener una continuidad anual, y debe incluir distintas líneas de actuación que abarquen desde el diagnóstico de la situación hasta el control de los mosquitos y larvas.

Las estrategias de actuación contempladas en la fase II, en la que ya deberían situarse municipios como La Puebla del Río y Coria, según han insistido sus respectivos alcaldes, incluyen actuaciones de control del mosquito y sus larvas a medio plazo y en una extensión territorial mayor respecto al área periurbana. Esta segunda fase tiene, además, una primera etapa muy relevante denominada “diagnosis de situación” a través de la cual se encauza el tratamiento adulticida a localizaciones concretas y la utilización de productos químicos de manera más localizada, lo que reduce el riesgo para la salud y para el medio ambiente. También lleva a cabo la localización y seguimiento de los focos larvarios potenciales y funcionales, con objeto de llevar a cabo el tratamiento con productos larvicidas autorizados.

En el informe se detalla que la complejidad y extensión del problema requiere de una actuación integrada y extendida en el espacio y en el tiempo, lo cual exige una planificación y coordinación de las posibles medidas preventivas y de control poblacional vectorial, sólo posibles con un programa de control diseñado y realizado por personal experto y con la colaboración de las administraciones competentes. La prioridad es prevenir la aparición de nuevas emergencias de adultos, por lo que es crucial poner el acento en la eliminación de los mosquitos en sus fases pre-imaginales (huevos, larvas o ímagos). Todo ello sin olvidar que la eliminación de los adultos presentes debe realizarse en paralelo, para evitar la réplica de un nuevo ciclo larvario.