Después de tres semanas de guerra sin cuartel contra el mosquito marismeño que propaga el llamado virus del Nilo, que en Sevilla afecta ya a medio centenar de personas, de las que 15 permanecen ingresadas (cuatro de ellas en la UCI) y ha acabado con la vida de tres, la Junta de Andalucía se encargará específicamente de combatirlo con un plan de actuación que presentará mañana miércoles, según prometió ayer la viceconsejera de Salud y Familia, Catalina García, a los 14 alcaldes que se reunieron con ella en la Delegación del Gobierno andaluz en Sevilla. Los regidores municipales de pueblos más o menos afectados, como Coria y La Puebla del Río, principalmente, pero también Gelves, Isla Mayor, Aznalcázar, Almensilla, Camas, Bormujos, Mairena del Aljarafe, Lebrija, Las Cabezas de San Juan, Los Palacios y Villafranca y Utrera, a los que se unió a última hora Morón de la Frontera, llevaban días solicitando que fuera la Junta de Andalucía quien asumiera las competencias y la financiación de una lucha que va mucho más allá de la fumigación puntual de un pueblo o una comarca y que afecta ya a varias provincias.
Tras la reunión de ayer, que duró casi tres horas pero de la que los alcaldes salieron satisfechos, la viceconsejera de Salud y Familia los ha vuelto a convocar para mañana por la tarde a una nueva cita en la que se pondrán sobre la mesa cuestiones técnicas y un plan específico de actuación por parte de la Junta que no solo supone la asunción de competencias por parte del Gobierno autonómico, sino también de “buena parte de su financiación”, según han entendido los alcaldes y explicó a este periódico el de Coria del Río, Modesto González (Andalucía por Sí). “Es lo lógico”, aseguró González, “que los Ayuntamientos colaboremos incluso con parte de la financiación, como ya hacemos, pero que la mayor parte del gasto lo asuma la Junta de Andalucía”.
Era lo que pedían desde hace días sus homólogos de La Puebla del Río, Manuel Bejarano (PSOE), o de Los Palacios y Villafranca, Juan Manuel Valle (IU). Este último valoraba anoche “el clima de cooperación institucional en la reunión” y que la Junta vaya a invitar también a la colaboración y a la reunión de mañana a la Diputación provincial de Sevilla, a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y a la Federación de Arroceros. En rigor, cuantas más instituciones participen, más se dividirá la responsabilidad y el costo de esta lucha que en muchos pueblos empezaron a mediados del pasado mes y que hasta ahora, siguiendo el protocolo de la Junta, ha supuesto la aplicación de una primera fase consistente en la fumigación pero que a partir de ahora, en la segunda fase de esa actuación orientada por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la propia Junta, exigirá “expertos que no tenemos”, según han coincidido en señalar estos días varios alcaldes.
Plan estratégico a largo plazo
“Lo que le pedimos a la Junta es celeridad y que no dilatemos más los tiempos”, decía anoche el regidor de Coria del Río, porque “nosotros, desde el Ayuntamiento, terminamos ya con la primera fase y hace ya una semana que teníamos que estar con la segunda, aunque si ahora se va a incorporar la Junta, que es lo que exigíamos los alcaldes, nos parece perfecto”. En la localidad ribereña, desde luego, ya están ultimando un plan de choque para la eliminación de larvas y la prevención para los próximos años con una empresa experta de Valencia, Loquímica. “Nos hemos tenido que adelantar”, asegura el alcalde coriano, “pero lo que necesitamos es un plan estratégico a largo plazo que no solo combata el mosquito ahora mismo, por la urgencia que tenemos, sino también a largo de los próximos años, porque ahora es el virus del Nilo y más tarde puede ser otra enfermedad”.
El protocolo de la propia Junta de Andalucía reconocía que “la complejidad y extensión del problema requiere de una actuación integrada y extendida en el espacio y en el tiempo, lo cual requiere de una planificación y coordinación de las posibles medidas preventivas y de control poblacional vectorial solo posibles con un programa de control diseñado y realizado por personal experto”. El programa de control que exige la segunda fase incluye identificación y cartografiado del área de objeto de control con la delimitación de los espacios en los que se va a llevar a cabo los métodos de control y seguimiento, un servicio biocida, controles adulticida y larvicida, medidas correctoras o relativas al saneamiento o a la restauración del medio (encauzamiento y desecación de áreas no naturalmente inundables), etc., y todo ello escapa, desde luego, de la capacidad de un Ayuntamiento o de varios.
Los expertos consideran que el de este año es el mayor brote de virus del Nilo por el aumento en un 30 % de los mosquitos que hay en los humedales del Parque Nacional de Doñana y del río Guadalquivir.