¿Y si la solución a la pelea entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja fuese una croqueta? Puede parecer una utopía, pero un hostelero de Castilleja de la Cuesta ha decidido mediar en el conflicto entre la tonadillera y su hijo y aportar lo que mejor sabe hacer en su negocio: una croqueta. Solo que es una croqueta muy especial, porque la ha creado con la receta de Pollo a la Pantoja que la cantante popularizó en su restaurante, y rebozadas con kikos, “una forma de intentar reconciliar a una madre y un hijo por encima de sus diferencias”.
Par empezar, José María Tavallo, que así se llama el ideólogo, tiene su negocio, ‘La croqueta coqueta’, en la misma localidad en la que vive Kiko Rivera, e incluso alguna vez ha ido a su negocio a comprar algunas de sus ideas. Eso se ha unido a que “como padre, no concibo que un hijo y una madre puedan estar enfadados, y menos por temas de dinero que seguro que se pueden solucionar”, así que decidió echar mano de su cocina y crear la que ha llamado ‘La croqueta de la Paz’.
La receta de ‘La Cantora’
Y es que Isabel Pantoja regentó entre 2001 y 2005 ‘La Cantora’, un restaurante en Fuengirola en el que la estrella era el ‘Pollo a la Pantoja’. Ese plato se hizo muy popular el tiempo que el negocio estuvo abierto.
José María Tavallo ha cogido sus ingredientes y la elaborado el corazón de la croqueta: Pollo entero troceado, cebolla, puerro, tomate pera, diente de ajo, pimiento verde, romero fresco, tomillo fresco, laurel hoja, caldo de pollo casero, cerveza, guindilla de Cayena, harina de trigo para rebozar, aceite de oliva virgen extra y pimienta negra molida.
El nombre del Dj, rebozado
Todo ello lo ha unido en sus croquetas habituales, y lo ha rodeado de un rebozado de kikos, en alusión al propio nombre del Dj hijo de la cantante y Paquirri, y el resultado ya está listo para comer.
"Sé que solo es un gesto, pero si este gesto sirve para que madre e hijo al menos reflexionen sobre lo que está pasando, algo habremos ayudado para solucionar algo que seguro que no es agradable para ellos”, ha explicado, recordando que “por mucha pelea que haya entre ellos, por mucha discusión que tengan por bienes materiales, no deberían olvidar que son madre e hijo, y eso es más importante que cualquier cosa que puedan unir o separar a dos personas”.
Con todo, la croqueta ya está elaborada. El gesto se ha lanzado, y ahora falta que las partes lo tengan en cuentan y reflexionen. Si de paso, Kiko se quiere pasar por la empresa a recoger unas cuantas y probarlas, mejor que mejor.