En un instituto se escribe a diario, a veces mucho, pero no todos los días una editorial del prestigio de Alfar decide publicar lo más selecto de lo que han pensado, escrito y corregido los propios alumnos de la ESO. Ayer se presentó un libro excepcional en el IES Al-Guadaíra -en la localidad sevillana del mismo nombre- que, bajo el título Con todos los sentidos, da buena cuenta de hasta qué punto la reflexión profunda y la coordinación del profesorado puede contribuir al enriquecimiento de la propia biblioteca con autores tan cercanos. “Las palabras pueden construir un mundo más justo en el que desaparezcan determinados comportamientos, costumbres e incluso expresiones que atentan contra la dignidad de los seres humanos”, ha dicho, satisfecha con el resultado, Rocío de Castro Ruiz, profesora de Lengua castellana y Literatura y coordinadora del Plan de Igualdad del centro, después de que las familias hubieran asistido al acto de presentación a través del canal de Youtube del instituto.
El libro consta de 13 microrrelatos, 22 poemas y seis ilustraciones que han sido seleccionados por una comisión de profesores atendiendo a criterios de originalidad y calidad literaria. Los textos son realmente sorprendentes, y todos giran en torno al concepto de igualdad, y no solo de género. El relato “Marta y Javier”, por ejemplo, de Lucía Peral Campos, de 1º de ESO, trata de una pareja en la que él no entiende que ella trabaje fuera de casa y por eso la chica vuelve con sus padres. Lola Yanes López, de 2º, trata en “Lágrimas en el corazón” de una maltratada que parece narrar la experiencia de sus miedos cuando ya es demasiado tarde. Zahira Barbero Reyes, de 4º, por su parte, construye en su texto la confesión amorosa de una chica lesbiana a su amiga que acaba sin dramatismos. Yoel Fernández Reinoso, de 2º, se sorprende a sí mismo en un microrrelato que, titulado “La capitana”, está protagonizado por una jefa de bomberos. En el breve relato “Entre dos”, Adrián Lérida Benítez, de cuarto curso, construye la inquietante trama de una chica a la que le hacen una prueba para entrar a trabajar en un taller mecánico pero finalmente la hacen firmar un contrato de limpiadora mientras su puesto se lo dan a un chico.
Hay incluso algunos microrrelatos anónimos, como el titulado “Mi nueva dieta”, sobre un vegetariano que consigue vencer los miedos por el qué dirán, o el muy recomendable “La merienda”, protagonizado por un chico deslenguado y hasta cruel cuya compañera se sorprende al tener que hacer un trabajo en su casa y descubrir a sus dos mamás.
También la sección lírica da mucho de sí, con poemas protagonizados por chicas las que les gusta el fútbol o el baloncesto, poesías que denuncian las violaciones, los asesinatos y los prejuicios y hasta textos en los que la igualdad que se reivindica no es la de género, sino la de raza o religión.
“En la literatura podemos reflexionar, denunciar y, sobre todo, concienciar a los lectores de que es preciso actuar para erradicar el machismo, el racismo y, en general, las conductas que niegan la diversidad”, ha recalcado la profesora De Castro, convencida de que “con este tipo de actividades aprendemos todos: profesorado, alumnado y, en general, los miembros de la comunidad educativa”.
A lo largo de este curso que ya acaba, los docentes del centro han animado a sus alumnos para que escriban textos sugerentes, relatos o poemas breves que acogiesen diferentes perspectivas del concepto de igualdad. Aunque el proceso ha sido largo y laborioso, cargado de orientaciones, ideas, correcciones y reelaboraciones de los textos, Rocío de Castro y la directora del centro, Mónica López Ramírez, no ocultan su satisfacción por el resultado. “Hemos conseguido una obra coral que irá a parar a la biblioteca de nuestros estudiantes, a la que siempre podrán recurrir para rescatar la voz que nos une a todos en la lucha por la igualdad, la libertad y la democracia”, asegura la directora.