Agricultura

Los regantes del Bajo Guadalquivir en pie de guerra: o agua o movilizaciones

Le piden a Confederación una dotación de menos de 13 hectómetros cúbicos para no perder sus cultivos ni los miles de puestos de trabajo derivados

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
06 jul 2021 / 18:30 h - Actualizado: 06 jul 2021 / 18:33 h.
"Industria","Agricultura","Cooperativas","Coag","Sequía"
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Los regantes de la comarca del Bajo Guadalquivir, con centro neurálgico en Lebrija, han avisado hoy: o reciben el agua que le están exigiendo a la Confederación Hidrográfica del Bajo Guadalquivir (CHG) o comenzarán un período de movilizaciones que va a poner “en grave peligro la paz social imperante en la comarca”. Así lo acaban de señalar en un comunicado conjunto la cooperativa Las Marismas de Lebrija y la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), después de compartir con la propia Confederación la premisa de que “el objetivo es impedir que la cuenca entre en situación de emergencia”. “Estamos de acuerdo, y confiamos en que ningún regante desea esta situación”, han señalado en el comunicado, “pero según el mismo Plan Especial de Sequía aún queda margen para proteger a toda la cuenca de ese estado, ya que el umbral para entrar en situación de emergencia está en 914 hectómetros cúbicos embalsados y actualmente hay 1.736”.

El acuerdo de movilizaciones si no se consigue agua en los próximos días se ha tomado después de la asamblea informativa celebrada el pasado viernes en Lebrija, convocada por las comunidades de regantes, las cooperativas, los alcaldes de la comarca y COAG Sevilla. Los regantes argumentan que los cultivos de esta zona regable son de marcado carácter social, como los hortícolas, la remolacha, el tomate de industria y el algodón, que mantienen el tejido productivo rural con industria asociada, que se han acometido importantes inversiones en obras de modernización de regadíos, por los que se usan sistemas de riego bastante eficientes y, sobre todo, que necesitan poca agua: menos de 13 hectómetros cúbicos para cubrir sus necesidades de riego y así no perder unos cultivos que, si no se han secado ya, lo harán en las próximas semanas. Los regantes se encuentran “en una encrucijada”, insisten, “porque están a punto de agotar sus dotaciones de riego y van a tener que abandonar cultivos que demandan mucha mano de obra”.

Efecto dominó

“A los jornales perdidos”, señalan, “hay que añadir la reducción de actividad económica y el cierre de establecimientos de la industria auxiliar y cooperativa que se producirá por el abandono de los cultivos”.

Los regantes aseguran que su petición se basa “en los datos de la tabla de referencia con la que se decide cuál es el volumen adecuado para desembalsar según el volumen embalsado en cada sistema y mes del año, confeccionada en base a la experiencia de situaciones de sequía de los últimos 15 años”. Con tal referencia, insisten, “en ningún momento se ha llegado al máximo desembalse que el sistema soportaría sin comprometer la cuenca”.