Ni la llovizna puede con el alegre caminar de los rocieros de Morón

La hermandad, que ya tuvo el año pasado su encontronazo con la lluvia, evita este año en su transitar la carretera en dirección a la Hacienda Morcillo

María Montiel marmondua /
30 may 2017 / 09:10 h - Actualizado: 30 may 2017 / 09:12 h.
"El Rocío en la provincia","El Rocío 2017"
  • El Simpecado de Morón de la Frontera enfila el camino hacia la aldea de El Rocío. / M.M.
    El Simpecado de Morón de la Frontera enfila el camino hacia la aldea de El Rocío. / M.M.
  • Las calles de Morón despidiendo a los romeros. / M.M.
    Las calles de Morón despidiendo a los romeros. / M.M.

Como si una gran fiesta celebrara, Morón de la Frontera amanecía este lunes con el tronar de los cohetes. Un pueblo que vive intensamente la salida del Rocío camino de la aldea almonteña y que no defrauda a los romeros en el inicio de su peregrinaje.

Después de varios días de nervios, una nublada mañana recibía las primeras horas que se viven con intensidad en la misa celebrada en la catedral de la Sierra Sur. La iglesia de San Miguel repleta acogía la misa de romeros previa al inicio de la peregrinación. En las escalinatas una hilera de pequeños miraban embobados los bueyes que tiran de la carreta del Simpecado. A diferencia del año pasado, cuando la lluvia posponía la salida a la tarde, los niños de los centros escolares se echaron a las calles para despedir a los romeros camino a Almonte. Mientras, dentro de la iglesia, una emotiva misa al son de las clásicas salves. Ni un alfiler entraba mientras se celebraba la homilía. Momentos especiales como el vivido por una de las peregrinas, ataviada con el clásico traje de flamenca, quien tocaba los primeros acordes del Ave María al son del violín, un instrumento poco común en esta festividad.

Era el momento de iniciar la partida. Un pueblo volcado con su hermandad los recibe en la entronización de la carreta rumbo a las diferentes paradas en su pueblo. Acompañados de su director espiritual, Pedro Jiménez, el hermano mayor, ponía rumbo a los caminos con una pequeña llovizna cuando salían de Santa Clara. El sonido del tamboril avisaba de la partida de esta hermandad, que fue reconocida como filial de la matriz de Almonte en el año 2008.

Unas gotas refrescaban la bochornosa mañana regada de pétalos en diferentes puntos. Juan Carlos Raya vive su primer año como hermano mayor «con mucha ilusión aunque también con responsabilidad y nervios», confiesa mientras no pierde detalle de cada paso que da el Simpecado.

Tras visitar los tres conventos de Morón, una última parada en la casa salesiana que aguardaba el paso de la hermandad con todos los alumnos cantando y bailando en la puerta del centro. Es así como se despiden de la ciudad rumbo a la Hacienda Morcillo donde pasaron la noche rezando al Simpecado, al fuego de la candela. Noche que siempre es respaldada por vecinos que realizan los primeros rezos junto a los romeros. Entre las principales novedades, nuevas estrellas en los collares de los toros –realizadas por unos hermanos orfebres– así como nuevos carreteros ataviados con el típico traje, de la ganadería La Cuarta en Dos Hermanas. Sin embargo, la principal modificación ha sido el inicio de la romería entre los caminos. Según Raya, nuestra intención «era quitarnos de la carretera por el peligro y el Ayuntamiento nos ha habilitado un camino hasta la Hacienda Morcillo».

En la peregrinación, Morón cuenta este año con más carretas. En concreto, 18 carriolas, además de varios carros y los caballistas que, a galope, escoltan a la hermandad desde la partida. Por su lado, más de 200 peregrinos, un número que subirá a partir del jueves con el acompañamiento en la última parte del camino. Crece la devoción en esta hermandad y se emocionan al ver su pueblo volcado en la partida. De hecho, el hermano mayor reconoce que «somos muy queridos porque Morón agradece lo que hacemos por los niños». El año pasado cumplieron el 20 aniversario de las colonias que cada verano da un respiro estival a los niños más desfavorecidos.

Con la fe como fiel compañera avanzarán durante seis días. Será el miércoles cuando pasen el Vado del Quema y el jueves pasarán Villamanrique, realizando la presentación en la tarde del viernes. Un trayecto emocionado en el que siempre llevan por bandera a Morón.