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El santuario, situado a la izquierda de la imagen. A la derecha, la edificación anexa que supone el inicio del complejo del monasterio puesto a la venta. / V.C. -
La antigua jabonera y la aceitera que forma parte del complejo en venta. / V. C.
La difusión de un anuncio por parte de una web inmobiliaria de la puesta en venta del monasterio de Consolación, un complejo anexo al popular santuario de la patrona de Utrera que está en manos privadas, ha causado gran revuelo en la ciudad del mostachón, donde han comenzado a escucharse voces desde el ámbito cultural en favor de recuperación de esta parte del patrimonio histórico-artístico por las administraciones públicas. La cifra de la venta se sitúa en 5,5 millones de euros.
El anuncio lo ha publicado la web internacional inmobiliaria Lancois Doval y en él se da a conocer la puesta en venta de esta emblemática edificación del siglo XVI de estilo renacentista mudéjar con elementos barroquizantes. Este antiguo convento, que fue levantado por la Orden de los Mínimos, fue afectado por la desamortización de Mendizábal, que en 1836 mandó a los frailes a casa, siendo subastado el antiguo convento. Fue en este punto de la historia donde pasó a manos privadas.
Tras varios titulares, el complejo pasó a principios del siglo XX a ser propiedad de Luis Miñón y sus herederos sucesivos de la familia Rivera de Miñón, que lo explotaron en edificaciones fuera de la zona noble como jabonera y aceitera de orujo. No fue hasta principios de los años ochenta cuando se comenzó a explotar la zona noble del complejo para celebraciones sociales, culturales, económicas y festivas tales como bodas, bautizos, actos sociales, congresos o asambleas de la Caja Rural de Utrera que, mediante alquileres, permitían la conservación y mantenimiento del monumento. Ha sido en estos días cuando el titular del complejo, de avanzada edad y residente en tierras catalanas, ha decidido optar por desprenderse de él.
La edificación principal de la zona noble de monasterio de Consolación anexa al santuario consta de dos plantas de altura, con una estructura tradicional de monasterio con claustro doble, el de planta baja de configuración tradicional abierta y en la planta primera de configuración cerrada. En la descripción del monumento se explica que la edificación central cuenta con un jardín central con una fuente presidiéndolo y que las mediciones recogen que la propiedad en venta tiene 8.600 metros cuadrados edificados.
La planta baja envuelve el claustro con varias salas capitulares y estancias. En esta zona destaca la escalera, majestuosa y señorial de estructura monumental con barandilla de madera labrada. En la planta primera, que se recorre por una amplia estancia, se abren a diversas dependencias y por ventanales al claustro central.
El anuncio también recalca que en el monumento en venta se incluye la que fue primera fábrica en España, dedicada a la elaboración de jabones construida en la primera década del siglo XX con sus espacios significativos, como hornos y chimeneas, además de una noria.
El anuncio también recoge que en la parte posterior del monasterio hay una zona arbolada con una superficie de 10.000 metros cuadrados denominada El Naranjal, donde están plantados naranjos especiales para mermeladas y que en el complejo existe una casa de labor, de dos plantas, con una alberca tradicional y cuadras reservadas a la ganadería.
Lo que no recoge el anuncio es el precio por el que se pone en venta. Para los interesados, Lancois Doval remite a un sencillo formulario en el que el interesado debe poner sus datos de contacto.
El Ayuntamiento de Utrera ha manifestado su sorpresa por el anuncio, ya que aseguran no tener ningún conocimiento del mismo y se afirma que nadie se ha puesto en contacto para explicar los motivos de la venta ni establecer un posible contacto de cara a negociar una posible adquisición por parte del Consistorio. De hecho, el Gobierno local trabaja en importantes proyectos de recuperación del patrimonio histórico-artístico como son la Casa Surga, el antiguo palacio de los Cuadra, donde se quiere ubicar el futuro museo de la ciudad, y el monumento del Niño Perdido, situado en plena judería donde la mayoría de los historiadores sitúan la antigua sinagoga de Utrera.