Un ramo de claveles en memoria de las víctimas de Tomares

Este fin de semana se recuerda a los 44 vecinos de la localidad fusilados por sus ideas el 10 de octubre de 1936

11 oct 2020 / 12:33 h - Actualizado: 11 oct 2020 / 12:35 h.
  • Un ramo de claveles en memoria de las víctimas de Tomares

El convulso 1936 y los años que le siguieron dejaron un reguero de muertos y fosas comunes en toda España, y Sevilla no libró de esa triste estadística. Algunos de los fusilamientos selectivos que se llevaron a cabo para represaliar a personas republicanas o contrarias al régimen han tenido mucha resonancia en el tiempo, como los que se produjeron en la actual intersección entre la ronda SE-30 y Kansas City, donde fueron fusilados en la madrugada del 10 al 11 de agosto de 1936 personajes de la política como Blas Infante, el padre padre de la patria andaluza.

Fusilados en Sevilla

Habían pasado dos meses desde que los asesinados fueron sacados del cine Jáuregui convertido en prisión para fusilarlos, cuando una escena similar se reproducía con vecinos de Tomares como protagonistas. Fue el 10 de octubre del mismo 1936. Este fin de semana se han cumplido 84 años de aquel día.

En total, 43 hombres vecinos de Tomares y una mujer fueron llevados a las tapias del cementerio de Sevilla para ser asesinados a tiros.

Una placa recuerda sus nombres y apellidos, en la que la Asociación de la Memoria del municipio sevillano depositó este sábado un ramo de claveles rojos, para que su memoria, al menos, sea honrada una vez al año en su recuerdo.

El caso de estos vecinos de Tomares es uno más en la triste lista de personas que perdieron la vida en la provincia de Sevilla por sus ideas en esos años. En esa lista hay casos llamativos, como el de El Madroño, ocupado el 26 de agosto de 1936 por el ejército franquista, con 40 personas asesinadas, aunque la cidra podría ser mayor.

De esa cifra se sabe que al menos siete eran mujeres, y que había gente de pueblos como el onubense de Zufre o en sevillano de El Castillo de las Guardas.

Las 17 rosas de Guillena

Uno de los casos más vergonzantes de la época se vivió en la tapia del cementerio de Gerena. Hasta allí fueron llevadas 17 mujeres del vecino municipio de Guillena, que tenían como único delito en su haber ser esposas de huidos del pueblo, simpatizantes de partidos de izquierda o simplemente estar en contra del régimen franquista.

Una mañana de octubre de 1937, fueron asesinadas y arrojadas a una fosa común. Una de ellas estaba embarazada de siete meses. En 2012, sus restos fueron sacados de la fosa común y enterrados dignamente. Una placa en el cementerio de Gerena las recuerda para la posteridad.