Solidaridad

Una aventura sustentada en tapones de plástico en La Rinconada

Una ola de solidaridad generada desde las redes sociales recauda tapones para facilitar la vida del pequeño Gael, afectado por una lesión cerebral

25 nov 2019 / 08:22 h - Actualizado: 25 nov 2019 / 08:32 h.
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  • La imagen del pequeño como un superhéroe con capa ha generado una ola de solidaridad desde las redes sociales. / El Correo
    La imagen del pequeño como un superhéroe con capa ha generado una ola de solidaridad desde las redes sociales. / El Correo

La vida del pequeño Gael es una aventura. Desde que nació, muchos han sido los retos a los que ha tenido que hacer frente. Contra todo pronóstico los ha ido superando uno tras otro. Por eso, a sus apenas 10 meses, su vida es una auténtica historia de superación, y la de sus padres una lucha sin cuartel por dar al pequeño la mejor calidad de vida posible. Fruto de ese tesón, desde las redes sociales se ha generado una inmensa ola de solidaridad que, en forma de tapones de plástico, está sustentando el inicio de esta batalla que tanta esperanza y tanta vida está dando a esta familia de La Rinconada.

Gael padece una lesión cerebral que provoca parálisis y trastornos en el desarrollo

Esta historia comienza el pasado 29 de enero. Francisco Javier y Myriam recibían con felicidad a su primer hijo, Gael. Pero el pequeño nació afectado por una encefalopatía hipóxico-isquémica. Una lesión cerebral causada por una privación de oxígeno, y que provoca parálisis, trastornos de desarrollo y cognitivos.

La primera imagen cerebral, relata el padre, determinó que tenía entre un 60 y un 70% del cerebro afectado. Pocas esperanzas había de que sobreviviera y, tras seis días intubado, “nos llamaron para que fuéramos a despedirnos de él. El protocolo no permitía mantenerlo más tiempo así y daban por hecho que fallecería”. Sin embargo, “el pequeño guerrero decidió luchar y respirar por sí mismo”.

Una aventura sustentada en tapones de plástico en La Rinconada
Gael con sus padres, en el centro del grupo, acompañado por colaboradores en su aventura, en la primera entrega de casi 4 toneladas de tapones. / El Correo

Contra todos los pronósticos, el pequeño está luchando por sobrevivir

Posteriormente, tras 29 días en la UCI de neonatos, recibió el alta “para que descansara en casa. Los médicos no le daban más de dos meses, y si sobrevivía sería en estado vegetal”. Pero nuevamente contra todo pronóstico, Gael “está muy vivo. No tiene la movilidad y el desarrollo de un niño de su edad, pero se mueve, respira por sí mismo y ya está empezando a comer por sus propios medios”.

Aún es pronto para saber qué secuelas motoras y psíquicas tendrá el pequeño. Lo que sí se sabe es que necesita cuidados especiales, como fisioterapia respiratoria, que no la cubre la seguridad social. Para la familia surgirán también nuevas necesidades, como un vehículo adaptado para poder desplazarlo. Así mismo, “existe una terapia intensiva en Pamplona, con una duración de mes y medio. A parte del coste de la terapia tendríamos el gasto del desplazamiento y del alojamiento durante este tiempo”.

Myriam dejó su trabajo para cuidar del pequeño, que requiere atenciones continuas, así como desplazamientos a revisiones y terapias. Fran es administrativo. “Mi sueldo es el único que entra en casa, un sueldo normal que nos da para sobrevivir”. Ante los previsibles desembolsos, hay quien ha querido donarles dinero, pero no lo han aceptado. “Tenemos nuestras necesidades cubiertas, y hay gente que está en peor situación”. Por ello, para “poder tener ingresos extra para responder cuando sea necesario”, esta familia se lanzó “a lo más fácil y asequible, la recogida de tapones”.

Una aventura sustentada en tapones de plástico en La Rinconada
El pequeño Gael con sus padres, Francisco Javier y Myriam. / El Correo

Una ola de solidaridad desde las redes sociales que recoge tapones en toda España

Para apoyar la recogida, en el mes de octubre, los padres de Gael se lanzaron a las redes sociales. Crearon su página en Facebook, denominada ‘Una aventura llamada Gael - Rinconada’. Mediante fotos y vídeos van contando el día a día de Gael y su evolución. Así, han ido relatando su estancia en la UCI pediátrica, su aprendizaje para succionar y poder alimentarse, la operación para colocación del botón gástrico para poder alimentarlo convenientemente y retirar la sonda de la nariz, lo que también favorece el aprendizaje de la deglución. Todo ello despierta la ternura y la colaboración de centenares de personas por todo el país. “No esperábamos tanta repercusión. Uno de los últimos vídeos ha tenido más de 17.000 visualizaciones en varios días”.

Su mirada y su sonrisa han sido capaces por sí solas de cautivar a cientos de personas que también han querido vivir de alguna forma esta aventura. De inmediato fueron llegando las adhesiones voluntarias para la recogida de tapones. Primero en los dos núcleos de la localidad, La Rinconada y San José de la Rinconada. Pronto se fueron uniendo empresas, comercios e instituciones en los pueblos de la comarca, de toda la provincia y de todo el país. En Cádiz, Huelva y hasta Barcelona, por citar algunos, se han establecido puntos de recogida. Todos ellos aparecen reseñados en la página de Facebook.

Una aventura sustentada en tapones de plástico en La Rinconada
Las manitas del pequeño sobre la de sus padres, una familia unida en esta aventura. / El Correo

Una aventura en la que cada día superado es una victoria

Muchos han sido los comercios que han hecho rifas, ofertas y promociones para destinar la recaudación a la familia. También hay colegios que se han dedicado a recoger tapones. “Incluso escolares de Burguillos quitaban los de los botes en uso por tal de aportar más”. Y una generosa donación desde Punta Umbría, con más de 3.500 kilos, que engrosó la primera entrega en la planta de reciclaje hasta conseguir casi 800 euros. Con ello se han hecho pulseras que, vendidas al precio de un euro, incrementarán lo que la recogida de tapones siga aportando.

“La vida de Gael es una aventura, y cada día superado es una victoria”. Lo que para cualquier padre y madre es algo normal, para ellos es un motivo de alegría. El primer llanto, el primer movimiento, el primer balbuceo o el instinto de succionar son “rayitos de esperanza”, sinónimos de vida. La lucha es larga y hay aún mucho camino por delante. Pero con los tapones y la solidaridad que llega de todos los rincones de España, la aventura de Gael será mucho más llevadera.