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Tareas de desinfección en Badolatosa. / El Correo
La incidencia del coronavirus está bajando en la provincia de Sevilla en las dos últimas semanas. Algo se están notando las medidas, desde luego. Porque si a principios de este mes había una treintena de pueblos que rozaban o superaban la tasa de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, a día de hoy hay solo cinco o seis casos.
En concreto, por encima de esa tasa simbólica del 1.000 se destacan cuatro pueblos: Martín de la Jara (con una tasa de 2.071 y 29 casos de contagios en la última semana), Badolatosa (con una tasa de 1.754 y 28 casos en los últimos siete días), Casariche (una tasa de 1.099 y 20 contagios esta semana) y Pilas (con una tasa de 1.087 y 61 contagios en la última semana). Los tres primeros municipios son relativamente pequeños, pero el último alcanza los 14.000 habitantes. En cualquier caso, la inmensa mayoría de los pueblos, en torno a 70 de los 106 de la provincia, no solo han bajado notablemente esa tasa, sino que se sitúan por debajo del 500. Aún quedan casos de pueblos muy populosos donde la tasa no termina de bajar, como La Rinconada, donde esa tasa de casos por cada 100.000 habitantes se sitúa aún en 846 (155 contagios solo en la última semana), Los Palacios y Villafranca, con una tasa de 659 (90 casos en la última semana) o Carmona (una tasa de 960 y 72 casos en los últimos siete días).
Por lo demás, la tasa media provincial ha descendido ya a 507, mientras que el total de fallecidos se sitúa en 756. Sigue habiendo un puñado de pueblos donde la incidencia del COVID-19 es mínima y, desde luego, no han registrado casos en la última semana, todos pequeños y serranos: Almadén de la Plata, Alanís, El Castillo de las Guardas, Las Navas de la Concepción, El Ronquillo, San Nicolás del Puerto, Coripe o Pruna.