Amor por los animales desde el aula de infantil

‘¡Supermascotas al rescate! es una iniciativa desarrollada desde un aula con alumnado de tres años que, de una forma original, han aprendido a amar a los animales, cubrir sus necesidades y respetar mucho más a nuestros vecinos peludos

23 sep 2023 / 12:03 h - Actualizado: 23 sep 2023 / 12:08 h.
"Mascotas"
  • Amor por los animales desde el aula de infantil

En España se abandonan animales a un ritmo vertiginoso. Según Ecologistas en Acción el número de perros y gatos que quedan a su suerte no cesa en el territorio nacional, y varios años consecutivos se han superado los 300.000 animales abandonados.

Andalucía encabeza tristemente la posición de ser la región con mayor maltrato animal en España, con 13.092 denuncias por agresión a animales desde 2008. Solo en la provincia de Sevilla se registran 375 animales abandonados al mes. Cada día se abandonan a su suerte en Sevilla a 12 animales. Las cifras son duras, pero reales.

Para intentar revertir la situación, y con la premisa principal de que la educación y el respeto a los animales se inculca casi desde el biberón, dos profesoras sevillanas, Laura Vaz y Pilar Salguero pusieron en marcha ‘¡Supermascotas al rescate!, un proyecto de aprendizaje-servicio con el alumnado de tres años del colegio Clara Campoamor, en Bormujos.

Es más que un problema social

Laura Vaz tiene claro que lo que han conseguido no pasa solo por hacer que niños y niñas tengan a los animales como mascotas. El abandono animal, «además de ser un problema ético y social, también es un problema de Salud Pública, ya que imposibilita el control, seguimiento y tratamiento de las enfermedades infecciosas y parasitarias que afectan a los animales·”.

Tras encontrarse perritos de peluche abandonados en la calle, se adentraron en la realidad que existe respecto al abandono animal, y conocieron gracias a Alfredo, agente externo y miembro de Ayandena (protectora de canes y felinos) su refugio en Mairena del Alcor, “e hicimos una recolecta de dinero difundida tanto en persona como a través de la web del centro, classroom y plataforma Séneca, para comprar pienso a estos animales, que están en el refugio temporalmente hasta encontrar familias que los adopten”, cita Laura, que pone el acento en que “aprendimos y reflexionamos al mismo tiempo sobre las características y los cuidados de los perros, siendo conscientes de la gran responsabilidad que supone tenerlos en nuestro hogar”.

La docente apunta que “considerando esta realidad social y teniendo en cuenta la importancia de la etapa de Educación Infantil como periodo donde se adquieren los primeros hábitos y se sientan las bases del desarrollo de la personalidad, trabajar esta temática se convierte en una gran oportunidad, tanto para hacer un servicio a la protectora ayudando a combatir su problemática como para concienciar a los pequeños y pequeñas”.

Fórmulas para recoger dinero

Una de las primeras cosas que hubo que trabajar en ‘¡Supermascotas al rescate!’ consistió en diseñar la fórmula para la recogida del dinero. “Dada la edad de los niños tuvimos que ir descartando algunas que no podían ser llevadas a cabo de forma real. Por ejemplo: mi mamá puede comprar todo el pienso porque compra toda la comida para mi casa. Entramos en distintos conflictos socio-cognitivos que nos hicieron aprender mucho”.

Se creo el “Servicio de la patrulla canina”, aprovechando el inmenso interés que les suscita con 3 años la serie de dibujos animados ‘La Patrulla Canina’, “y analizamos los servicios que los perros hacen en los distintos episodios. Decidimos convertirnos en superhéroes de las mascotas, Supermascotas, para así ayudar a Alfredo”.

Se organizó el “Taller de hucha solidaria” en colaboración con las familias “en el que construimos huchas de la patrulla canina reutilizando botellas de plástico, a través del cual trabajamos nuestra motricidad fina, lenguaje plástico, desarrollo sostenible..., para un fin maravilloso”.
“¿Nos ayudáis?”: una vez construidas las huchas, grabamos un video trabajando nuestra oralidad para contar el fin de las mismas y pedir ayuda a familiares y amigos.

Elaboraron unos carteles informativos entrando en contacto con este texto de uso social y su funcionalidad, para recolectar también en la puerta del colegio a la hora de la salida durante varios días. “Durante la mañana, recorrimos los espacios del centro con la intención de involucrar al claustro, personal de servicio y administración así como al resto del alumnado de Primaria”.

Creciendo poco a poco

Y así, poco a poco, sin hacer ruido pero sin dejar de trabajar ni un solo día fue creciendo el proyecto. “Los niños y niñas han ido adquiriendo conocimientos de distinta índole que les han hecho desarrollar actitudes hacia el cuidado y respeto, desarrollo sostenible, sensibilización y respeto de los derechos humano, favoreciendo la adquisición de hábitos que serán para toda la vida”.

La maestra añade que se ha desarrollado con niños y niñas de 3 años que pertenecen a un nivel socio- económico medio-alto. “Se trata de familias con un alto grado de implicación en el centro y de interés y preocupación por la educación de sus hijos e hijas. Esta realidad presenta la principal dificultad encontrada, que es la sobreprotección a la que están sometidos los niños y niñas, hecho que genera que haya múltiples frustraciones por cualquier motivo. Nos hemos acostumbrado a recibir lo que desean al instante ya sea a nivel material o emocional”, apunta Laura Vaz, que no olvida que, a ello se une que ha sido una generación que ha sufrido las consecuencias sociales que ha conllevado la pandemia y el confinamiento y esto supone a la vez que hay una gran necesidad de compensar esas necesidades por parte de las familias”.

Amor por los animales desde el aula de infantil


Muchas de ellas “tienen mascotas en casa y en muchos casos el hecho se debe a un simple capricho por parte de los niños y niñas sin que fueran conscientes de las responsabilidades que conlleva”, pero con el desarrollo del proyecto, «han sido muchos los inputs y feed-backs recibidos por parte de las familias de los cambios experimentados en los niños, los cuales empezaron a mostrarse más colaboradores en el cuidado y responsabilidades así como en la sensibilidad no solo ante su mascota sino antes cualquier otro perro o animal.

Protagonistas en primera persona

Pero todo ello sin dejar aparte de la agenda que los niños y niñas fueron también los protagonistas en el conteo del dinero recogido “para ser conscientes de la labora tan importante que habíamos realizado”, así como de entregarlo a Alfredo quien fue luego al centro para que vieran en cuántos montones de pienso se había materializado.

“Ese encuentro fue muy especial. La protectora nos dio las gracias y nos explicó que habíamos solucionado el verano a todos los animales del refugio y nos regalaron una enciclopedia de la vida de los perros para que continuase nuestro aprendizaje”, de modo que, con tres años, han aprendido muchas cosas aparte de que tener un animal en casa es algo que implica tener a un miembro más de la familia, con todo lo que ello conlleva.

La maestra subraya que a través de un proyecto de aprendizaje-servicio, «se trabaja la idea clave de que el alumnado sienta que es útil, que son transformadores de la realidad y por tanto, ciudadanos del presente, no solo del futuro”, porque ese, al final “es el sentido y el matiz del servicio que realizamos, ya que nuestra escuela es útil porque transforma”.