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Cada año miles de personas cumplen su sueño

«Aprobar me ha supuesto un cambio total en mi vida. Conseguí mi objetivo laboral: estabilidad económica, estabilidad en el puesto y horario exclusivo de mañana»

23 dic 2020 / 04:00 h - Actualizado: 23 dic 2020 / 04:00 h.
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  • Foto: El Correo
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Hoy es un día de resaca festiva para todos los que ayer fueron premiados en el sorteo de la Lotería de Navidad. Seguro que quienes este año han comprado el número 72.897 estarán ahora pensando en cómo va a cambiar su vida a partir de ahora: si van a invertir en una casa, si aprovecharán para hacer su viaje soñado cuando puedan o si con el premio conseguirán tapar esos ‘agujerillos’ tan comunes que todos tenemos.

Pero la lotería no siempre te toca el 22 de diciembre e incluso muchas veces ni siquiera tiene que ver con un sorteo. A mucha gente cada año le cambia la vida para siempre, y ese cambio no va vinculado a la suerte, sino a su propio esfuerzo... a Isaac Jaén Portillo la lotería le tocó el 25 de abril de 2019, cuando le nombraron funcionario de la Cámara de Cuentas de Andalucía. Jaén lo recuerda como “el mejor momento sin duda, es una satisfacción inexplicable la que se siente”, probablemente algo parecido a lo que sintieron ayer los premiados.

Javier Vera Moriana, Administrativo del SEPE, también consiguió una plaza que le cambió la vida y coincide con Isaac en que preparar una oposición es un camino muy duro, pero el resultado es muy satisfactorio. Javier lo define como una “etapa de ilusiones y esperanzas” y también “de esfuerzo máximo, de miedos e ilusiones, estrés, cambios de humor, agotamiento físico y mental, de incomprensión social, de falsos ánimos de quienes creen que nunca lo conseguirás y de apoyo incondicional de quienes dan por hecho el éxito lo que conlleva una gran presión”. Es decir, como dice Isaac, “es como subir a una noria, a veces estás arriba y otras abajo, pero lo importante es tener el objetivo claro y no abandonar”.

Javier destaca el papel que en el proceso juegan tanto los centros de preparación (tanto él como Isaac se prepararon en ADAMS Formación) y, sobre todo, los compañeros de oposición: “Un momento crucial fue aquel en el que hice un pacto de colaboración total con mi compañera y hoy amiga Esperanza. Comenzamos por prestarnos algunos apuntes de días que habíamos tenido que faltar a clase, pero muy pronto nos sinceramos: Ambos íbamos a sacar plaza (o al menos sabíamos que teníamos posibilidades) y no íbamos a actuar como rivales. Colaboraríamos el uno con el otro y llegó un momento en el que incluso preparábamos a medias los nuevos temas de estudio”. Para este Administrativo, Jefe de Área en oficina de SEPE, “contar con un aliado es fundamental. Se producen alternativamente momento de flaquezas de todo tipo y tu compañero está ahí para levantarte. También es una ayuda fundamental para la comprensión de los conceptos, resolver infinidad de dudas, y el repaso continuo de las materias.”

Gracias a esa constancia, tanto a Isaac como a Javier, la vida les ha cambiado en muchos aspectos: “sobre todo, me ha dado tranquilidad laboral y más aún en estos momentos que vivimos. Ser funcionario te proporciona un salario digno y la posibilidad de seguir creciendo en la carrera profesional”, destaca Isaac. Y Javier añade: “Aprobar me ha supuesto un cambio total en mi vida. Conseguí mi objetivo laboral: estabilidad económica, estabilidad en el puesto y horario exclusivo de mañana, descansos todos los fines de semanas y festivos... vacaciones, asuntos propios. Todos esos derechos laborales que deberían ser habituales en cualquier puesto de trabajo, pero que por desgracia solo suelen ser respetados trabajando en la Administración”. Además, añade Vera, “mi nuevo empleo ha conllevado un cambio de domicilio. Me apetecía un cambio y mi caso ha sido un cambio para bien, me encuentro muy cómodo en mi nuevo pueblo”.

En el caso de Javier, la crisis económica y la experiencia de alguien cercano, pusieron las oposiciones en su radar profesional: “Hace ya más de una década, una buena amiga aprobó las oposiciones de la Administración General del Estado. Coincidió con el inicio de la crisis económica por lo que al ver en peligro mi puesto de trabajo decidí hace una toma de contacto con las oposiciones. Fueron escasos meses por lo que, como era de esperar, no conseguí la plaza. Sin desánimo pretendía prepararme a fondo para la siguiente convocatoria, pero pronto se anunció que no llegaría en mucho tiempo, y así fue”. Sin embargo, la oportunidad acabó llegando: “Siempre tuve en mente volver a opositar, por lo que en cuanto se reunieron las circunstancias y se rumoreaba la convocatoria de un número “aceptable” de plazas, comencé a estudiar con dedicación absoluta y sin descanso con el apoyo total de mi marido, familia y amigos”. Isaac tenía vocación como funcionario desde hace mucho tiempo: “Decidí opositar tras haber permanecido en la Administración Pública durante once años; en otra etapa de mi vida trabajé en una Corporación Local y quise volver a la Administración Pública”. Ahora, concluye Isaac Jaén, "mi día a día en la Administración es como un sueño hecho realidad, donde cada día que voy a trabajar, estoy más orgulloso de la Institución a la que pertenezco, y valoro sobre todo el compañerismo y la gran profesionalidad que existe dentro”.

Para quienes quieren que les cambie la vida...

Según señalan los expertos, el empleo público vive actualmente uno de sus mejores momentos: Isabel Ruiz, directora de ADAMS Sevilla señala que “no es que sea un buen momento para opositar, es de los mejores escenarios que podemos tener si hoy nos decidimos preparar una oposición. Tenemos posibilidades de convocatoria en casi todos los cuerpos más destacables de la Administración: el Ayuntamiento de Sevilla tiene pendiente convocar y el examen será previsiblemente en 2021 y tanto Junta de Andalucía como Estado o el Servicio Andaluz de Salud tienen ya ofertadas plazas para todos los niveles pendientes de convocatoria”. “Lo miremos por donde lo miremos”, concluye Ruiz, “es un gran momento para opositar”.

Para quienes decidan prepararse, Javier tiene un mensaje: “Se oposita para ser funcionario, para conseguir la plaza, no para “probar” como suelen decir muchos aspirantes. La etapa de oposición exige el máximo tiempo y dedicación, pero ¡merece la pena y mucho!” e Issac concluye: “merece la pena estudiar y luchar por conseguir el objetivo de ser funcionarios; no abandonar y ser constantes, esa es la única pócima secreta”.