El arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo recibió a un grupo de internas de la Unidad de Mujeres del Centro de Inserción Social de Sevilla (CIS) en el salón de los cuadros, como parte de las actividades formativas y recreativas que organiza anualmente la Delegación de Pastoral Penitenciaria.
Monseñor Asenjo exhortó a las madres, quienes acudieron con sus hijos al encuentro, «a agradecer su estancia en el CIS porque ese acontecimiento les permite mejorar su vida, reencontrándose consigo mismas y con Dios».
«El encuentro con Jesús cambia la vida, la llena de gozo y de alegría, debemos vivir con la actitud de Zaqueo que nos narra la Palabra de Dios, invitando a Jesús a entrar en nuestra casa», subrayó.
Por su parte, Pedro Fernández Alejo, delegado diocesano de Pastoral Penitenciaria refirió que «el modelo de atención que llevan a cabo los voluntarios permite a las mujeres vivir con convicción su deseo de cambio y conversión, para que puedan emprender una nueva vida tras el cumplimiento de la condena».
Mencionó que «la misión evangelizadora de la Pastoral Penitenciaria es ofrecer un mensaje redentor y liberador del Evangelio a fin de que ayude a la persona presa a humanizar y dignificar su vida».
Al término de la jornada, Mercedes Moreno, directora del CIS, hizo entrega de un lienzo de la Virgen María con el niño Jesús en brazos, pintado por Juan D.F., de 61 años, indultado en febrero de este año a solicitud de la Delegación de la Fundación Prolibertas en Sevilla.