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Los juzgados sevillanos ingresan más asuntos de lo que son capaces de resolver. /J.M. Paisano
«Una situación generalizada». Así es como describen desde el mundo judicial la situación de los juzgados sevillanos en general y, en particular, la de la jurisdicción Penal, donde se están señalando los juicios a dos años vista. Pero no es lo único que hace aguas en estos órganos judiciales, donde el colapso se refleja en la gran cantidad de sentencias firmes que tienen pendientes de hacer cumplir: 13.177. Todo ello, pese a que en el primer trimestre del año fueron capaces de ejecutar mil más de las que ingresaron.
«Ahora tengo juicios que se corresponden con guardias que hice en 2013, hace dos años», explica la abogada Raquel Blanco Peña. Para ella este problema de retraso en los juicios es «algo generalizado, porque hasta en Familia lo juicios por divorcios lo señalan para dentro de un año. Están desbordados», asegura tras recordar la situación especialmente complicada de los juzgados de lo Social y de lo Mercantil con juicios para 2019, como ya informó este periódico.
El propio juez decano, Francisco Guerrero, coincide en esta percepción. «Es un problema generalizado y en el caso de los juzgados de lo Penal cada vez va a peor, porque no se crean juzgados nuevos». De hecho, en esta jurisdicción, compuesta por un total de 15 órganos judiciales, «el que mejor va está señalando los juicios para dentro de año y medio». El problema, según explica el decano, es que estos juzgados «reciben muchos más asuntos de los que pueden resolver. Son juzgados pensados para poner una media de algo más de 400 sentencias anuales y no más de 500 o 600 como hacen cada año», indica.
Esto hace que cada año, los juzgados de lo Penal (en los que dirimen asuntos como robos, lesiones, delitos de tráfico o malos tratos) vayan acumulando una pendencia cada vez mayor y que, como consecuencia, en la agenda de señalamientos de juicios se vaya fijándolos cada vez más lejos. Los datos estadísticos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) así lo demuestran, pues terminaron el primer trimestre del año como la tercera jurisdicción más congestionada, solo superada por lo Mercantil y lo Social (donde la crisis ha incidido de forma especialmente grave). Según estos datos, los 15 juzgados de lo Penal de Sevilla resolvieron un total de 2.195 asuntos en los tres primeros meses del año, lo que supone una media de casi 150 sentencias por órgano. Esto supone que, de seguir con este ritmo de entrada, terminarían este año con 585 sentencias dictadas por cada uno de ellos. Para hacernos una idea de la gran cantidad de asuntos que esto supone, sólo hay que echar una mirada a los datos de hace diez años, cuando había 13 juzgados de lo Penal y cada uno de ellos cerraba el año resolviendo 418 asuntos.
Pero este no es el único problema que arrastran los juzgados de lo Penal. Su gran escollo son las ejecutorias, es decir, el procedimiento que se inicia cuando una sentencia ya es firme y hay que hacerla cumplir. Al cierre del primer trimestre había 13.177. «Mientras el mismo juez tenga que hacerse cargo de ejecutar las sentencias, estar tres días en sala celebrando juicios y dictando resoluciones será imposible bajar la pendencia», dice el juez decano. Además, recuerda que estos juzgados no solo se encargan de ejecutar lo que ellos dictan, sino también las sentencias por delito menores de los juzgados de Instrucción.