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La fábrica de tabacos de Altadis. / Manuel Gómez
El blindaje de los edificios de Altadis por parte del Ayuntamiento pasa por preservar intacto el edificio principal –conocido como el cubo–, la capilla de Las Cigarreras y los jardines de Manuel Ferrand. La junta de gobierno local ha completado su propuesta para proteger a la fábrica de tabacos, que excluye las viviendas anexas, los talleres y los almacenes, que no gozarían de ningún nivel de protección y, por tanto, serían susceptibles de ser demolidos. Para ello, previamente tendrán que pasar por el filtro de la Comisión Provincial de Patrimonio, que «tiene la última palabra» y que ya tumbó en 2015 el proyecto que presentó el anterior gobierno municipal, aunque con la diferencia, indicó ayer el responsable de Urbanismo, Antonio Muñoz, de que ahora sí se ha presentado un catálogo de protección de Altadis, que se presentó esta mañana, pocas semanas después de la firma de un protocolo de intenciones entre el Consistorio y la multinacional Altadis.
Muñoz ha detallado que esta propuesta inicial incluye la conservación del cubo, la plaza de acceso principal, la capilla que usa la hermandad de las Cigarreras y el ingente arbolado de los jardines de Manuel Ferrand. El resto de inmuebles –caso de talleres, almacenes y viviendas– son de una «gran simplicidad» y están «carentes de valores arquitectónicos singulares», aunque reconocen que se encuentra en buen estado.
A su vez, negó que la exclusión de los edificios auxiliares y las antiguas viviendas implique una «contradicción» respecto al informe emitido por la Comisión de Patrimonio en 2015 sobre la operación promovida durante el pasado mandato por el alcalde popular Juan Ignacio Zoido, para resolver el futuro del recinto. Mientras dicho informe de 2015 apostaba por «partir del mantenimiento del conjunto fabril, resultado de un proyecto unitario de gran valor arquitectónico», el actual se pronuncia específicamente sobre cada uno de los edificios.
Por otra parte, el Ayuntamiento ha anunciado que iniciará lo acordado en el protocolo de intenciones con Altadis, con el inicio de «un debate ciudadano» en el que se aporten «ideas y sugerencias» para la futura propuesta de ordenación de los suelos y sus posibles usos.