Indignación entre los universitarios: «Los exámenes presenciales son la gota que colma el vaso»

Este periódico ha recopilado varios testimonios de estudiantes de la Universidad de Sevilla que cuentan por qué no quieren exámenes presenciales

Verónica Ojeda verojeper /
14 ene 2021 / 07:41 h - Actualizado: 14 ene 2021 / 07:46 h.
  • Indignación entre los universitarios: «Los exámenes presenciales son la gota que colma el vaso»

Los universitarios no exigen los exámenes online «para copiar», sino por miedo al covid-19. Este es el argumento que los estudiantes de la Universidad de Sevilla están lanzando para hacer ver a esta institución académica lo que supondría acudir presencialmente a los exámenes finales. Un argumento respaldado por los datos oficiales de la Junta de Andalucía: este miércoles, Sevilla registró 1.354 nuevos contagios. Los datos de la incidencia del virus se están disparando. Sin embargo, la Universidad de Sevilla afirmó hace unos días que reafirmaba «su carácter de universidad presencial» a dos semanas para que acaben las clases del primer cuatrimestre; una noticia que no ha sido bien recibida por parte de sus estudiantes y una de las razones es que, en cada clase de esta universidad, al igual que en el resto de los centros universitarios, hay alumnos y alumnas de distintas partes de España. Si bien es cierto que el distrito sanitario de Sevilla capital se encuentra en el nivel 2 de alarma, muchos de los estudiantes que acuden a sus aulas no viven en un distrito que se encuentra en dicho nivel. Eso es un aspecto que les preocupa a los universitarios, al igual que los desplazamientos en transporte público, las aglomeraciones, compartir pisos y contagiar a sus seres queridos.

Los universitarios sienten que no están siendo escuchados en una situación que, para ellos, no está siendo nada fácil. Se han reinventado de todas las maneras posibles para alzar la voz, pero así tampoco han obtenido respuesta a sus preocupaciones. Todas y cada una de sus voces han gritado por el altavoz de Twitter y su hashtag #quemadUS, han realizado comunicados, expresado sus preocupaciones a los profesores y realizado quejas en el Vicerrectorado de Estudiantes. Tanto es así que una de las delegaciones de estudiantes cuenta que el Vicerrectorado de Estudiantes de la Universidad de Sevilla no para de recibir quejas por parte de los estudiantes con respecto a la vuelta a las clases y los exámenes presenciales. No obstante, el alumnado de la US siente que, en lugar de ser escuchados, están siendo criticados por acciones que no ha realizado toda la comunidad universitaria. Su indignación es cada vez más fuerte.

Laura García, una estudiante y portavoz de 4º del grado en Publicidad y Relaciones Públicas de la US, explica que se ha sentido ofendida por un titular de un medio que dice que los estudiantes de las universidades piden exámenes online con la excusa del «riesgo del coronavirus». «Dicha ‘excusa’, es que, como tantos otros, tenemos miedo al virus, por nosotros y por nuestras familias, porque muchos de nosotros vivimos con personas de riesgo o nosotros mismos podemos serlo. Nos dicen que donde nos contagiamos no es en las aulas, si no en el bar de enfrente, que no es más que un intento de echar balones fuera». También enfatiza: «Nos sentimos desamparados, sí, porque a dos semanas de que acabe el cuatrimestre y con la tercera ola encima, lo único que le preocupa a nuestra Universidad es que nos copiemos en los exámenes online. No, no queremos exámenes online para copiarnos. Queremos exámenes y clases online porque es la forma más segura de continuar con nuestros estudios por ahora hasta que la pandemia esté controlada».

Con el fin de dar voz a los estudiantes de la Universidad de Sevilla, este periódico ha recopilado distintos testimonios:

Ana

«Convivo con mi padre en Mairena del Aljarafe (Sevilla). Él es persona de riesgo. Para poder ir a clase es necesario que coja 4 autobuses urbanos e interurbanos diarios, exponiéndome en plena tercera ola al virus. Los exámenes presenciales son la gota que colma el vaso: personas de toda España concentradas en el transporte público y, posteriormente, los pasillos de la Facultad. Todo porque ‘no copiemos’. Quizá habría que poner la lupa menos en el alumnado ‘irresponsable’ (y cabeza de turco para los medios de comunicación) y más en el profesorado que regurgita el mismo tipo test cada año y que se niega a evaluar a sus estudiantes a través de cualquier otro método que suponga pensamiento crítico en lugar de ‘vomitar’ apuntes».

Álex

«Yo soy de La Línea de la Concepción, el segundo municipio de Andalucía con mayor tasa de contagio. Los datos de hoy, a 12 de enero son de 1452 por cada 100mil habitantes. Y tengo que desplazarme a Sevilla para realizar presencialmente los exámenes... ¿Quién me asegura que no pondré en peligro a mis compañeros? ¿Me hará el rectorado una PCR 24 horas antes?».

Elena

«Soy de un pueblo de Extremadura. A día 12 de enero me encuentro en aislamiento domiciliario a la espera de hacerme una PCR porque convivo con una persona que es positiva en covid-19. En pocos días cerrarán perimetralmente mi pueblo dado a la altísima incidencia que se ha venido produciendo en los últimos días. Además, la situación en Extremadura es muy preocupante. ¿Alguien se puede poner en nuestro lugar? Mi caso no es un caso aislado».

Marta

«Soy de un pueblo de Huelva y la situación de exámenes presenciales la veo inviable. Vivo prácticamente con mis dos abuelos ya que ellos están en el bajo y yo en el piso de una misma casa. Ambos tienen enfermedades y ya no por mí, sino por ellos, no quiero exponerme a una clase en la que estemos tantas personas juntas haciendo un examen. Creo que hay que dar prioridad a la Salud antes de a cualquiera otra cosa en estos momentos, esto no son excusas, esto es una realidad».

María

«Soy de Dos Hermanas, aunque no estoy muy lejos de la universidad tengo que coger metro y autobús para llegar hasta allí. Vivo con mis abuelos que son personas mayores y por tanto de riesgo, por lo que no entiendo la necesidad de tener que meterme en una clase con muchas personas además de tener que coger transporte público tanto a la ida como la vuelta solo para hacer un examen. Creo que la salud en estos casos es más importante y soy consciente de que no soy la única que se encuentra en una situación así».

Pilar

«Vivo en un pueblo del Aljarafe, Sevilla. Convivo con dos personas de riesgo, entre ellas mi abuela, de 88 años. Llevo desde que acabó el confinamiento saliendo a la calle lo estrictamente necesario y juntándome únicamente con personas de mi entorno, evitando cualquier situación comprometida. Para poder desplazarme a la universidad tengo que coger un autobús del pueblo, el metro, y dos buses más. No estoy conforme con las medidas tomadas por la Universidad de Sevilla: meterme en un espacio cerrado con muchísimas personas cada una de pueblos, ciudades, o incluso comunidades autónomas distintas, por muchas medidas que se tomen, pondría mi salud (y por tanto la de mis familiares) en riesgo. Una situación de riesgo innecesaria para todos. Creo que la salud es primordial, y va antes de todo, estudios incluido. No me agrada la idea de arriesgar mi salud a causa de esto último. ¿Tan difícil es ponerse en la piel de los estudiantes? La empatía que parecíamos haber desarrollado durante la cuarentena hacia personal sanitario, servicios de limpieza y trabajadores en primera línea brilla por su ausencia en el campo de la educación».

Marina

«Convivo con dos personas de riesgo, una de ellas es mi padre que tuvo un infarto el año pasado. No he tenido prácticamente vida social durante la pandemia y en mi casa se toman medidas muy estrictas por razones obvias. No veo normal que en medio de una tercera ola se quiera la presencialidad en las aulas para los exámenes, cuando debería haber opciones online PREPARADAS de antemano, sabiendo que el covid-19 no iba a desaparecer en 2 días y que otra ola podía ocurrir. Me parece de una irresponsabilidad inmensurable que la US quiera reunir para exámenes presenciales a tantos alumnos de diferentes municipios. No solo ponen en riesgo nuestra salud, sino la de nuestros familiares y la del profesorado. De nuevo, esto se podría haber evitado si no estuvieran tan encasillados en querer hacer los exámenes presencialmente y optaran por un tipo de examen online que no se resuma en vomitar información retenida».

Alba

«En mi casa no tenemos situaciones tan complicadas como las de mis compañeros, pero no comprendo por qué no se hace una excepción a una situación que lo es. El transporte se va a abarrotar y por mucho que las clases estén controladas, somos de localidades diferentes y es una irresponsabilidad pudiendo esperar a que se calme la tercera ola y volver para el segundo cuatrimestre. Ya tenemos la experiencia de que las cosas se pueden hacer mejor, y creo que a pesar de las cómodas clases online, somos los primeros que queremos regresar a las aulas con normalidad. Yo las he pisado solo dos días por estas confinada tras estar en contacto con positivos por covid-19. Pero no creo que este sea el modo ni el momento».