Pasajes de la historia de Sevilla

¿Sabes cuál es el barrio templario de Sevilla?

Son muchas personas las que desconocen que en Sevilla tuvieron una fuerte presencia los caballeros de la Orden del Temple, que no es una ficción y si una realidad en la que aún hay edificios, calles y hasta un barrio en su honor

31 mar 2023 / 04:00 h - Actualizado: 31 mar 2023 / 04:00 h.
"Pasajes de la historia de Sevilla"
  • ¿Sabes cuál es el barrio templario de Sevilla?

La toma de Sevilla, en 1248, fue todo un acontecimiento que precisó de muchos hombres dispuestos a dejarse la vida en aquella empresa con el inconveniente de ser una ciudad bien protegida y amurallada.

San Fernando -o Fernando III, como quieran llamarlo- contó con sus propias tropas pero también refuerzos como los caballeros de la Orden Teutónica, que llegaban dada la unión con Beatriz de Suabia, o los caballeros de la Orden del Temple que eran especialmente temidos.

Fueron estos últimos los que acamparon en lo que hoy son los jardines de la Buhaira y que ellos llamaron «el campamento de San Bernardo de Claraval» en honor de quién le dio las primeras Reglas a la Orden.

Tomada Sevilla se hizo el reparto de la ciudad y a aquel campamento-base se le dio el nombre de San Bernardo, que es donde hoy se asienta este popular barrio sevillano. Sorprendente, ¿verdad? Pero hay más...

Otros vestigios

El lema de la Orden era sintomático: «Non nobis, Domine, Non Nobis, Sed Nomine Tuo Da Gloriam» que quiere decir: “No para nosotros, Señor, no para nosotros sino en Tu Nombre danos Gloria”. Allá donde se encontraba este lema se encontraba y encuentra en enclave templario..., quédese con esta nota...

Durante el periodo de la Reconquista en Sevilla, fue el rey Fernando III el encargado de devolver esta zona al sendero de la cristiandad mediante el príncipe Alonso. Es precisamente en el “Libro del Repartimiento de Sevilla” donde figura la donación de la villa a los templarios en Goçin: “E dio a la orden del Temple doscientas arrancadas en Goçin, que es término de Facialcaçar” (“El Repartimiento de Sevilla”, Julio González, Ayuntamiento de Sevilla). Así pues los templarios no sólo llegaron a Sevilla sino que también dispusieron de propiedades y villas en la provincia. Tras la desaparición o “extinción” de la Orden del Temple el lugar es donado a Lope de Gutiérrez.

Pero los templarios lucharon codo con codo con el rey santo, con Fernando III, por arrebatar a la vieja Híspalis del dominio musulmán, tal es así que se tiene documentada la muerte del Caballero Templario Martim Martins, maestre de la Orden que formaba junto a las tropas del infante Alfonso de Molina, vástago de Alfonso IX de León, ordenada su inclusión por la Orden que tenía más peso en el reino de León.

La ciudad cae ante el empuje y la voluntad cristiana, con algo de suerte o de milagro en la batalla, y con el reparto de la misma en collaciones entre los distinguidos en la Reconquista a los templarios se les otorga varias “casas” en la Pajarería, perteneciente a la collación de Santa María –hoy Iglesia de El Salvador- .

Así los templarios ven recompensado su valor en las batallas con una serie de terrenos entre la huerta de San Francisco, que hoy si paseamos por el centro de la ciudad conocemos como Plaza de San Francisco y Plaza Nueva junto a la Casa Grande –el Ayuntamiento- de esta ciudad y la muralla junto a la Puerta del barrio de El Arenal en las cercanías de la calle Arfe, calle Zaragoza, plaza del Molviedro y calle Adriano.

Tenían iglesias donde realizar sus oraciones, de hecho se cree que en el Hospital de la Caridad, en una capilla dedicada a San Jorge, en el interior de esta iglesia aún se encuentra el lema: “Non nobis, Domine, non nobis, sed Nomini tuo da gloriam”, ¿recuerdan? La pequeña iglesia sería luego demolida por orden de Miguel Mañara para construir la actual iglesia de la Caridad. Los caballeros templarios rendían obediencia y lealtad al Papa, tenían orden organizada dentro de la ciudad y en el 1310 se ven despojados de sus posesiones con la citación para acudir a Medina del Campo en la provincia de Valladolid para iniciar así el proceso a la Orden Templaria y su “extinción” posterior. Todas sus posesiones pasaron a ser propiedad del cabildo de la catedral de Sevilla.

Históricamente la Orden Templaria gozó de privilegios reales en la Sevilla de la época, se les concede hasta 19 de estos e incluso al obispo Remondo se le atribuye el ser parte y caballero de la orden hasta el momento de su muerte, teniendo éste un gran peso durante el reinado de Fernando III, incluso en su tumba viste indumentaria templaria, todo un síntoma, se encuentra rodeado de monjes de la orden y sobre él, es su cabecera una Virgen negra...

Hoy día en inconcebible escuchar a personas teóricamente bien informadas decir “en Sevilla no hay vestigios del Temple” y que sólo denota una mala formación allá donde vivimos en una ciudad tan rica en Historia como en vestigios físicos y culturales que lo demuestra y como muestra... “el botón del Temple en Sevilla”. ¿Quieren más?