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Agentes de policía frente al local de la Avenida de Montes Sierra donde se produjo el suceso. / El Correo
El juicio con jurado popular contra Jonathan S.B., para quien la Fiscalía de Sevilla pide 20 años de cárcel por atropellar mortalmente con su vehículo a un joven el 22 de febrero de 2014 en la avenida Montes Sierra, ha sido fijado nuevamente para el próximo viernes, según fuentes judiciales.
El comienzo de este juicio estaba previsto inicialmente para el pasado día 2 de marzo, pero fue suspendido cuando ya se estaba eligiendo en la Audiencia Provincial de Sevilla al segundo miembro del jurado, algo que no había sucedido en los 20 años que se llevan celebrando juicios con jurado en Sevilla.
Así, y cuando se estaba eligiendo al jurado, el acusado renunció a su abogado al entender que la Fiscalía le pide una excesiva pena de cárcel por estos hechos, pues hay que recordar que el Ministerio Público le pide por un delito de asesinato 20 años de prisión y el pago de una indemnización de 300.000 euros a favor de los padres, los dos hermanos, la exnovia y las hijas gemelas de la víctima, identificada como Francisco Javier Gómez.
Tras ser suspendido, el juicio ha sido fijado nuevamente para este viernes, cuando tendrá lugar, por fin, la constitución del jurado popular, tras lo que cada parte realizará sus alegaciones y, a continuación, comenzará la declaración del acusado.
En su escrito de acusación, consultado por Europa Press, la Fiscalía relata que los hechos tuvieron lugar el 22 de febrero de 2014, cuando el acusado se encontraba en el bar La Trocha, en la avenida Montes Sierra, junto a más personas, entre ellas el fallecido, que estaba «en lamentable estado de intoxicación por haber consumido gran cantidad de alcohol y de cocaína». Así, el fallecido «se puso a molestar» a las personas presentes en el establecimiento, por lo que fue expulsado del local sobre las 7,24 horas tras recibir varios golpes, cerrando seguidamente las persianas metálicas para continuar la fiesta dentro.
La víctima, «furiosa» por su expulsión del local, decidió regresar al mismo dos minutos después con una botella de cristal en la mano con la que se puso a «aporrear» la persiana metálica, dando «grandes» voces para que le abrieran hasta que, en un momento dado, salió el acusado junto al dueño y al portero del bar. «Tan pronto» como el fallecido vio al imputado, «se abalanzó sobre él y le golpeó» con la botella en el cuello, produciéndole un corte que le hizo sangrar, tras lo que, dada la inferioridad numérica en que se encontraba, huyó corriendo. El imputado, «en venganza» por lo sucedido, decidió en ese momento salir en persecución de la víctima conduciendo su propio coche. «Al intuirlo a lo lejos caminando de espaldas por la acera, decidió embestirlo directamente» con su vehículo.