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Guillermo Segovia afirma que «hay que crear hábitos de ejercicio físico y mental». / El Correo
«Tenemos que acostumbrarnos
a ser jóvenes hasta la muerte»
Entrevista a Guillermo Segovia, médico de la Residencia Gerón. Los ‘nini’ no son cosa exclusiva de los jóvenes. Muchos ancianos se enganchan al plan de sofá y tele nada más llegar la jubilación, y aunque es más cómodo, es el billete para un envejecimiento complicado y mucho peor que si se mantuvieran activos
{¿Qué es eso del envejecimiento activo?
—El envejecimiento normal de cualquier persona, siempre que tenga una buena calidad de vida. El envejecimiento activo es el que permite vivir el día a día de la edad.
—¿Es recomendable?
—Es lo ideal. Todos queremos que a la hora de que vayamos teniendo limitaciones propias de la edad no perder de forma brusca la actividad física o la comida, y puede pasar si somos sedentarios. No se pude decir: «Como me duele la rodilla ya no ando». Envejecer es inevitable: que sea lo menos agresivamente posible.
—¿Cuánta gente practica el envejecimiento activo y cuánta no?
—Creo, a falta de estadísticas y datos, que todavía el porcentaje de mayores con actividad es pequeño. Y también los familiares les quitamos actividades cuando les decimos «no, déjalo, no lo hagas tú, no te vayas a caer...» Deberíamos hacerlo al revés, porque los mayores deben ser útiles. Hay que estimularlos, dentro del cuidado. No protegerlos demasiado.
—¿Hay que comenzar a los 60, a los 65, a los 45?
—Lo ideal es habituarse a la actividad física desde niños. Cuando la persona no ha hecho nunca ejercicio, el problema llega con la jubilación, sin horario ni obligaciones. Se vienen abajo, no tienen estímulos para hacer nada. Pero si no pueden correr, que anden. Hay que hacer ejercicios suaves, según cada persona.
—¿Qué efectos produce en el cuerpo del anciano el sedentarismo?
—A cierta edad es normal que aparezcan el cansancio y las limitaciones, y a lo mejor también la artrosis, la insuficiencia cardiaca o la respiratoria. Lo lógico es que los mayores se vayan cansando, pero hay que crear hábitos de ejercicio físico y mental, pese a que se esté más a gusto quieto. Porque las consecuencias son la artrosis y el anquilosamiento al no mover las articulaciones. El sedentarismo produce más sedentarismo y pueden llagar insuficiencias renales al no orinar bien, estreñimiento, adelgazamiento y pérdida de masa muscular: un paso tras otro hacia la dejadez.
—¿Sabían envejecer mejor los abuelos de nuestros abuelos?
—No. Antes los mayores eran activos porque no les quedaba otra que trabajar hasta muy mayores, a veces en tareas duras como las del campo. Con menos medios se mantenían más activos, muy envejecidos pero muy activos. Ahora no envejecen peor, sino que somos más cómodos. Hay que crear el hábito de ser joven hasta el fallecimiento.
—¿Qué se puede hacer cuando uno no se puede mover?
—Para no perder tono muscular, siempre que sea posible, que alguien te movilice las articulaciones, cuidar la alimentación y ejercitar la mente mucho, porque eso evita que el metabilosmo vaya a peor. Un buen ejercicio es recordar. Aquí en la Residencia Gerón tenemos la escritura del diario como terapia, porque también sirve para el alzhéimer y la demencia senil. Quien quiera puede entrenarse con crucigramas, con sopas de letras... lo importante es que no se puede pasar todo el día viendo la TV.
—¿Por qué viven más las mujeres que los hombres?
—El tema hormonal influye, pero la calidad de vida de las mujeres ha cambiado: sus trabajos eran menos agresivos física y mentalmente y ya no es así. No creo que vivan ya mucho más.
—¿Deben hacer ejercicios diferentes ancianos y ancianas?
—En absoluto. Lo que hacen unos lo pueden hacer las otras.
—¿Qué consecuencias tiene el aumento de la esperanza de vida?
—Mucho más gasto sanitario: a más edad, más patologías y es muy difícil que alguien de más de 70 años no consuma medicamentos. Casi siempre, para varias cosas.
—¿Dónde es más fácil envejecer de forma activa, en el campo o la ciudad?
—Da igual. Quien esté habituado al pueblo no se va a entretener en un centro comercial porque no está acostumbrado, y viceversa. ~