Un batallón de limpieza frente a la Sevilla sucia

El plan de choque de Lipasam, con 119 contratos extra, ha actuado ya en 30 barrios con, dicen, «margen de mejora». Se han recogido 100.000 kilos de residuos en tan solo 12 días

Iñaki Alonso @alonsopons /
06 nov 2017 / 07:19 h - Actualizado: 06 nov 2017 / 07:19 h.
"Ayuntamiento de Sevilla","Lipasam","Empleo","Juan Espadas"
  • Las actuaciones no se han limitado a los barrios de la periferia, sino que ha llegado a intramuros, como esta calle del barrio de San Gil. / El Correo
    Las actuaciones no se han limitado a los barrios de la periferia, sino que ha llegado a intramuros, como esta calle del barrio de San Gil. / El Correo
  • Operativo especial de Lipasam en el barrio de Los Pajaritos, donde ha permanecido tres días. / El Correo
    Operativo especial de Lipasam en el barrio de Los Pajaritos, donde ha permanecido tres días. / El Correo
  • El plan especial, con sopladoras y barredoras, en el distrito Este. / El Correo
    El plan especial, con sopladoras y barredoras, en el distrito Este. / El Correo

Lipasam saca la escoba para plantar batalla a la Sevilla sucia. El plan de choque puesto en marcha desde mediados de octubre por la empresa pública de limpieza ya da sus primeros frutos, contabilizados al peso: 97.240 kilos de residuos recogidos en tan solo 12 días en más de 30 barrios seleccionados porque había un «mayor margen de mejora» en el servicio, según el gobierno municipal. O, dicho de otra forma, calles que seguían sucias –o sin estar en su estado óptimo– pese a las actuaciones de los servicios de limpieza viaria rutinarios.

El plan de choque, que incluye un refuerzo de 119 trabajadores a la plantilla de Lipasam, que incrementa en un 15 por ciento los servicios de limpieza viaria, cuenta con una primera fase que expira el próximo jueves y que se enfoca en dirigir este refuerzo a zonas «en las que los estudios realizados por los técnicos de Lipasam detectan un mayor margen de mejora». En función de ese análisis de campo, el plan se activó el pasado 16 de octubre, donde se distribuyeron 58 trabajadores en cuatro barrios de la ciudad: Palmete, El Cerezo, Huerta de Santa Teresa y La Oliva. Los equipos en cada zona, en esas batidas, oscilan entre 12 y 17 operarios de limpieza viaria, a los que se une una maquinaria formada, en función de las necesidades de cada enclave, por barredoras, brigadas, motocarros y baldeadoras. Solo en ese primer día se sacaron de las calles más de 10.000 kilos de basura.

El mapa de actuación durante los primeros 12 días se ha extendido por algo más de 30 barrios, donde el operativo especial se ha mantenido por un periodo corto de tiempo. De hecho, el refuerzo que más ha permanecido ha sido cuatro días en el barrio de Nervión, donde se actuó con 16 empleados de Lipasam con un resultado de 9.960 kilos de residuos recogidos. Hasta tres días de actuaciones se acometieron en el Polígono Sur, con 7.920 kilos de basura retirados; Torreblanca, con 6.330 kilos; y Los Pajaritos, con 7.480 kilos. Ahí es donde más se esmeraron, en tiempo, este refuerzo especial, que en este arranque ha puesto mucho el punto de mira en la periferia, con dispositivos puntuales en el Polígono San Pablo, Rochelambert, Juan XXIII, Polígono Norte, El Plantinar, La Plata, La Corza, Retiro Obrero o León XIII. De todos modos, también se ha trabajado a intramuros, como el entorno que protege la muralla de la Macarena, como San Gil; o las calles de Santa Catalina.

El refuerzo en barrios se están centrando en los tratamientos de barrido mecánico aprovechando las nuevas barredoras, un aumento del baldeo mixto de viales y con barredora de media capacidad y el dispositivo de una brigada especial de limpieza para actuar a pie en calles y plazas. A eso se sumará también una campaña intensiva de mejoras en los contenedores y papeleras de la ciudad, con una serie de actuaciones de mantenimiento, reparaciones y limpieza.

Refuerzo de plantilla

Este equipo se ha puesto en marcha con 119 contrataciones de refuerzo en limpieza, que se realizaron siguiendo el orden acordado con la plantilla de Lipasam desde el año 2015 (es decir, primero fijos discontinuos y, a continuación, la bolsa). Unas incorporaciones a los que se sumarán otros 25 profesionales más como refuerzo previo al plan de navidad, que ya dispondrá de sus propias contrataciones. De hecho, el periodo de este plan de choque se solapará con el especial con motivo de las fiestas navideñas, como bien señaló el alcalde, Juan Espadas, a principios de octubre. El dispositivo, cuyo periodo de vigencia va desde el pasado 16 de octubre al 31 de diciembre, está operando con una maquinaria formada por cuatro baldeadoras, ocho brigadas y ocho barredoras mediana.

«Es un refuerzo para algunas zonas, diseñado como un complemento a las labores y el trabajo ordinario que realiza Lipasam», recordó recientemente el portavoz del gobierno municipal, Antonio Muñoz. Y es que el criterio de selección de las zonas no ha pasado por alto a los ojos de la oposición, que este verano ha sido especialmente incisiva con el factor limpieza. Mientras el gobierno local alude las más de treintena de barriadas beneficiadas por el plan de choque de Lipasam, el PP hace la cuenta de la vieja y cuestionó, hace unos días ya, los 48 barrios de la capital «excluídos», poniendo el foco en lugares como Triana y Los Remedios, donde a esas alturas «se actuó poco o nada».

La réplica a las quejas por el reparto de efectivos llegó rápida. Lipasam se sustenta en «estudios sobre el terreno» para priorizar los trabajos en zonas que estén más descuidadas, que no quiere decir que sean las que menos atenciones de limpieza reciben. Esto, que podría suponer una contradicción, no lo es. Desde Lipasam siempre han mantenido que una calle esté más o menos sucia no depende en exclusiva de la labor de los dispositivos desplegados. De hecho, los indicadores internos apuntan a que hay distritos donde hay índice de calidad superiores y, sin embargo, Lipasam actúa con menos periodicidad que otros donde no brilla el resultado. Ahí juega la variable, insisten desde la empresa de limpieza, de la concienciación ciudadana. Si cala el mensaje del civismo, los residentes arrojan los residuos en papeleras y contenedores y la sensación de suciedad es menor. De ahí la puesta en marcha de campañas como Solo juntos hacemos una Sevilla más limpia.

«Hay margen de mejora para tener una ciudad más limpia. Y eso se consigue con más concienciación por parte de la ciudadanía, con un aumento del número de talleres y campañas», manifestó el alcalde antes de conocerse el plan de choque de Lipasam. Ahí avanzó que están preparando nuevas campañas, además de seguir trabajando con talleres y programas de sensibilización.

El refuerzo de personal se suma un programa de inversiones en maquinaria por valor de nueve millones. La primera partida llegó en octubre con 20 vehículos nuevos –12 camiones compactadores de recogida lateral más ocho barredoras– por 4,1 millones. Además, se adjudicó la compra de otras nueve compactadoras, 420 contenedores metálicos, 40 sopladoras eléctricas y cuatro barredoras pequeñas de aspiración. La última fase será la compra, por valor de 2,1 millones, de diez motocarros eléctricos, tres camiones autocargantes, la adaptación de contenedores soterrados y recambio para 10.000 papeleras.