José Miguel Cisneros: «La curación es la norma si se detecta de forma precoz»

Consciente de la alarma social que suele generarse cada vez que se conoce un caso letal por meningitis, este especialista en enfermedades infecciosas aboga por evitar la psicosis y conservar la calma dado que es una infección poco común y controlada

23 abr 2018 / 17:40 h - Actualizado: 23 abr 2018 / 17:44 h.
"Sanidad","Salud pública","Día mundial de la meningitis"
  • José Miguel Cisneros posa en su consulta en el Hospital Universitario Virgen del Rocío. / Jaime González Prieto
    José Miguel Cisneros posa en su consulta en el Hospital Universitario Virgen del Rocío. / Jaime González Prieto

Director de la Unidad de Gestión Clínica de Enfermedades Infecciosas, Microbiología y Medicina Preventiva del Hospital Universitario Virgen del Rocío y presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) desde junio de 2017, José Miguel Cisneros es toda una eminencia en la materia.

—Hoy se celebra el Día Mundial de la Meningitis. ¿Qué panorama podemos describir de esta enfermedad?

—La meningitis bacteriana es una enfermedad poco frecuente que está ocasionada por varias bacterias y que en ocasiones produce infecciones graves que precisan de ingresos hospitalarios, llegando a tener secuelas importantes e incluso la muerte. Cada vez que hay un caso letal se crea una alarma social cuando en realidad esos casos son muy poco frecuentes, si bien como afecta a personas sanas tiene mucha repercusión. Se trata de una infección poco común, ocasionalmente mortal pero poco común. Por lo demás, existen afortunadamente tratamientos antibióticos muy eficaces. Cuando se detecta de forma precoz la curación es la norma en los países desarrollados como el nuestro, si bien hay que decir que la mortalidad es muy alta en otros. Además, los avances permiten que el diagnóstico sea relativamente sencillo, hay pruebas muy rápidas cuando se detectan síntomas y existen medidas de prevención basadas en la vacunación para los tres tipos de bacterias que la causan. Desde que tenemos un calendario vacunal se ha reducido extraordinariamente la incidencia.

—La tasa de incidencia en los últimos dos años ha sido de 0,87 casos por cada 100.000 habitantes. ¿Está controlada la enfermedad?

—Se suelen dar fluctuaciones y a veces un caso más o menos hace que suba la cifra bastante. La bacteria puede tener ondas epidémicas igual que ocurre con la gripe, que este año ha sido más intensa y prolongada que los anteriores. Hay ciertas variaciones genéticas y además las condiciones ambientales pueden hacer que la bacteria sea más transmisible en un momento dado que en otro. Por eso es importante tener una perspectiva temporal y la realidad es que en los últimos seis o siete años se ha movido en un margen similar, por debajo de uno.

—De hecho, aunque se suela hablar de la bacteriana, el 80 por ciento de los casos es de origen viral y se resuelve sin complicaciones.

—Así es, pero la idea que tiene la ciudadanía es la de una infección bacteriana grave cuando en realidad la inflamación de las meninges la pueden producir muchos microbios y no sólo eso, también traumatismos cerebrales y cirugías neurológicas pueden provocar respuestas semejantes. Eso sí, cuando se trata de un virus suele ser una inflamación autolimitada y se cura espontáneamente. En todo caso, es importante diferenciar, no siempre hablamos de una enfermedad grave.

—Los síntomas, sin embargo, suelen confundirse con los de la gripe, ¿no?

—Los síntomas son similares pero no iguales, de ahí la importancia de que quien valore el caso sea un médico con capacidad para precisar si se trata o no de meningitis. Es verdad que esta enfermedad comparte con la gripe que se produce fiebre alta y dolor de cabeza, pero hay que bajar en el interrogatorio y en la exploración y observar si hay por ejemplo rigidez en la nuca cuando el médico flexiona la cabeza del paciente de forma relajada. En caso de sospecha de meningitis, si no se tiene claro, se debe realizar una prueba que consiste en la punción lumbar para descartar o confirmar la enfermedad y que se realiza en cualquier servicio de urgencias.

—¿Cuáles son los grupos que presentan mayor riesgo de contraer la enfermedad?

—En el caso de la meningitis bacteriana puede aparecer en cualquier segmento de la población, desde niños hasta ancianos, desde personas sanas hasta las que tienen enfermedades crónicas con tratamientos debilitantes, como el cáncer. En las edades extremas es más frecuente porque el sistema inmune está más debilitado.

—¿En qué consiste la quimioprofilaxis que se aplica cuando se produce un caso?

—Cuando se diagnostica un caso por meningococo se hace una declaración urgente y se inicia la encuesta por la que se analiza el contexto y se definen las personas que pueden haber estado en riesgo de haber adquirido la bacteria. Influye la edad, no es lo mismo compartir un lápiz entre niños de tres años que de diez. Pueden ser entre 10 y 30 personas, se identifican y se les administra un tratamiento antibiótico muy eficaz para prevenir esos posibles casos secundarios.

—¿Qué líneas de investigación se están desarrollando en este campo hoy día?

—Por un lado, se investiga en el desarrollo de las vacunas. Por otro, desde un punto de vista epidemiológico, en el conocimiento de la distribución de estas bacterias, que es cambiante ya que intentan escaparse como es lógico. En tercer lugar, en el tratamiento antibiótico en busca de conseguir los mejores resultados y que las tasas de curación se acerquen al 100 por 100, que es el ideal, o que la recuperación de las secuelas sea casi total.

—La difusión es otra tarea en la que hay mucho por hacer.

—En efecto, en la transmisión a los ciudadanos es muy importante tratar de evitar la alarma social que periódicamente se da cuando surge algún caso. Hay que ponerlo en valor con otros problemas sanitarios más importantes que pasan desapercibidos o que no provocan esta preocupación social. Un ejemplo es la gripe, que también es una infección y que puede prevenirse mediante la vacunación, que no tiene una eficacia del 100% pero siempre es mejor que no vacunarse y sin embargo la tasa de vacunación es muy baja. Este pasado invierno se declararon en Andalucía 143.220 casos de gripe. Es verdad que en principio es una enfermedad leve pero no inocua, de hecho 516 personas ingresaron en los hospitales por gripe grave y 112 fallecieron. La vacuna de la gripe sigue siendo infrautilizada.