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Acto de presentación a los medios, este viernes en Sevilla. Fotos: Marta Verdugo.
Seis toros de distintas ganaderías para él solo y un fin solidario: era el definitivo motivo que había llevado a Esaú Fernández a convocar a la prensa especializada en el taurino hotel Gran Meliá Colón. Lo hizo bien amparado por tres toreros de referencia como Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’, Eduardo Dávila Miura y Manuel Jesús ‘El Cid’ que, de alguna manera, apadrinaron este acto que sirvió para explicar las claves del gesto del diestro camero. La encerrona, que tendrá carácter goyesco, se celebrará el próximo 29 de febrero en el coso portátil instalado –y exornado para la ocasión- en la explanada próxima al recinto ferial. Los precios, además, no pueden ser populares, incluyendo el acceso gratuito para niños acompañados.
Esaú ha escogido un combo de ganaderías que tienen una significación en su carrera. Hay que advertir que todas las reses han sido donadas por sus respectivos ganaderos sumándose al fin solidario del evento, que tiene mucho que ver con las necesidades que se viven en el propio barrio del torero, que definió a su gente como “trabajadora y honesta”.
La rueda de prensa atrajo además a varios ediles de la localidad sevillana además de distintos representantes de la afición sevillana. Fue un cuidado acto conducido por el veterano periodista José Enrique Moreno en el que el diestro camero mostró sus ilusiones y anhelos ante un acontecimiento que, más allá de su fin solidario, también podría convertirse en un inmejorable trampolín para relanzar su carrera.
Impresiones antes de una encerrona trascendental
“Más que una gesta se trata de un día importante” declaró Esaú antes de evocar su alternativa en 2011 en la plaza de la Maestranza. “Van a ser diez temporadas cumplidas como matador pero a lo mejor no he encontrado el momento o el día y aún tengo cosas que decir” señaló. “Será por circunstancias, por mi culpa, o lo que sea pero aún no estoy en el lugar que me gustaría estar pero sí he sido constante; lo sabe El Cid o el maestro Espartaco, con el que me he llevado hablando a veces hasta las dos de la mañana”, prosiguió el torero agradeciendo de una manera especial el apoyo de esos toreros. “Siempre han estado ahí para que no me aburra”, se sinceró Esaú que también tuvo palabras de agradecimiento para la corporación municipal de Camas que ha colaborado en el buen fin del empeño.
Ese capítulo de agradecimientos se hizo extensivo de una manera especial para los ganaderos participantes. “Todos los toros son donados”, reiteró Esaú Fernández que se ha decantado por las divisas de Victorino Martín, La Palmosilla, Daniel Ruiz, Baltasar Ibán, Puerto de San Lorenzo y El Pilar. “Todas las ganaderías tienen un porqué” señaló Esaú. En el caso de Victorino Martín, por ser la ganadería del primer toro indultado de su vida. El del Puerto, mantiene vínculos familiares con el propio torero. Daniel Ruiz, precisó el diestro camero, “fue el primero que me dijo que me regalaba un toro y a partir de ahí vinieron todos”. Esa lista se engrosó con el ejemplar de Ibán gracias a la identificación de la ganadera con el proyecto. En el caso de El Pilar, se trata del hierro del toro de su alternativa y la donación del toro de La Palmosilla fue la guinda del encierro. Hubo otras peticiones y ofrecimientos, incluyendo un ejemplar de Miura que prestó la anécdota. “Toto Miura me dijo que estaría más tranquilo si el toro no iba pero que si tenía que ir que fuera; vas a estar más tranquilo tú y yo también”, bromeó el torero.
“Noto el cariño de los maestros y el apoyo de la prensa y eso me llena de orgullo” señaló el joven diestro que también mencionó el apoyo de sus propios paisanos. Esaú aludió a su carácter extrovertido que, a su juicio, habría podido empañar en ocasiones su propia dimensión de torero. “He toreado cerca de una treintena de festejos este año y esto me pilla cuajado; los toreros nacen y se hacen y he podido pasar momentos duros pero ahora es el momento de dar este paso” explicó el torero afirmando que pretendía que el evento “se convierta en el acontecimiento social que siempre ha sido una corrida de toros”.
A nadie se le escapa que el gesto podría ir enhebrado a la gestación de los carteles de la próxima Feria de Abril que podría presentarse en fechas muy cercanas a la celebración del festejo. “La última corrida que maté en Sevilla fue la de Miura en 2017; el primero me cogió a portagayola y no recuerdo nada de lo que aquel día pasó” refirió el torero que estuvo cerca de cortar una oreja de su segundo ejemplar. “El castigo ya lo he cumplido” bromeó Esaú Fernández, que hizo un repaso por sus principales hitos en el coso maestrante sincerándose al advertir que “si no me han vuelto a poner es porque esa tarde no pasó nada”. El diestro camero, que destacó el buen trato que siempre había recibido de la empresa Pagés, se declaró “preparado para torear”. El próximo 29 de febrero tiene una oportunidad de oro para demostrarlo.