El presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, Antonio Bañuelos, ha enviado una carta a la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, en la que le pide que atienda a los ganaderos de bravo e invocan su papel de “cuidadores” del tejido rural de nuestro país además de su condición de preservadores “de una raza autóctona única y un espacio natural de gran valor medio ambiental”. El envío de esta misiva coincide, además, con la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente.
Bañuelos, en su carta, celebra que el lema de la jornada internacional de este año invoque la Biodiversidad ya que considera que “el toro bravo es uno de los mejor abanderados de la misma”. El presidente de la Unión de Criadores, que ha sucedido a Carlos Núñez al frente de la entidad en las recientes elecciones, también recuerda a la ministra que la Unión trasladó el pasado año a los pasillos centrales del Parlamento Europeo una exposición bajo el título ‘Toro bravo, guardián de la Biodiversidad’.
En el mismo escrito, Bañuelos hace alusión a la dramática situación por la que está atravesando el campo bravo insistiendo en la vocación ecológica de la dehesa. “Especialmente en un día como hoy, esperamos de las distintas administraciones que apliquen las medidas necesarias para que nuestros hombres y mujeres del campo no abandonen su labor, para que los pagos por servicios ambientales sean aplicados directamente a nuestra gente del campo pues generan un servicio a la sociedad que hasta el momento nunca ha sido ni retribuido y mucho menos considerado” ha señalado el presidente de la UCTL advirtiendo que, paradójicamente, la celebración de esta jornada se realiza “sin contar con los agentes que habitamos, cuidamos y conservamos el medio natural”.
Momentos complicados
“Nuestro sector del campo bravo se encuentra viviendo los peores momentos desde la Guerra Civil” advierte el criador burgalés advirtiendo a la ministra que más allá de los problemas medioambientales y económicos “cada ganadería autóctona de bravo que cierra, supone un abandono de nuestro campo y una pérdida genética irreparable”. Hay que recordar que el hábitat del toro bravo –la dehesa- se extiende por más de 300.000 hectáreas del medio rural español. En ese sentido, ha recordado Bañuelos, un informe de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo del pasado mes de mayo reconoció que la dehesa fomenta “el vínculo entre la población rural y el territorio”, además de suponer una “gran importancia socioeconómica” que considera “muy en sincronía con la naturaleza debido a su producción de bienes agrícolas y a la cría de ganado”.
Bañuelos finaliza su carta interpelando a Teresa Rivera para que vele “por quienes cada día cuidan y conservan el tejido rural de nuestro país, que son quienes a su vez, cuidan y conservan nuestro campo y el medio natural”.