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El torero camero, acompañado de los ganaderos que lidiarán el próximo 4 de febrero. Foto: Rodríguez de la Vega
El gesto ya tiene fecha y cartel. Alfonso Oliva Soto se encerrará en solitario con cuatro toros de las ganaderías de Pallarés, Gavira, Albarreal y Virgen María para estrenar la temporada taurina en la provincia de Sevilla. Será el próximo 4 de febrero en la coqueta plaza de Guillena, uno de los ruedos talismán del diestro camero. Se trata de un gesto madrugador que puede servir de toque de atención de cara a la confección de los carteles del abono sevillano que ya han iniciado su gestación –adelantándose a la finalización de las celebraciones navideñas- modificando uno de los usos y costumbres más acendrados en la empresa Pagés.
Ésa es la definitiva intención del diestro camero que ha dado pelos y señales de su gesto convocando a los medios especializados a una rueda de prensa capitaneada por el periodista Víctor García-Rayo que se ha celebrado en el taurinísimo Hotel Colón de Sevilla. Oliva compareció acompañado de su apoderado, Rafael Jurado, y tres de los ganaderos que lidiarán en esa trascendental fecha: José Benítez Cubero, Guillermo García Palacios y Salvador Gavira, que tuvieron palabras de aliento para el torero que también recibió el apoyo del veterano diestro linarense José Fuentes.
La convocatoria, de una forma u otra, ha servido para realzar el acontecimiento. Oliva, visiblemente ilusionado, ha agradecido a los plumillas taurinos y los muchos aficionados y seguidores que habían acudido a su llamada el respaldo obtenido en los años de banquillo. Pero, más allá de ese capítulo de agradecimientos, Alfonso Oliva Soto aludió a sus actuales circunstancias profesionales que dieron un vuelco a raíz de la oreja cortada en la plaza de la Maestranza en la pasada Feria de Abril.
“Creo que éste ha sido mi mejor año porque he conseguido estar bien con capote, muleta y matar los toros por arriba; en Sevilla se pudo ver con un solo toro y de ahí salieron el resto de los festejos”, explicó el matador. Una cosa había traído la otra: El diestro de Camas atribuyó la entrada en Sevilla -después de siete años de ausencia- al resultado de la corrida celebrada el pasado 12 de febrero en Guillena, en la que indultó un boyante ejemplar de Blázquez que, según su propio testimonio, provocó la llamada de Ramón Valencia al día siguiente de aquel triunfo.
Un indulto en 2022
Y es que la plaza de Guillena tiene especiales connotaciones para el matador camero. Ese toro indultado de Manuel Blázquez se llamaba ‘Tremolino’. Oliva estaba anunciado con Lama de Góngora –que también dio una gran tarde de toros- y Mario Sotos. Un azulejo instalado en el corredor de la puerta principal de la plaza recuerda la efemérides desde finales de octubre. Fue el primer toque de atención de una campaña que tomaría vuelo tras esa corrida coral de oportunidades incluida en la Feria de Abril, logrando cortar una oreja al único cartucho posible: un notable y serio ejemplar de Virgen María al que cuajó una faena fiel a su más íntimo estilo.
Oliva, que sumó un total de once corridas en la temporada 2022, aún volvería a anunciarse de nuevo en Guillena, repitiendo el hierro de Manuel Blázquez. Fue el 31 de julio, en una función televisada, algo accidentada –se tuvo que retrasar el comienzo de la corrida ante la ausencia de una ambulancia adecuada- y con calor africano que volvió a revelar el excelente momento del torero de Camas que alternó aquel día con Rafa Serna y José Ruiz Muñoz, que también brillaron a alto nivel.
Y Oliva vuelve a tener el punto de mira en Guillena. Lo hace con una reivindicación del campo bravo de la Baja Andalucía al apostar por cuatro hierros que, según su propio testimonio, “rompen la monotonía de las ferias”. “No sólo se trata de reivindicarme yo como torero sino de reivindicar este tipo de ganaderías” explicó el diestro camero antes de valorar la elección del modelo de cuatro toros, muy en boga últimamente, explicando que “es un número suficiente para valorar la dimensión de un torero”. Aún se desconoce si el festejo podrá ser televisado, una circunstancia que podría animar a la organización a sumar dos toros más. En cualquier caso, Oliva Soto apostó más por el “sentimiento” que por la técnica a la hora de decantarse por esa cifra de reses. “Cuando se lo echas a un toro te revientas por dentro y no es lo mismo cantar una bulería que cantar música pop”, remachó el matador. El 4 de febrero tiene una cita trascendental en Guillena...