Tito de San Bernardo: adiós a uno de los grandes de plata

El prestigioso banderillero sevillano ha fallecido a los 91 años a consecuencia de un fallo renal

03 dic 2020 / 09:54 h - Actualizado: 03 dic 2020 / 09:55 h.
"Toros"
  • Tito de San Bernardo, en el transcurso de un homenaje organizado por Aula Taurina en febrero de 2015.
    Tito de San Bernardo, en el transcurso de un homenaje organizado por Aula Taurina en febrero de 2015.

El banderillero sevillano Manuel Rodríguez González ‘Tito de San Bernardo’ ha fallecido esta madrugada en el hospital de San Lázaro de Sevilla a consecuencia de las complicaciones de un fallo renal. Contaba con 91 años y estaba considerado uno de los banderilleros más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Vinculado a una familia de rancio abolengo taurino y carnicero arraigado en el barrio de San Bernardo –su abuelo llegó a ser banderillero de El Espartero y matarife del antiguo matadero- el futuro subalterno forjó su vocación taurina en el Matadero del Cerro del Águila junto a toreros como Manolo Vázquez, que sí llegó a figura.

Probó suerte como novillero, debutando en la antigua plaza de la Merced de Huelva en 1944 pero, después de debutar con picadores en Granada tres años después, la suerte no terminó de acompañarle. Desengañado del traje de luces, permaneció un tiempo alejado de los ruedos pero sería en el escalafón de plata donde acabaría brillando y haciéndose un hueco entre los grandes a raíz de su debut profesional en de la mano de los hermanos Ordóñez Araújo hasta que Antonio, el maestro de Ronda, lo incluyó en su cuadrilla.

A las órdenes de los mejores

Desde entonces, Tito de San Bernardo no dejó de torear a las órdenes de las primeras figuras a lo largo de treinta y cinco años de profesión. El prestigioso banderillero sevillano figuró en las cuadrillas, entre otros, de Manolo Vázquez –su compañero en las primeras andanzas taurinas-, El Viti, Diego Puerta, Paco Camino, Paquirri, Capea o Dámaso González hasta sumar en torno a dos mil cuatrocientas corridas entre los ruedos europeos y americanos.

Se retiró de la profesión en la feria del Pilar de 1985 toreando a las órdenes del Niño de la Capea. Desde entonces su nombre se convirtió en un referente para las generaciones más jóvenes de banderilleros aunque siguió vinculado al toro como apoderado de Rafael de Paula en la segunda mitad de la década de los 80. En 2003 fue nombrado director de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, puesto que abandonó en 2014. En ese tiempo dirigió la formación de las últimas hornadas de novilleros, matadores y subalternos de la cantera taurina sevillana que le rindieron un homenaje el pasado año en la Venta de Antequera con motivo del XXV aniversario del centro.