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Sherlock Holmes ya tiene heredera

El periodista y escritor Andrés González-Barba da una nueva vuelta de tuerca al universo Conan Doyle y nos sorprende con «Las aventuras de Laura Holmes. El caso del diamante del marajá», una deliciosa propuesta infantil publicada por la editorial mr. momo

17 feb 2018 / 08:21 h - Actualizado: 15 feb 2018 / 09:23 h.
"Libros - Aladar"
  • Cubierta de ‘Las aventuras de Laura Holmes. El caso del diamante del marajá’. / El Correo
    Cubierta de ‘Las aventuras de Laura Holmes. El caso del diamante del marajá’. / El Correo
  • Laura Holmes, sobrina del detective asesor, es una creación genuina del periodista y escritor sevillano Andrés González-Barba. / El Correo
    Laura Holmes, sobrina del detective asesor, es una creación genuina del periodista y escritor sevillano Andrés González-Barba. / El Correo
  • ‘Las aventuras de Laura Holmes. El caso del diamante del marajá’, es un delicioso aperitivo que te deja con ganas de más. / El Correo
    ‘Las aventuras de Laura Holmes. El caso del diamante del marajá’, es un delicioso aperitivo que te deja con ganas de más. / El Correo
  • Imagen de ‘Las aventuras de Laura Holmes. El caso del diamante del marajá’. / El Correo
    Imagen de ‘Las aventuras de Laura Holmes. El caso del diamante del marajá’. / El Correo

Cuando en 1887 el médico escocés Arthur Conan Doyle presentó en sociedad a Sherlock Holmes, nadie podía imaginarse la trascendencia que dicho personaje tendría en el futuro. Surgido en la novela Estudio en escarlata, son muchas las teorías formuladas en torno a él, entre las que destaca la invención del propio nombre; según algunos «holmesianos», ‘Sherlock’ es el resultado de la combinación de Sherwin y Shacklock, los dos jugadores de cricket favoritos de Doyle, una excentricidad que a la postre resultaría de lo más acertada. Inspirado en un profesor de oftalmología dotado de una gran inteligencia, sus aventuras se prolongaron desde el mencionado año 1887 hasta la segunda década del siglo XX, dando como resultado cuatro novelas y cincuenta y seis relatos que ya forman parte de la historia de la literatura. Pero la historia no acaba aquí, pues el universo de Sherlock Holmes se extiende más allá de las creaciones literarias, abarcando un sinfín de adaptaciones cinematográficas, animadas e incluso lúdicas. En el caso del séptimo arte, el inquilino más famoso de Baker Street es el personaje de ficción que más veces ha sido llevado a la gran pantalla. Un total de doscientas sesenta películas están dedicadas a él, y desde su debut en el film mudo de 1903, Sherlock Holmes perplejo, su leyenda no ha dejado de crecer merced a cineastas como Billy Wilder o Guy Ritchie. No en vano, gracias a su característico perfil, actores como Peter Cushing y Basil Rathbone son leyendas del celuloide. Y si hablamos de televisión, en el recuerdo de muchos quedan las recreaciones de Jeremy Brett o del más reciente Benedict Cumberbatch, dos de las más brillantes encarnaciones del personaje.

Sherlock para niños

La trascendencia de la obra de Arthur Conan Doyle, como no podía ser de otra forma, abarca también el sector infantil. Si bien son incontables las ediciones adaptadas para los más jóvenes, no hay que desmerecer las múltiples adaptaciones de su universo, cuya expansión sorprendería al mismísimo autor británico. En ese sentido existen incluso traslaciones cómicas, como es el caso de Las extrañas aventuras de Sherlock López y Watso de Leche (1943) del historietista madrileño Gabriel Arnao Crespo, o Sir Tim O'Theo (1970) del autor de Bruguera Joan Rafart i Roldán Raf. Aunque no hay duda de que los dibujos animados ha sido el medio más utilizado a la hora de conquistar a los menores. El primero en darle vida fue el director de anime japonés Hayao Miyazaki, creador de obras maestras como El viaje de Chihiro, quien daría a luz en 1984 una serie animada titulada Sherlock Holmes, cuyo visionado sería el punto de partida para que muchos niños españoles se interesasen por el personaje. Luego llegaría la propuesta de Walt Disney, Basil, el ratón superdetective, dirigida por John Musker y Ron Clements, y con un claro guiño al inolvidable Basil Rathbone. Y desde entonces, la dupla Holmes-Watson no ha dejado de apuntar a los críos, culminando en los últimos años con Sherlock Holmes en el siglo XXII, una reescritura futurista del arquetipo en la que no faltan alusiones a La aventura de la casa deshabitada o La liga de los pelirrojos. Dicha terna infantil se completa con un buen número de libros-juego, juegos de mesa y los inevitables pasatiempos para ordenador y consola.

La mirada de Andrés González-Barba

Según el ‘canon holmesiano’, nuestro protagonista tenía un hermano mayor llamado Mycroft, el cual se nos suele presentar como alto y voluminoso y, según el propio Sherlock, «superior a mí en observación y deducción». Un personaje que aparece o es mencionado únicamente en cuatro historias, y del que conocemos poco más que su trabajo en la administración británica. De ahí que Laura Holmes, sobrina del detective asesor, sea una creación genuina del periodista y escritor sevillano Andrés González-Barba, autor de libros infantiles como El sueño de Titania, pero también de novelas adultas como Los diarios de Regent Street, El último tren de la estación del norte y El enigma Murillo. Una figura sagaz pero también sumamente despistada, que además de vivir puerta con puerta con el inmortal Sherlock —concretamente en el 221A de Baker Street— comparte con él su afición por investigar. Esta entrañable muchachita, nacida en un momento de conciencia social donde la igualdad entre hombres y mujeres es caldo de cultivo diario, se configura como la heroína ideal para captar nuevos lectores y, por ende, descubrir la obra original de Arthur Conan Doyle. Si bien, Laura Holmes no camina sola. Al igual que en Estudio en Escarlata, González-Barba no ha dudado en agenciarle un estupendo compañero de fatigas, quién, además, se encarga de narrarnos la historia con verdadera pericia. Este recibe el nombre de Philip H. Hudson, en claro homenaje a la casera de Sherlock, y es el remedo ideal del abnegado doctor Watson. Una pareja complementaria cuya característica principal es el uso del humor blanco, y que en este primer y divertido caso se afana en descubrir el paradero de una misteriosa joya, «el diamante del marajá». Empresa nada fácil en la que no faltan los enigmas, las sorpresas y confusiones o la necesaria carga sensible, tan adecuada para los peques y particularmente mimada en el caso de nuestro autor. Una sugerente propuesta que no brillaría de la misma manera sin la genial aportación de Yeye Ledo, responsable de las bellísimas ilustraciones que acompañan al texto. Y es que la trama de González-Barba, repleta de alusiones al Londres decimonónico, halla la réplica perfecta en los dibujos de esta licenciada en comunicación audiovisual y entusiasta del diseño publicitario, no faltando ni los atuendos propios de la época ni el toque indiscutiblemente british —desde el palacio de Buckingham al inconfundible Big Ben—. De este modo, Las aventuras de Laura Holmes. El caso del diamante del marajá, es un delicioso aperitivo que te deja con ganas de más, y cuya continuidad debería estar garantizada.