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Reunión entre Juan Marín y María Jesús Montero. / Pepo Herrera
Ciudadanos, el partido que sustenta al Gobierno de Susana Díaz, ha rebajado sorpresivamente el número de enmiendas parciales que su líder, Juan Marín, anunció el miércoles en el Parlamento: de 30 propuestas por valor de 500 millones de euros a diez enmiendas con un coste no superior a los 17 millones. Este giro radical del planteamiento inicial que hizo el partido naranja es difícil de explicar.
Este viernes es el último día que tienen los grupos parlamentarios para llegar al registro del Parlamento sus enmiendas parciales al proyecto de ley de presupuestos para 2016. Hace dos días, el portavoz de Ciudadanos, Juan Marín, adelantó que su grupo registraría una treintena de enmiendas con un impacto de más de 500 millones en unas cuentas que ellos mismos habían acordado con los socialistas. El anuncio cogió por sorpresa a muchos, sobre todo al PSOE, porque suponía modificar ostensiblemente un presupuesto ya diseñado y pactado con ellos. Marín admitió además que la cifra que pretendían cambiar era mayor -en un principio barajaban casi 50 enmiendas parciales por valor de 638 millones- pero al final sólo registrarían “aquellas que tengamos claro que saldrán adelante”. Las enmiendas parciales sirven para modificar el proyecto de ley de presupuestos, reordenando las prioridades de ingresos y gastos de la Junta, cambiando unas partidas por otras o, en caso de que haya acuerdo entre el Consejo de Gobierno y el Parlamento, aumentando algo la cifra global (que roza los 32.000 millones de euros), como ha ocurrido en años anteriores.
El primer desconcierto se produjo cuando Ciudadanos no supo explicar si los 500 millones o una parte de los mismos se sumarían a las cuentas acordadas con los socialistas o si habría que detraer de unas partidas (también pactadas con el PSOE) para aumentar otras. Pero esta mañana, el portavoz adjunto de C’s, Sergio Romero, ha rectificado a Marín anunciado unas cifras totalmente distintas a las que dio su líder: serán diez enmiendas, y no 30, y modificarán 17 millones del presupuesto, y no 500. La explicación es rara e imprecisa: “Tocamos partidas del presupuesto que suman 500 millones, pero sólo movemos 17 millones de un lado a otro”. ¿Qué partidas? “Las que consideramos prescindibles, superfluas e innecesarias”. ¿Y cuáles son? “No lo vamos a decir aún porque están en el registro del Parlamento y alguna podría no ser aceptada por defecto de forma”, advierte Romero.
No es la primera vez que Ciudadanos se aturulla con los números. Nada más firmar el acuerdo para los presupuestos de 2016 con el PSOE, Marín anunció una rebaja fiscal del IRPF que distaba mucho de los números reales. El portavoz del partido naranja confundió el número de contribuyentes con una proyección del ahorro. “Habrá 1.400 euros para rentas inferiores a 12.450 euros”, dijo, y más tarde un comunicado del partido calculaba que la bajada de impuestos “supondrá que cada andaluz tendrá de media alrededor de 900 euros más al año en su haber”.
Ciudadanos es un partido de reciente creación que se estrenó en las elecciones autonómicas del pasado marzo con un impresionante resultado: 368.988 votos (9,28%) y nueve diputados en el Parlamento andaluz. Es la formación que facilitó la investidura de Susana Díaz, tras dos votaciones fallidas, y la que garantiza la estabilidad política y económica de su Gobierno tras firmar un acuerdo para los presupuestos andaluces de 2016. El partido naranja es un valor en alza en las encuestas de cara a las generales del 20 de diciembre. Su líder, Albert Rivera, dará prioridad a Andalucía en la campaña electoral, y tiene aspiraciones de ser el próximo presidente del Gobierno.