Tres docentes interinos cuentan su experiencia

11 sep 2016 / 20:11 h - Actualizado: 11 sep 2016 / 21:29 h.
"Educación"
  • De izda. a dcha. Yanira Cardoso, Juan Antonio Larinto y Mayte Pérez. / El Correo
    De izda. a dcha. Yanira Cardoso, Juan Antonio Larinto y Mayte Pérez. / El Correo

Yanira Cardoso.
Maestra de Primaria interina desde 2012
«He aprobado tres veces, no tuve plaza por 3 milésimas»


Es una de las maestras interinas que este curso puede verse desplazada por los especialistas en francés ante la incorporación del segundo idioma obligatorio en tercero y quinto de Primaria. «A día de hoy el año pasado ya estaba trabajando –los docentes trabajan antes de que empiecen las clases–, ahora estoy el número 80, tiene que ser por eso», explica. «Yo estoy de acuerdo con que se implanten idiomas en los colegios pero no con que de repente abran una bolsa extraordinaria para contratar por ella a los docentes», matiza.

Yanira (31 años) se presentó por primera vez a las oposiciones en 2012. «Me quedé a tres milésimas de lograr plaza pero no me contaron uno de los cursos. Me moví por los sindicatos para reclamar pero me dijeron que era muy joven y que ya trabajaría», explica. Desde entonces se ha presentado otras dos veces (2014 y 2016) y siempre ha aprobado, pero sigue siendo interina, aunque reconoce que ha tenido «suerte» y siempre ha trabajado, además dentro de su provincia, Sevilla. No ha tenido los problemas de otros compañeros de tener que buscar alojamiento pero sí tuvo que hacerse con un coche para desplazarse a los pueblos en los que ha estado destinada.

Su primer destino no fue fácil. «Me tocó en Las Vegas, en las Tres Mil Viviendas», relata, y reconoce que tras el susto inicial, le fue «muy bien» en el centro. «Había mucha colaboración con los padres y contábamos con todo tipo de recursos», reconoce. Allí pasó casi todo el curso 2012/13 mientras que al curso siguiente cogió una vacante por jubilación en Dos Hermanas desde diciembre. En el curso 2014/15 sí tuvo varios destinos: de septiembre a marzo dio clases en un colegio de Parque Alcosa, en la capital, y de marzo hasta final de curso en Salteras, donde reconoce que dio «hasta Educación Física», pese a que los maestros de esta especialidad, al igual que los de idiomas, tienen una titulación diferenciada. Finalmente, el curso pasado cubrió una baja por maternidad que se prolongó y estuvo todo el año en San José de la Rinconada.

Yanira ha estudiado inglés y sigue haciéndolo, aunque no tiene el B1, que espera sacarse este año. Pese a ello, porque «de momento no te lo exigen», ha dado clase en centros bilingües e impartido Ciencias Sociales en inglés, pese a que las plazas para maestros bilingües van por una bolsa distinta. «Cuando tenga el B1 me presentaré a esas plazas también pero como la maestra a la que sustituía daba bilingüe, yo tenía que dar sus clases», relata. De momento, no se plantea formarse también para dar francés.


Juan Antonio Larinto.
Profesor de Matemáticas interino desde 2010
«Abrí el abanico por la crisis y opté a bolsa de 4 comunidades»


Juan Antonio (34 años) se presentó por primera vez a las oposiciones en 2010. No aprobó pero entró en la bolsa en una convocatoria extraordinaria y en febrero de 2012 le llamaron de Arjona (Jaén)
, donde estuvo hasta fin de curso. «Conseguí tiempo de servicio y suponía que ya me iban a llamar, pero recortaron. En 2012 se convocaron oposiciones pero el Gobierno las recurrió porque superaban el límite de la tasa de reposición. No trabajé ni en 2012/13 ni en 2013/14. No tenía expectativas ningunas y empecé a buscar alternativas en otras comunidades», recuerda. Sólo desde 2016 el tiempo trabajado fuera de Andalucía cuenta igual.

Abrió tanto «el abanico» que llegó un momento en el que estaba inscrito en las bolsas de interinos de Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Melilla, un destino «muy bien pagado pero al que no todo el mundo quiere irse» que le salvó del paro.

En 2013 Melilla hizo una convocatoria extraordinaria «y quedé tercero pero llamaron a los dos primeros. Ya al siguiente curso (2014/15), como estaba el primero, me dieron una vacante para todo el año y casi al final me llamaron de Andalucía pero lo rechacé porque si me iba salía de la bolsa de Melilla y en la de Andalucía, justificando que tenía un contrato de más de tres meses, no me echaban». También le llamaron de Extremadura (donde se inscribió en 2009) y se presentó a las oposiciones de Castilla y León. Al año siguiente le volvieron a llamar de Melilla. Se incorporó el 28 de septiembre a una vacante del curso entero y «el 29 me llamaron para una sustitución en Palencia y decidí irme, aunque salía de la bolsa de Melilla, porque es más fácil moverse aunque en kilómetros está igual de lejos de Sevilla», donde vive con su «comprensiva» pareja (lo de tener hijos «lo hemos tenido que aparcar»). «Cogí el ferry hasta Motril y allí mi coche, llegué de madrugada a Palencia, casi no me dejan entrar en el albergue que había buscado, dormí dos horas y cuando me presento en el centro tenía turno de tarde», cuenta ahora riendo. Su periplo no acabó ahí. «El 1 de octubre me llamaron para una sustitución de dos semanas en Coria y me la jugué», admite. Así salió de la bolsa de Castilla y León. Estuvo todo el curso en Coria (Sevilla).

Ya sólo es interino de Extremadura y Andalucía, donde espera que este curso le llamen. Aprobó las oposiciones de 2014 pero no las de este año. «Con tanto trajín no estudié mucho», justifica. «Si te mueves salen cosas pero ha habido una generación de interinos maltratada por los recortes y lo malo de Andalucía es que dan unas expectativas que no son capaces de cumplir» relata un docente al que le encanta su trabajo pero que admite que «si me dicen esto a lo mejor me planteo la vía privada».


Mayte Pérez.

Profesora de Biología interina desde 2012
«Apuran para sustituir y en tan poco tiempo no da para nada»


Aunque Mayte (31 años) aprobó las oposiciones la primera vez que se presentó, en 2012, con un 7,52, hasta el curso pasado no la llamaron
para ninguna sustitución y de su especialidad, Biología, no han vuelto a convocar plazas hasta 2016 (60 plazas para toda Andalucía). «Me he presentado, no he aprobado pero estoy en bolsa ordenada por el tiempo de servicio y a la espera de que me llamen», relata con cierta resignación.

Su primer contrato fue para una sustitución de 12 días en La Barca de la Florida, una pedanía de Jerez de la Frontera (Cádiz). Y cuando terminó, a los pocos días le llamaron para otra baja, de 15 días, en Dos Torres (Córdoba). «Cuando son sustituciones tan cortas lo difícil es encontrar a alguien que te alquile un piso. Hay gente que se coge un hostal y casi te cuesta el dinero, pero no lo puedes rechazar porque si no te sacan de la bolsa», explica. Mayte cree que la Consejería de Educación «apura mucho cuando alguien enferma» para cubrir la baja, de forma que cubren las clases con el profesor de guardia o de refuerzo. Por otra parte, reconoce que con tan poco tiempo no te da tiempo a nada, cuando te empiezas a habituar a los niños te vas, es una pérdida de tiempo, de dinero y de todo, vas cogiendo puntos pero no merece la pena» admite.

Su siguiente destino fue algo más largo: dos meses en Huelva, desde mayo de 2016 hasta final de curso, por eso no tuvo mucho tiempo para preparar las oposiciones de junio. «Ahí aproveché que mis padres tienen casa en Matalascañas y me quedé allí. En las capitales es más complicado aún que en los pueblos que te alquilen un piso para unos días», relata.

El 14 de septiembre comprobará, en las listas definitivas de las bolsas de interinos, en qué puesto aparece con vistas a calcular las posibilidades que tiene de que la llamen, antes o después, para dar clases este curso. «Puedes calcular más o menos pero cada año se mueven las bolsas de forma distinta», reconoce. Al principio estaba disponible para toda Andalucía pero ya que cuenta con más puntos por el tiempo trabajado, ha restringido su disponibilidad a Sevilla (donde reside), Cádiz, Huelva y Córdoba, las provincias occidentales que le pillan más cerca.