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La compañía de Víctor Ullate regresa esta semana al Teatro de la Maestranza con uno de los títulos más populares de su repertorio. / El Correo
El Teatro de la Maestranza lleva muchos años con hambre de Carmen, de su Carmen. Y mientras que el director artístico del coliseo, Pedro Halffter, encuentra el momento adecuado para lanzarse a realizar una gran producción propia de la ópera de Bizet, estos días –13 y 14 de junio– subirán al escenario los bailarines de la compañía de Víctor Ullate para representar una Carmen que contará, en el foso, con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla a las órdenes del maestro Manuel Coves.
La bailarina Lucía Lacarra, invitada principal en estas dos funciones, aseguró ayer que su principal empeño es mantener «el legado de Víctor Ullate, porque formará parte de la historia internacional de la danza» cuando, en sustitución del maestro que da nombre a la compañía Víctor Ullate Ballet, se haga cargo de su dirección. Lacarra, que interpretará la Carmen que ideó el conocido coreógrafo comentó, en presencia de Víctor Ullate que, como directora, tratará de «inyectar un nuevo repertorio» en la compañía para que «os bailarines sigan aprendiendo», aunque dejó un mensaje muy claro: «Yo no tengo ningún ánimo, de coreógrafa».
También aseguró que tratará por todos los medios a su alcance de convencer al propio Ullate para que haga alguna coreografía para la compañía que seguirá llevando su nombre, ya que «tendrá mucho tiempo» y puede que se aburra, un argumento que el veterano bailarín y coreógrafo, de 71 años, reforzó con risas y cierta distancia.
Tanto Lacarra como Ullate incidieron en el éxito obtenido por este espectáculo en el teatro ruso del Bolshoi, considerado una de las cunas de la danza y donde el público aplaudió al unísono a la compañía española. «Sorprender hoy al público en el Bolshoi es lo máximo que se puede conseguir en nuestro mundo» el de la danza, apostilló Lacarra.
La bailarina protagoniza este espectáculo junto al bailarín Josué Ullate, de los que Víctor Ullate, creador de estas coreografías, aseguró que la química funciona y que ambos «están perfectos; una pareja divina». Lacarra detalló que el mito de Carmen, que ella ha interpretado anteriormente en otros espectáculos, siempre le había parecido «un poco fácil» hasta que tuvo que vérselas con la Carmen creada por Víctor Ullate, que ella define como «multidimensional, prisionera de ella misma, una mujer que sabe que está jugando con su vida, que vive al límite y va hacia la autodestrucción; es un rol lleno de matices», un personaje que «va cuesta abajo y sin frenos, y lo va disfrutando» aunque siendo consciente en todo momento de que la muerte la acecha porque está jugando con ella.
La bailarina avanzó que su personaje «tiene tantos cambios de estado de alma» como se tienen a lo largo de una vida porque se trata de un persona «real y humana», alejada de todos los estereotipos posible. El director artístico de Carmen, Eduardo Lao, creador también de las imágenes que se proyectan en la función, advirtió que aunque el espectáculo posee un «inequívoco toque español» carece por completo de elementos tópicos como «mantones, claveles y castañuelas». Sobre esto el propio Ullate indicó que esta Carmen, como todos sus espectáculos, tiene un aire español, y la esencia del flamenco aunque no sea flamenco. También abundó que por lo mismo que se trata de un mito y de un personaje «que estaba muy trillado» él intentó desde el inicio «hacer algo diferente», para lo cual optó por alejarlo de todo costumbrismo.
Hay entradas disponibles en taquilla e internet a precios que oscilan entre los 28 euros en Paraíso y los 50 euros de cada asiento en el patio de butacas del Maestranza